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Trueno, el pibe de barrio que logró que muchos jóvenes alzaran su voz desde la periferia


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Mateo Palacios tiene apenas 20 años y lleva literalmente el barrio tatuado en la piel.Acaba de lanzar su segundo disco, “Bien o Mal”, y cada vez más sucede que La Boca hace eco de sus logros como artista.


Desde pequeño emprendió su camino como rapero de la mano de su padre, Pedro Peligro, quien expresó en una entrevista a El Grito del Sur: “Hoy en día en el barrio te podés encontrar con una esquina en la que paran diez pibes y de esos diez, cinco están en el rap”. Caminito, la Bombonera, los dos puentes, el tango, Parque Lezama y las pintorescas calles de la República de La Boca exhalan colores. Pero no todo en el barrio es color. Contrastado por una realidad que solo conocen bien quienes la viven: zonas marginadas, conventillos en mal estado y jóvenes en las plazas de la zona. Y la cosa está igual desde hace años.

Existen movidas sociales que gestionan el progreso de estas situaciones, muchas de ellas forjadas por y a partir del arte. Por eso es importante la injerencia que tiene tanto Trueno como su padre en el avance de una cultura musical que trata de contar y visualizar esas problemáticas,  algo que hace tiempo atrás ni si quiera estaba contemplado. Los chicos se juntan en las esquinas, como cuenta Pedro, a rapear y a crear piezas musicales, a partir de exponer las falencias de su cotidianeidad, con lo que pueden y con lo que tienen. De ahí la importancia de lo que está generando Trueno, un pibe que hace unos años también se enamoró del hip hop gracias a sus padres.

En el Parque Rivadavia se vivió el evento más popular en el país de batallas de freestyle entre 2012 y 2017, El Quinto Escalón: es una de las muestras más fehacientes de que este género puede cooperar en el progreso de muchas familias a partir de hacer arte, en este caso el de la improvisación. Trueno lo sabe, el viene de ahí como muchos raperos conocidos en el ambiente. “Ahora parece fácil hacer dos o tres estadios. Los pibes llenan en dos horas tres estadios enormes”, expresó en diálogo con Bebe Contepomi para radio Mega. Cuando habla de los pibes con la naturalidad que lo hace, se refiere a artistas como Tiago, Acru o Klan, que provienen del mismo nicho rapero, El Quinto Escalón, como también otras competencias de plaza: Hablemos de Rap, la Copa de Las Vegas, Ego Fest 2016, A cara de perro juniors, y muchas más.

El cantante y rapero Wos en una fecha de “El Quinto Escalón”, en Parque Rivadavia (Web)

Con la llegada del rap al oído de lxs pibxs de barrio quizá se abre una ventana donde los políticos puedan llegar a oír las problemáticas, al ser la música un método masivo de protesta que puede ser escuchada en todas partes. Así como Trueno lo hace en mucho de sus temas, hay una gran cantidad de artistas emergentes en todos los barrios marginados del país que copian su estilo y crean sus propias piezas. “La figura de Trueno llevó el barrio de La Boca a la escena internacional del freestyle y de la música en general, hoy en día ves a los jóvenes y a los guachines haciendo el cuatro con la mano como nosotros hace más de diez años, representando a la Comuna Cuatro, al sur de la capital, como zona y también como idea”, esboza Pedro Peligro sobre su hijo en la ribera a las orillas del riachuelo.

Los guachines quieren ser escuchados y rapear. En sus casas sucede que no los escuchan, en el colegio los adoctrinan, lo que genera violencia. Esa violencia canalizada en el rap, es arte. Quizá a partir de ese arte quienes no oyen puedan empezar a escuchar. Y además educa porque aprende a que se expresen, debiendo tener conocimiento del vocabulario para poder ser más preciso en lo que se predica. Así como hizo Trueno, está surgiendo cualquier cantidad de pibxs que el día de mañana estará en lo más alto, o no, pero serán escuchados.


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