A cuatro años de ser sede de los Juegos Olímpicos de la Juventud, los quince polideportivos que están a cargo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) presentan serias anomalías y nadie se hace cargo de ello.
Texto: Joaquín Ferrero (joaquinferrero@yahoo.com.ar) / Edición: Diego Meschbein (diegomeschbein@gmail.com)
Desde fútbol, pasando por básquet, vóley, atletismo, natación, gimnasia, patín, cientos de personas pasan cada día por estos complejos para practicar una actividad al aire libre. Lejos de parecer un club, por sus paredes despintadas, tener las redes de la cancha de tenis descuidadas, los pisos rajados, basura acumulada en rincones, quienes utilizan las instalaciones ignoran los desperfectos, porque intentan disfrutar de la misma manera. Pero los responsables de mantener estos espacios ignoran los desperfectos por otros motivos.
Enrique, de República Dominicana, tiene 21 años, hace cuatro años que está en Argentina. Vive a pocas cuadras del “poli” del barrio de Colegiales y cuando llegó al país, se encontró con un espacio donde podía disfrutar de su deporte favorito de manera gratuita. Si bien sus amistades no son profundas, logró insertarse en un grupo de personas que, aunque sea una vez por semana, se reúnen en Colegiales para jugar al básquet. Las condiciones del lugar en su momento permitían poder jugar un partido de manera decente. En la actualidad, si es que la cancha no está ocupada, tiene que conformarse con jugar en un solo aro, porque la estructura que soporta el aro que da a la plaza Mafalda se encuentra abandonado hace dos años. En relación a la reposición de la malla del aro en el que se juega, Enrique agrega: “El año pasado hicimos un grupito en Facebook, pusimos las “chilaticas” (lo que en Argentina sería hacer una vaquita) y la compramos. Y con desazón concluye, “si ellos (por la cooperativa que administra el polideportivo) la alquilan a la cancha, deberían comprar los materiales”.
Hace diez años, el polideportivo de Colegiales con la organización de las colonias de vacaciones -planificadas por el GCBA- modificó la estructura de la cancha de fútbol once (se achicó 20 metros), para poder incluir en su espacio una pileta pública. Pero los códigos cambiaron, porque antes el espacio estaba abierto y se autorregulaba. Hoy un candando impide poder acceder de manera deliberada al terreno de juego. Antes, cuando no había un equipo entero se podía ver a los chicos que practicar tiros al arco. Ahora, con esta nueva cooperativa, que exige solicitar un turno de manera telefónica para ir a jugar, ya no se puede acceder a patear la pelota. El encargado del polideportivo, “Quique”, como lo conocen todos, no quiso hacer declaraciones a este medio cuando fue consultado por estas cuestiones.
Este es uno de los casos de abandono y mal manejo de los quince polideportivos que hay en la Ciudad de Buenos Aires. Desde 2012, el GCBA priorizó la instalación de su plan de internet inalámbrica gratuita en plazas, parques y espacios públicos –entre ellos el Parque Sarmiento y Parque Manuel Belgrano (Ex KDT)- antes que atender las numerosas denuncias iniciadas desde 2010 por Graciela Muñiz, Defensora del Pueblo adjunta.
En ellas mucho tiene que ver hacia dónde va todo el dinero presupuestado en el área. En 2006, cuando se recuperó el Parque Sarmiento, el presupuesto anual del área de deportes ascendía 42 millones de pesos. En el del año pasado, sólo ese monto se destinó para el gasto de personal. En la actualidad, la Subsecretaría de Deportes cuenta con 216 millones de pesos, 23 millones más que el de 2013. Por otro lado, el Comité Organizador de Nanjing 2014, para los Juegos de la Juventud celebrados recientemente destinó 291 millones de dólares. Según el diario El Economista de México, el presupuesto con el que cuenta nuestra cuidad para los Juegos de 2018 es de 287 millones de dólares, asumiendo que en los próximos años aumentará un 10 por ciento.
Por su parte, Francisco Irarrazábal es el Subsecretario de Deportes de la Ciudad y desde 2007 comanda el organismo responsable del cuidado de los polideportivos y parques de nuestra capital. El funcionario expresa su descontento con las denuncias de la Defensora del Pueblo adjunta: “Graciela Muñiz, es la única persona que siempre ha denunciado sistemáticamente y muchas veces nosotros intentamos que el periodismo fuera a constatar que efectivamente la gran mayoría de las denuncias, sobre todo del 2010 en adelante, no eran reales. Cosa que sucedió, tanto en el 2010, como en el 2011 y el 2012, no lo hicimos el año pasado porque ya no fue necesario, le ofrecimos al periodista una combi que poníamos acá y fuéramos a ver los lugares y constatáramos efectivamente lo que estaba sucediendo. La denuncia se hacía en el sector donde no se realiza la colonia y donde el lugar al estar en obra de refacción llamaba la atención”.
A un año de las elecciones de un nuevo Jefe de Gobierno, Irarrazábal piensa que su mandato fue satisfactorio, que han logrado cambios positivos en materia de deporte ya que la ciudad participa constantemente de las actividades que se ofrecen. Al mismo tiempo, los polideportivos requieren una atención particular, porque además de albergar a las colonias de verano, en la actualidad se practican clases de diferentes actividades para el cuidado del cuerpo y se desarrollarán los Juegos Porteños donde se esperan a siete mil chicos y durante el carnaval hasta las murgas utilizan las instalaciones.
