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BAILAR CONTRA LOS ESTEREOTIPOS DE BELLEZA


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En una nueva edición de Twerk It Buenos Aires, sorprendió el alto nivel de las competidoras

Por Carla Julis

Tarde de invierno en el barrio de Colegiales, entre las rendijas del parquet del Centro Cultural La Confitería sólo cabía glitter. En el ambiente podía sentirse el olor a la lycra de las medias de red. Porque más allá del primer puesto, los participantes también compitieron por el mejor vestuario. Los microshorts entangados fueron el común denominador entre las participantes mujeres. Todas ellas, fuertes y valientes, se animaron a bailarle al sistema que establece como bello aquellos cuerpos que sólo se ven en la televisión. La celulitis y los “kilos de más” de sus cuerpos reales supieron ser una burla a esos estereotipos de belleza. Porque en el twerk no importa cómo sea cada cuerpo, lo que se valora es cómo se lo mueve. Esa consigna empoderadora ya la entendió hasta el público.

Yamila Ape Photography (Facebook) / @yam_photography (Instagram)
Yamila Ape Photography (Facebook) / @yam_photography (Instagram)

Hace tiempo que el twerking es tendencia. Este estilo de baile en dónde la cola es la protagonista tiene cada vez más adeptos. Y cómo cada acción revolucionaria, también se suman haters a encasillarlo como profano. El twerk, proveniente de la cultura afro, se popularizó a nivel mundial desde que artistas reconocidas internacionalmente como Miley Cyrus o Rihanna lo practicaron en sus shows. En Argentina, el grupo de baile F.L.O.W. Altas Wachas enseña twerk y otros estilos urbanos desde hace siete años. Hace dos, abrieron FAW Escuela, su propia academia de baile en el microcentro, y viajan por el país para dar workshops para todo aquel que quiera perfeccionar su técnica de twerk. Las llaman “las patronas del twerk” y fueron las encargadas de organizar Twerk It Buenos Aires , una competencia 1 vs 1 que se llevó a cabo en el Centro Cultural La Confitería el lunes 11 de junio.

El público se ubicaba alrededor del cypher, un cuadrilátero delimitado con cinta adhesiva blanca. Al frente, el jurado, y a sus espaldas, los Djs. Shuubass y Sustancia pautaron el beat con el que los 20 concursantes bailaron su demo inicial de 30 segundos para probarle al jurado que merecían un lugar en la siguiente ronda. Los géneros fueron trap, reggaeton y dembow. “Elegí la música más estallera, así que fue por BPM”, comentó Julián Basualdo, a.k.a. Dj Shuubass.

Yamila Ape Photography (Facebook) / @yam_photography (Instagram)
Yamila Ape Photography (Facebook) / @yam_photography (Instagram)

“Organizamos el evento porque nos pareció que estaba bueno empezar a agitar la competencia de twerk, es otro momento para experimentar cosas nuevas. Quedamos todas chochas, nos sorprendió el nivel y la cantidad de gente que fue”, dijo Estefi Spark, líder de las Altas Wachas. Las cinco Wachas , fueron jurado junto a las colombianas Frinia Julio Wilches, bailarina y profesora de twerk, y Anita Clavijo campeona Dancehall Queen Sudamericana. Destreza, shake, acrobacia, musicalidad, técnica y estilo fueron las características que se tuvieron en cuenta para definir a la campeona.

16 participantes pasaron a la segunda ronda, entre ellos se encontraba Franco, del grupo Twerk Army de La Plata. Franco da clases de twerk y fue el único chico que se animó a participar en Twerk It. En su primer competencia llegó a la semifinal gracias a su técnica y su carisma. Franco fue uno de los favoritos. El público se alborotó cuando en cada pasada hizo twerking parado sobre su cabeza y sus manos, truco conocido como headtop . Pasó al 1 vs 1, y faltando 10 segundos de su demo, se sacó su chaqueta militar y fue el protagonista de uno de los momentos de mayor jolgorio de la jornada twerkera , pero no alcanzó para pasar a la siguiente ronda.

Cómo en toda competencia de freestyle, les tocó a las jurado demostrar por qué estaban sentadas en aquellas sillas. Frinia y Anita rompieron la pista y luego fue el turno de las patronas, que con una performance en vivo respondieron a su apodo.

Luego de las dos primeras rondas eliminatorias y las demos del jurado, arrancaron las batallas 1 vs 1 por sorteo y a las hermanas Rodríguez les tocó competir una contra la otra. Magalí de 22 años y Marilina de 26 son alumnas de FAW Escuela y aquella vez la suerte no estuvo de su lado. “En general no somos muy demostrativas pero el abrazo previo y posterior a bailar calmó todo”, dijo Marilina y agregó que la batalla contra su hermana le pareció injusta pero fue la que más le divirtió.

Marilina, más conocida como La Petu, apodo que hace honor a su metro y medio y contextura pequeña, ganó el primer puesto después de vencer en el 1 vs 1 a su hermana menor y luego a Victoria Russo, la otra finalista, quien aprendió a bailar twerk mirando tutoriales de YouTube. Aunque entre el público muchos creían que La Petu iba a ganar, ella no se lo esperaba.

“Me había decidido el día anterior a competir y no tenía ni una secuencia armada en la cabeza. La ayuda de mis compañeras de FAW fue fundamental en las últimas rondas para no repetir cosas”, dijo Marilina con humildad luego de ganarse la gloria y $3000 recaudados en las inscripciones.

“Nuestra intención fue poner en escena lo que está ocurriendo a nivel local con el twerk, esta disciplina que es bastante nueva pero que tan rápido se masificó por todo el mundo”, dijo Mailén Cisneros, la otra líder de las Altas Wachas. El evento superó sus expectativas después de atravesar incertidumbre por el poco tiempo de difusión que tuvo, y por el día y el horario que consiguieron para hacerlo, lunes a las seis de la tarde.

“Nos emocionó mucho la convocatoria, fueron alrededor de 100 personas, y los 20 participantes, entre ellos un varón, lo dieron todo y se manejaron de una manera súper profesional, agregó Mailén. “Compitieron sanamente, no queriendo ser más que el otro, sino superándose a sí mismos”.

“Realmente se vio un nivel muy zarpado. Quedamos muy conformes y con ganas de hacer otro evento. Queremos mejorar la calidad con nuevas propuestas, apostando a esta disciplina que representa tanto a esta nueva generación de bailarines y artistas que eligen expresarse rompiendo tabúes pasados”, concluyó Mailén.


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