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Alejandro Ciancio: “Pensar que El marginal solo habla de violencia es un reduccionismo”


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Alejandro Ciancio es un director argentino de cine que se formó en la Universidad del Cine. Desde 2015 hasta 2022 estuvo a cargo como director, junto a Sebastián Ortega, de la serie El marginal, que logró no una gran repercusión a nivel internacional y fue ganadora de premio, como el Gran Prix del festival Serie Manías en París, Francia, el Gold Winner como mejor serie en el festival New York Festival TV & Film Award 2022, y a nivel local el Martín Fierro de oro que entrega APTRA, entre otros. Fue inevitable que semejante repercusión no viniera de la mano con fuertes críticas por su temática y escenas crudas, pero Ciancio tiene otra visión de la serie.

El marginal tuvo una repercusión increíble a nivel internacional, ¿esperabas que eso sucediera?

-No, la verdad es que no. La idea de El marginal era un proyecto de una sola temporada de 30 capítulos de media hora para la TV Pública, pero después terminó siendo una serie de cinco temporadas en Netflix. Después, cuando se editaron los primeros episodios y vimos el resultado, pasó a tres episodios de una hora. La verdad es que el último empujón fue cuando los dos primeros episodios son mandados al festival Serie Manías en Francia. El presidente del jurado era David Chase, el creador de Los Sopranos, y los dos primeros capítulos nos hicieron ganar.

– En El marginal y en El hincha se tratan temáticas crudas y realistas. ¿Hay una idea de atravesar al espectador?

-Es cierto que la violencia es lo que más llama la atención pero creo que las dos series hablan de los vínculos humanos, y la contradicción, de cómo en esa contradicción avanzamos y nos vinculamos en la vida. Claramente están contextualizadas dentro de un verosímil construido, pero no es una búsqueda en sí misma la violencia como forma de comunicar absolutamente nada, sino que es en función de la realidad construida para esos personajes.

-¿Qué es lo que más te atrae de estos proyectos?

-Tiene más que ver con las posibilidades que brinda la sociedad en general, no importa de qué estrato social o la construcción familiar o intelectual académica que puedas tener. Pensar que El marginal solo habla de violencia es un reduccionismo, así como que El hincha es una serie que habla de la violencia de fútbol. Son características, condimentos que tienen ambas series pero que no las definen en sí mismas. 

-Mucha gente se pregunta si lo que pasa en las series es sacado de la realidad. ¿Los escenarios planteados realmente son así?

-Hacemos un recorte de la realidad y una construcción imaginaria de un mundo que la mayoría de la sociedad desconoce. El marginal pudo haber servido en algún momento para conversar a nivel social sobre ciertas cuestiones, pero no plantea una crítica del Servicio Penitenciario ni de cómo viven los presos en las cárceles de Argentina. 

-Entonces la respuesta sería “ni”…

-La serie no es realmente una fotografía de lo que es una cárcel, es una construcción totalmente imaginaria tanto del espacio como de las realidades, pero obviamente tiene cierta lógica dentro del espacio carcelario.

-¿Cómo es el trabajo de un director de cine en Argentina? 

-La dirección de cine tiene muchas facetas, a veces es parte del proceso creativo de la historia, lo que en este país se conoce como directores-autores. Como director hay un montón de instancias que tenés que atravesar hasta llegar al rodaje: desde la selección del equipo con que vas a trabajar hasta las locaciones, las aprobaciones de cuestiones de cada una de las áreas. Un poco del trabajo del director es poder transmitirle al resto del equipo su visión, su mirada de cómo quiere contar la historia.

-¿Por qué decidiste estudiar Dirección de Cine? 

-Es un conjunto de situaciones que me terminaron acercando hacia el cine, pero creo que la primera semillita la sembraron mis padres al llevarme al cine y al teatro seguido. También siento que fue un gran escape y resguardo de un montón de cosas. Con los años empecé a sentir una atracción muy grande por el trabajo del actor y a estudiar, pero me di cuenta muy rápidamente de que yo no quería serlo. Arranqué a trabajar como asistente de dirección en un comercial y no paré nunca. Fue como amor a primera vista y se volvió el lugar en el que soy más feliz, un set de filmación. 

-¿Entonces te diste cuenta desde el primer momento que tu lugar era en un set?

– Sí, un poco sí. Lo descubrí a los 20 años, conocí un poco de lo que era la aproximación al cine y ya después empecé a trabajar mientras lo estudiaba, entonces se me dio todo junto y bastante rápido a nivel profesional. Yo no era algo que me planteaba como una posibilidad del trabajo, pero se me dio.

*Estudiante de 1º año de Periodismo.

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