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TATIANA MACHUCA: “SIEMPRE ME GUSTARON LOS AUTOS”


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La joven de 25 años es piloto de automovilismo en la categoría Fiat 600 Light y en la Fórmula 1 Mecánica Argentina. En diálogo con ETER Digital, Tato se refirió a cómo convive su pasión fierrera con la que tiene por la estética.

Por Brenda Haffner y Gustavo Ferreyra

-¿Cómo empezó esa pasión por el automovilismo?

-De chica siempre me gustaron los autos. Mi viejo me inculcó ese gusto, pero como nunca tuvo plata para mandarme a un karting quedó solamente desde atrás de la tele. Me llevaba a las picadas o a alguna exposición de autos.

-¿Cómo fue crecer con una pasión que suele ser masculina?

-Obviamente siempre estaba con los pibes, y compartía ese gusto con mis amigos hombres. Nunca había encontrado ninguna mujer con la que compartir ese gusto por los autos.

-Y aparecieron las Racing Girls…

-Después de la creación de un club de mujeres pude tener ese grupo de pertenencia y obviamente íbamos todas juntas, para acá y para allá. Con ellas no me sentía un bicho raro. No somos muchas a las que nos gustan los autos o las que queremos correr, entonces las redes sociales ayudaron y eso hizo que hoy esté donde estoy.

-¿Qué opinaba tu familia al respecto?

-Al principio fue medio heavy, pero por suerte saben que es lo que me gusta y me hace feliz. Entonces no pueden decir nada. Aunque vivan lejos siempre están del otro lado viendo la transmisión de las carreras.

-¿Evolucionó el rol de la mujer dentro del automovilismo?

-Por suerte cambió mucho el rol y la mirada sobre la mujer. Siempre vas a encontrarte alguna persona que solamente vea el cuerpo de la mujer y no a la mujer como piloto, peropor suerte las cosas están cambiando. En lo personal siempre estuve con gente que te respeta y compite a la par, porque no es una cuestión de género.

-Sin embargo, ¿el entrenamiento es distinto al de un hombre?

-El entrenamiento es psicofísico. El hombre, por una cuestión física, puede soportar mucho más peso que una mujer, pero el entrenamiento es exactamente el mismo y el rendimiento es igual o mejor, solo varía el peso.

-¿Recordás la primera vez que te subiste a un auto de carreras?

-La primera vez fue en un trackday. No sabía hacer nada y me decían por donde tenía que ir. Yo lo hacía, pero capaz llegaba al frenaje y ponía muerto. Un desastre, pero ese día no me lo voy a olvidar más.

-Fuiste promotora. ¿Qué pensás del rol que cumplen las chicas?

Es digno, como cualquier otro trabajo. Cuando lo hice la verdad que fue un ambiente súper ubicado y  respetuoso. En mi caso pude elegir la vestimenta, salí de ese rol de cosificación de la mujer que está parada solo para mostrarse. Todas las promotoras que conozco no reniegan de la profesión, les gusta, pero el tema de la vestimenta y cómo se la ponen es lo que habría que cambiar un poco.

-Tu otra pasión es la estética…

-Sí, las uñas y la estética siempre me gustaron. Salí del secundario y empecé a hacer todos los cursos relacionados a eso. Mis clientas llegan al gabinete y se sorprenden cuando ven mis trofeos y les digo que durante la semana soy manicurista y el fin de semana, piloto. Siempre fui una persona muy femenina y no me parece que por ser piloto tenga que dejar eso. Está bueno ese contraste que hago entre mi trabajo y mi pasión.

-¿Cómo fue tu experiencia conduciendo el programa en el Garage TV?

-El Garage nos llamó (haciendo referencia a Aixa Franke y ella) porque quería hacer un programa con dos conductoras que sepan de automovilismo y que salgan del rol de ser solamente conductora.  La idea fue hacer una acción mecánica para que todos en la casa pudieran ver lo fácil que era y que lo pueden hacer ellos si les pasaba algo en la calle. También hacerle notas a todas las mujeres que tengan que ver con el automovilismo, sea periodista, piloto, mecánicas…

-¿Cuáles son tus objetivos en el automovilismo?

-La verdad es que yo vivo el día a día y acepto los desafíos nuevos. No pienso más allá porque hoy estoy acá, pero mañana no sabés. Disfruto mi camino, que es bastante progresivo. Y si el día de mañana tengo que estar en una categoría mucho más importante, espero estar a la altura. Pero siempre voy de manera progresiva, no quiero correr sin haber gateado.

“VIVO FELIZ CON MI HERIDA”

El momento más feo que Tato Machuca tuvo dentro del automovilismo fue en 2018 en el Kartódromo de Buenos Aires. “Me habían invitado a correr una carrera amateur, y yo nunca había corrido en karting. Se corría antihorario, entonces salía por la calle de boxes y tenía que frenar casi a cero para entrar a un ángulo de 90 grados. No podía salir a fondo”, comenzó contando Tatiana, y siguió: “Pisé el acelerador y quedó trabado a fondo. Quise traer el pedal hacia mí y no funcionó. Bombeé el freno y tampoco frenaba. Así que dije, ‘le doy a las gomas o le doy a un alambrado’. Y bueno, preferí darle al alambrado. Así me llevé la sorpresa de que no estaba contenido al piso. Se levantó traspasé el alambrado, choque con un segundo alambrado y cuando se frenó, me bajé”.

“Tenía un chaleco de 15 kilos, porque la categoría estaba preparada para más de 65 kilos”, recordó la piloto. Luego agregó: “Cuando me saqué el casco, me di cuenta que había empezado a sangrar, y no sabía de dónde. Un tipo me gritó que me había cortado el cuello. Imaginen mi desesperación. No me sentí contenida por el encargado del kartódromo. Se quiso lavar las manos. Nunca vino a socorrerme. Al contrario, me dijo que eso me había pasado por ser mujer y que no tendría que haber salido de la cocina ese día. Fue un acontecimiento feo dentro del automovilismo, pero tipos como ése la verdad que no me he cruzado antes ni después. Capaz alguno en las redes, que te tira un comentario, pero así fuerte fue solo con él”. Tatiana terminó con 14 puntos en la pera. “Es una herida de guerra que yo ahora la muestro. Vivo feliz con mi herida”, concluyó.


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