Inicio » “TITO ERA BUENÍSIMO Y SE LA PASÓ TRABAJANDO TODA LA VIDA”

“TITO ERA BUENÍSIMO Y SE LA PASÓ TRABAJANDO TODA LA VIDA”


Compartir

“Yo soy prima hermana de Tito. Los dos somos de Villegas. Éramos -se corrige-, porque él seguro que ya no está”. Con su esforzada reconstrucción, La Lucy ayuda a retratar a López. “Cuanto teníamos 20 años con mi marido nos vinimos a vivir acá a La Plata y al poco tiempo se vino Tito, porque mi marido lo ayudó con un trabajo. Tito vivía acá, en 66 y 140, donde ahora pintaron esa pintura tan linda. ¿La viste la pintura con el gorro que Tito usaba?”, pregunta la prima, y repite como para no olvidarse los nombres de las hermanas de López: Margarita, Olga, Porota, Niní y Pirucha.

¿Cómo era General Villegas cuando ustedes eran chicos?

Una ciudad bastante linda, muy linda, por la zona de General Pinto. Los padres de él tenían campo allá, ellos trabajaban en el campo así que poco los veía yo. A la que más veía es la hermana que está en Buenos Aires, porque ella los sábados a la tarde me pasaba a buscar para ir a bailar. 

¿Y cómo era él de joven?

Ah, era buenísimo. Era un chico tan bueno, siempre ayudaba en la familia, trabajaba con el padre en el tambo.

¿Le gustaba leer?

Leía el diario que llevaba el padre. Pero siempre estaban trabajando, tenía un tambo el padre de Tito y trabajaban todo el día ellos.

¿Cuándo se mudaron a La Plata?

Nos vinimos tan jóvenes. No había cumplido 20 años cuando unos tíos nos trajeron a vivir acá, a La Plata. Eran unos años medios malos, pero a veces había unos planes hermosos. Estaba el Plan Quinquenal, el plan de Perón. A los 20 me vine para acá y  tengo 85, sacá la cuenta.

¿Y López cuándo llegó?

López viene acá siendo joven, yo no me acuerdo mucho. Se vino a trabajar a una quinta. Nos veíamos una vez por semana, el venía a casa, tomaba mate con mi marido

¿Se llevaba bien él con su marido?

Todos nos llevábamos bien, gracias a Dios, porque ¡hay cada familia! Ahora te digo una cosa: yo estoy un poco alejada de ellos. Porque el día que murió (sic) yo hablaba todos los días con Irene (esposa de López), a ver qué pasaba, y también hablaba mucho con Ruben (el hijo mayor). Y después del día que se lo llevaron, ya no supimos más nada. Y todavía el viejo ese, hijo de la madre, lo quieren soltar (se refiere al genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz).

¿Conocía la militancia política de su primo?

Yo nunca supe que él estuviera en política. Tenía unos amigos, ¿era en tiempos de Perón? En una unidad básica. Sé que era de los peronistas, algo así, donde militaba. Pero muy poco, porque no le quedaba tiempo, ¡si se la pasó trabajando toda la vida!

¿Cómo fue el primer secuestro de López, en 1976? ¿Le contó algo después?

Sí, sí. Me fue a visitar. Me contaba las barbaridades que le hacían. Eso es como un camino de hormigas (se refiere a los pasillos del centro clandestino de detención), tienen cuevas. Él estuvo también en la 9 (la cárcel de La Plata, adonde permaneció como preso político tras su paso por varios centros clandestinos). Te digo que Tito era una persona excelente, calladito, bueno con la familia, bueno con nosotros.

 ¿Hablaba poco?

No era de mucho hablar. Cuando venía a tomar mate a casa hablaba lo necesario, pero no, no era de mucho hablar. Él vivía en 66 y 140 y un tramo de la avenida 66, que es muy importante, tiene el nombre de él. Y han hecho una plaza más adelante, donde había una fábrica de wisky, de mermeladas, confituras y tomates al natural, y ahora la vendieron y ahí  han hecho una plaza y se llama Julio López.

¿La pone contenta que esos lugares lleven su nombre?

Sí, sí, sí.

Sobre la calle 135, a unas seis cuadras del cartel de bienvenida a Los Hornos, vive una de las pocas personas que puede dar testimonio acerca de la infancia de Jorge Julio López en General Villegas, una localidad al noroeste de la provincia de Buenos Aires. Tiene 85 años, se llama Lucía Punt –le dicen La Lucy- y es prima hermana del albañil desaparecido. Su relato es fragmentario, difuso y escueto como su memoria. Pero la familiaridad y el calor con que habla de “Tito”, como le decía a su primo, compensa su dificultad para mantener el hilo.  


Compartir

Agregar comentario

Clic acá para dejar un comentario