Qué decir de Holanda y de esta pequeña gran revancha de la derrota en la final del Mundial anterior frente a España. ¿Cómo se explica que un equipo que juega con línea de 5 en el fondo haya podido marcar 5 goles ante el defensor del título y la meca del buen pie?
Por Manuel Casado (Enviado especial)
Sin dudas, el hecho es particular porque este Holanda es particular. El encargado de dirigir el equipo es el conocido ultra conservador Louis Van Gaal. El tipo tiene su historial y maneras. Pregonero de primera hora del futbol disciplinado, eficaz y velocista. En otras palabras, del “importa ganar y no jugar bien”. Durante los años 2002 y 2003 en el Barcelona el holandés se encargó de colgar a un tal Juan Román Riquelme, que venía de ser el rey del mundo a nivel clubes, porque no coincidía con su estilo. De todas formas, el tipo sabe lo que es ganar y por eso está dentro del lote de los entrenadores más importantes. De hecho, es el nuevo DT del Manchester United.
Holanda forma con un 5-3-2-1. Una amarreteada a la que Van Gaal llama “una vieja y gran estrategia holandesa”. El plantel es semidesconocido. Una defensa, huérfana de los últimos caudillos que ya dijeron adiós a la actividad, conformada por tres centrales aguerridos y potentes y dos laterales de ida y vuelta constante, casi todos provenientes de la liga local. Un medio campo que se mueve en bloque sin dejar cabos sueltos y que pega si es necesario. Y una delantera de lujo que en realidad tiene un solo delantero neto, el goleador Robin Van Persie, abastecido por el cerebral Wesley Snaidjer y rodeado por el rey del dribbling Adjen Robben. Estos últimos tres hombres son los que se encargaron de llevar adelante la catástrofe española. Amos y señores de todas las decisiones, lograron disimular a la perfección el conservador planteo del técnico. Podemos decir que lo de Holanda fue defensivamente disciplinado y ofensivamente rebelde. ¡Hubo rebeldía dentro de un equipo de Van Gaal y gracias a eso ganaron por goleada!
Lo de España, por su parte, corresponde a un proceso de degradación de su estilo. Primero comenzó con el Barcelona y, teniendo en cuenta que la base española es del equipo catalán, ahora llega a la selección. Pasó de la frescura a la fragilidad. Del chispazo constante de creatividad al sin sentido. Y de la fortaleza defensiva al colador. De nada ayudó a España que los últimos finalistas de la Champions League hayan sido justamente españoles de Madrid. Tal vez fue un error del entrenador Vicente del Bosque no haber confiado en más jugadores del Atlético Madrid para la convocatoria. Lo cierto es que a España se la ve agotada, cansada y monótona. La fórmula de la renovación del proceso más histórico no aparece y el resultado de hoy confirmó que los síntomas son graves.
Excelente nota, Manu, enviá saludos desde Brasil.
¿Riquelme Rey mundial a nivel clubes? Lo único que tiene Riquelme de Rey, es que le corta la cabeza al que se le canta y que no labura y cobra.