La atención se centra en el parque más grande de la ciudad, pero de los quince polideportivos que tiene, Irarrazábal destaca, “Pomar, Santojanni, Pereyra, Avellaneda, Chacabuco y demás explotan de gente hoy, positivamente. Todo el tiempo se rompen y hay que arreglar. La gente va con la bicicleta a la pista recién arreglada de atletismo y entonces te deja toda la pista marcada. Una de las cosas que hemos intentado fue reeducarnos a que lo público es de todos y no que es de nadie. Hoy ha mejorado notablemente”. Las auditorías de los parques y polideportivos está a cargo del Director General de Infraestructura, Germán Ferrando, quien responde a Irarrazábal y posee un equipo de arquitectos que recorren las instalaciones y elevan los informes correspondientes, que luego con una cuadrilla de operarios reparan los desperfectos.
“Tal vez no han pasado, por al lado de la cancha de once del polideportivo de Colegiales, y no observaron que el enrejado de la cancha de tenis tiene huecos por donde la pelota puede salir tranquilamente”, dice Leandro, de 37 años, otro habitual usuario de las instalaciones del “poli”, que todas las semanas juega al tenis.
Por otra parte, Andrés juega con sus amigos al fútbol y reveló que para usar la cancha de once hay que pedir el turno telefónicamente. Él agregó: “Te dan el sobre para gatillar y supuestamente es público, pero te hacen pagar. La hora y media sale $500 y encima las luces te las prenden cuando ellos quieren”. También se puede observar en las tribunas y detrás de los arcos los restos de la alfombra de la cancha de “fútbol 5” que fue retirada por su mal estado, pero que hace ya dos años está desparramada generando suciedad. Estos retazos sirvieron para emparchar el área chica del arco que da a la pileta.
También en el polideportivo Martín Fierro, del barrio de San Cristóbal, se registran muchas fallas. Del último informe presentado por Muñiz se desprende que los vestuarios se encuentran en condiciones lamentables, hay mampostería rota, duchas que no funcionan y pisos inundados. A su vez, muchos chicos se lastiman en las canchas de fútbol 5 porque tienen el césped sintético en malas condiciones. Los hermanos Nicolás y Santiago utilizan el predio y coinciden con el informe. Ellos mismos cuentan que tuvieron problemas con las ondulaciones del pasto de la canchita de fútbol y hace tiempo vienen pidiendo que las mejoren pero no hacen nada.
Similar situación se presenta en el Parque Avellaneda donde faltan aros en los tableros de básquetbol, hay alambrados caídos, arcos torcidos, y el playón de usos múltiples tiene rajaduras. Lo que es más grave es la pista de atletismo, no solo por el estado de la superficie, sino también por los postes de luz tirados al costado de la misma, cuya utilidad que le han dado es para que los deportistas elonguen. Hay un grupo que personas que están organizadas para informar sobre el estado de la misma y comentaron que presentaron una nota a la Subsecretaria de Deportes de la Ciudad de Buenos Aires para que los días sábados, domingos y feriados que abra el polideportivo, los responsables enciendan las luces del parque. Justamente un problema de falta de iluminación en las torres ubicadas a los costados de la pista, provocó el año pasado, la lesión del destacado mediofondista Walter Santa Cruz, que se golpeó contra uno de los bordes de la pista.
Ahora habrá que esperar hasta los últimos días de septiembre y los primeros de octubre para ver si nuevamente en su relevamiento, Graciela Muñiz se encuentra con el mismo panorama que ella ve todos los años, pero que la gente de la auditoría ignora. Una vez más, la prensa atacará al gobierno, Irarrazábal desmentirá la situación. Llegará el 2015, habrá elecciones, vendrá un nuevo Subsecretario de Deportes. Pero los usuarios como Enrique, Andrés, Leandro (entre otros) y todos los porteños que quieren disfrutar de estos lugares seguirán jugando con un solo aro, pagando por una cancha que es pública o corriendo en una pista sin luz, sin que nadie se haga responsable de la situación.
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POLIDEPORTIVOS
Costa Rica: Constituyentes y Chorroarín, Agronomía.
Don Pepe: Hornos y Brandsen, Barracas.
Pereyra: Vélez Sarsfield 1271, Barracas.
Colegiales: Freire 234, Colegiales.
Pomar: Mercedes 1300, Floresta.
Santojanni: Patrón 6222, Liniers.
Dorrego: Lisandro de la Torre y Monte, Mataderos.
Complejo Golf – Velódromo: Av. Tornquist 6397, Palermo.
Parque Manuel Belgrano (Ex KDT): Salguero 3450, Palermo.
Avellaneda: Lacarra 1257, Parque Avellaneda.
Chacabuco: Av. Eva Perón 1410, Parque Chacabuco.
Patricios: Pepirí 135, Parque Patricios.
Parque Presidente Sarmiento: Av. Ricardo Balbín 4750, Saavedra.
Martín Fierro: Oruro 1300, San Cristóbal.
Onega: Gabriela Mistral 3819, Villa Devoto.
Parque Roca: Av. Roca 3490, Villa Soldati
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