San Lorenzo llegó a tener una deuda de 234 millones de pesos y un patrimonio neto negativo de 94 millones. Con la llegada de Lammens a la presidencia esos números se redujeron y el club presentará una mejoría en el futuro. Un recorrido por la economía de los años terribles del Ciclón.
Por Juan Cruz De Rosa
La historia los ubica como los más ganadores del fútbol local, pero la realidad los condena. Los cinco grandes tienen sus economías en rojo y sus pasivos en total superan los mil millones de pesos ($ 1.078.125.601,5), el doble que hace dos años. San Lorenzo es el que más ha progresado en ente último año y medio pero todavía debe $159.289.949.
En el equipo de Boedo, la dirigencia encabezada por Matías Lammens y Marcelo Tinelli llevaba apenas unos meses en el cargo, tras la renuncia de Carlos Abdo. Cuando asumieron, su primera medida fue realizar una auditoría para determinar el estado financiero del club. Lammens reconoció que el club se encontraba peor de lo que se imaginaba: el pasivo llegaba hasta los 234 millones de pesos. “Empezamos a pagarlo acordando con los acreedores y cancelamos 10 millones, a nivel patrimonial hoy tenemos 6 millones de dólares más. Nuestro principal ingreso es a partir de la cuota social”, destacó el presidente en charla con ETER. Agregó que como primera medida redujeron el déficit mensual e incrementaron la generación de ingresos a partir de, por ejemplo, el sponsor de la camiseta.
El 24 de febrero de 2010, el Tribunal Oral en lo Criminal Nº 25 absolvió a Fernando Miele, ex presidente de San Lorenzo (1986-2001) en el juicio que le había iniciado el club por defraudación por administración fraudulenta. Dos años después, San Lorenzo apeló el fallo y el juicio se elevó a la Corte Suprema de Justicia. La denuncia fue presentada hace ya 11 años por el sucesor de Ferrnando Miele, Alberto Guil. Miele dejó el club con juicios por 10.600.000 pesos, 19 pedidos de quiebra, con el 95% de los cheques emitidos rechazados por un valor de 3.537.000 pesos y en el último año y medio de gobierno aumentó el pasivo en 20.900.000 pesos que dejó un total de $43.751.747,77 de deuda, según señaló Clarin.com en marzo del 2002. Pero para Guil, el hecho más grave tuvo que ver con la venta de entradas de la final de la copa Mercosur que San Lorenzo le ganó a Flamengo en 2001. La recaudación fue de $749.990. De esa cantidad, $376.760 desaparecieron de las arcas del club cuando se fue Miele. Se justificó en concepto de $219.000 en sueldos; $50.500 en honorarios al contador Flavio Serpero; otros $50.500 en honorarios al gerente general Ernesto González; $36.760 en devoluciones de empréstitos internos cobrados por el hijo del ex presidente, Gustavo Miele y $20.000 en intereses pagados a un tal Gregorio Fernández por un préstamo. Guil se presentó ante la justicia con la versión de que los comprobantes presentados no eran válidos. Pero con el paso del tiempo, el delito proscribió. A Miele sólo le retiraron el carnet de socio en 2003.
Rafael Savino tomó el mando del conjunto de Boedo en 2004 con la promesa de liquidar todas las deudas y levantar el concurso de acreedores, hechos que no sucedieron. Unas de sus primeras negligencias fue el manejo de las divisiones inferiores. En 2006, una gran parte de los coordinadores, con Gabriel Rodríguez a la cabeza, se marcharon a River. La calidad de las categorías menores del Ciclón mermó. La poca presencia de juveniles en el primer equipo se suplantó con la compra de jugadores. El desfile de futbolistas por San Lorenzo fue excesivo. Es larga la lista de quienes llegaron con un sueldo elevado pero que pasaron con mucha pena y sin gloria. El caso más paradigmático fue el del nigeriano Félix Orode, que jugó apenas 10 minutos y le costó al club $3.839.340 entre distintos gastos.
A mediados de 2008, el pasivo ascendía a los 70 millones de pesos, pero Savino priorizó lo deportivo e hizo uso de la billetera del club casi sin límites. En ese período se produjo la llegada del famoso grupo inversor a San Lorenzo, encabezado, entre otros, por Marcelo Tinelli y el empresario dueño de Estática Internacional, Carlos Abdo. Pero el equipo no tuvo éxito, primero por la eliminación de la Copa Libertadores de 2008 y luego en el triangular final del Apertura del mismo año. Otro tema que hizo ruido fueron las ventas de Ezequiel Lavezzi y Gastón Fernández, baluartes del título del 2007. Según un documento revelado por un vocal de la oposición de aquel momento (que no quiso ser mencionado), la transferencia de Lavezzi al Nápoli se efectuó en seis millones de dólares el 5 de julio de 2007. Sin embargo, en la memoria y balance figuraba la cifra de U$S 5.324.983. Es decir que hay unos 675 mil dólares que “desaparecieron”. Similar es lo que ocurrió con Fernández. Según le afirmó a Clarín Raúl Sánchez, el presidente de la agrupación Compromiso Sanlorencista, la Gata pasó a Estudiantes a cambio de 3.040.000 dólares, pero en el balance la cifra es de 2.790.000 dólares, esto arroja un faltante de U$S 250.000.
Carlos Abdo ganó las elecciones con el 35,7 % de los votos. Recibió un club con una deuda de 82.700.000 de pesos, un déficit mensual de dos millones y medio de dólares y un equipo comprometido en los promedios. Abdo llegó a la presidencia con promesas de paliar la crisis, concretar la vuelta a Boedo y reposicionar al equipo, todo respaldado con su abultada billetera. Pero la situación lo pasó por encima: el club cayó en un pozo financiero, se aprobó un préstamo con el banco Credicoop, los dirigentes debieron poner plata de su bolsillo y luego Abdo afirmó haber desembolsado 33 millones de pesos de su capital personal. En medio de un caos institucional y con la victoria del equipo frente a Instituto en la promoción por la permanencia en primera, Abdo dio un paso al costado y dejó al club acéfalo.
La fórmula Lammens-Tinelli triunfó en las elecciones con el 80% de los votos. “Hemos logrado estabilizar al club, incluso en el próximo ejercicio San Lorenzo presentará un superávit de $49 millones según los análisis que realizamos”, afirmó el actual presidente. El presupuesto 2013/2014 tuvo un informe favorable de la comisión fiscalizadora y fue aprobado de manera unánime en comisión directiva. La fórmula confirmó su presencia en los próximos comicios del club del 14 de diciembre y la reelección es casi un hecho.
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