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EL TÉ, UNA CEREMONIA PARA LA CULTURA ASIÁTICA


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El 5 de septiembre se inauguró en el barrio porteño de Belgrano la nueva sucursal de la Casa de Té taiwanesa y Centro de Estudios de la Cultura Asiática del Té – Pei Chen Tea Palace, donde el público pudo disfrutar de la ceremonia estilo TaiJi, incluyendo la degustación gratuita de distintas infusiones importadas desde China y Taiwán.

Por Antonella Sottosanto

WP_20150905_078 (www.eterdigital.com.ar)

“Decidí estudiar esto para buscar el equilibrio y hacer algo que me mantuviera concentrada totalmente”, explica Cecilia, una joven alumna quien pocas horas antes del evento, había finalizado el curso de la ceremonia del té estilo TaiJi y preparaba sus accesorios frente a un público diverso, tanto catadores especializados como transeúntes curiosos, quienes llegaban al fondo de la Galería Acapulco, ubicada sobre avenida Cabildo al 2400, a observar las tradiciones de una cultura ancestral. Se conoce como “TaiJi”, al estilo de ceremonia que se realiza en Taiwán y en China, donde se utiliza una tetera principal de arcilla o de barro de muy buena calidad, hecha a mano por artesanos taiwaneses.
La inauguración se realiza en el marco de una competencia amistosa entre los alumnos. Cada uno de ellos es evaluado por Mei, la profesora, y por jueces, muchos de ellos, estudiantes del curso de cata del té. Según la elección y la organización de los accesorios, la técnica de realización, el aspecto, el aroma y sabor, reciben una puntuación, donde la máxima alcanzaba los cien puntos, incluyendo un examen escrito.
“Yo no busqué estudiar esto sino que simplemente apareció. Yendo a tomar helado con una amiga encontramos el local de Mei, donde nos ofreció empezar con las clases y así arrancamos”, expresa Martín, quien desde hace tres años se dedica a estudiar la ceremonia del té y siempre busca aprender cosas nuevas de su maestra. MeiHsin es profesora en Pei Chen Tea Palace, donde también dicta clases de cata y sommelier, y cuenta con veinticinco años de experiencia, ya que estudió en ZheJiang University en China, uno de los centros de estudios del té más importantes del mundo.

WP_20150905_068 (www.eterdigital.com.ar)

Una vez iniciada la ceremonia, los estudiantes pasan de a dos. Cada uno se coloca en una mesa individual frente al público, donde preparan una infusión. Previamente eligieron cuidadosamente los accesorios, que van desde los vasos, las teteras, coladores y embudos, hasta estatuas de buda o flores. Todo el proceso se realiza en absoluto silencio para lograr una mayor concentración y aplicar la mejor técnica posible. En primer lugar, muestran las hebras del té a los invitados para que aprecien su forma, aroma y color. En segundo lugar, y con movimientos detallados, sirven el agua hirviendo de la tetera principal a una tetera más pequeña y luego a cada uno de los vasos y utensilios para calentarlos. En tercer lugar, colocan las hebras del té con un palillo de madera dentro de una tetera pequeña. En cuarto lugar, vacían los vasos que contenían agua caliente en un gran cuenco sobre la mesa. Y por último, comienzan a servir con la tetera pequeña, que en algunas ocasiones ya viene con un filtro incorporado, a los vasos, que pueden ser altos y angostos o bajos y amplios.
Algunos de los tés degustados fueron el verde del norte de China, el Wulong – pronunciado Oolong – enrollado de Taiwán azul, y el Wulong de las montañas del Fénix en el Sur de China, este último destacado por el socio de Mei como un té “de muy alta calidad”. “Llegó la semana pasada y lo estamos usando solamente para las ceremonias”, confiesa Ryan quien es oriundo de Alaska pero vive en Argentina desde hace doce años.
Al finalizar la degustación de las infusiones, los jueces entregan los puntajes a Mei quien invita al público al segundo piso a disfrutar de música en vivo, sanguches de miga y budines caseros, y también a seguir tomando té, esta vez, desde un barril. Sobre un pequeño escenario dos músicos sorprenden a los espectadores con instrumentos típicos de la antigüedad, como el Shakuhachi – flauta japonesa -, el Didgeridoo – similar a un gran cuerno de madera que utilizaban los indígenas australianos – y el Shruti box – un instrumento de la India parecido al acordeón -. La flauta que toca Juan Manuel Claro se asemeja mucho a la música relajante para meditar o hacer yoga, la cual, combinada con el canto de armónicos de Andrés Saggio, renuevan los sonidos originarios de Mongolia y El Tíbet que logran representar con gran éxito. También son incluidas las poesías japonesas, como una llamada HaiKu, traducida por ellos mismos y recitada en castellano por Saggio. Por otro lado, Claro dice estar muy contento con la orientación musical que eligió: “siempre me llamaron la atención los sonidos que vienen desde hace mucho tiempo, particularmente los vientos, y en esa búsqueda me fui topando con distintos tipos de instrumentos, distintas culturas, y decidí tocar el Shakuhachi porque fue algo que me cautivó”.

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Luego de la música, Mei entrega los diplomas a los alumnos del curso de cata y de ceremonia del té. Ryan anuncia los resultados de los ganadores, mientras que la profesora analiza a cada participante de forma minuciosa y les hace una devolución sobre los aspectos positivos y negativos de su exposición. El tema de los accesorios es algo fundamental para definir al ganador, ya que a la hora de la técnica, el sabor, y el aroma, estaban todos en un excelente nivel. Al final Florencia fue quien se queda con el primer puesto en la competencia amistosa de la ceremonia del té estilo TaiJi. “Sus accesorios fueron los mejores, estaban bien organizados con respecto a los tamaños y fue la que mejor coló las infusiones”, resalta Mei sobre su alumna, quien se emociona hasta las lágrimas por las palabras de su maestra. Al momento del cierre del local, Mei toca el arpa china a modo de celebración y saluda cordialmente uno por uno a todos los invitados.


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