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Bio arquitectura: Observar el entorno nos permite construir en armonía con él y disminuir el impacto ambiental


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En una extensa entrevista con arquitecto Horacio Márquez nos adentramos en su cosmovisión para conocer y entender los beneficios de la bioarquitectura que mediante la utilización de materiales naturales obtenidos localmente y la combinación de técnicas ancestrales de construcción nos permite acceder a una vivienda sustentable, más saludable y económica que las construcciones tradicionales, a la que vez que armoniza con nuestro entorno sin destruirlo y minimizando el impacto ambiental. El planeta nos necesita y para contribuir en el cuidado del medio ambiente es necesario educar, concientizar y ponerse manos a la obra de manera urgente con el compromiso y respecto que la causa merece. ¡La revolución verde está en marcha!

Preséntate vos mismo y contanos ¿Quién es el arquitecto Horacio Márquez?

  • Soy arquitecto mientras trabajo, las horas que esté en la obra o quizás cuando estoy proyectando en el estudio, después no soy arquitecto; soy Horacio. Para mí esto es interesante porque me saco ese traje, esa etiqueta y eso me permite ser quién soy y hacer cualquier cosa que me apetezca sin esa responsabilidad que conlleva ser arquitecto.

¿Qué es esto de la Arquitectura Sustentable o Bio Arquitectura? Contanos ¿De qué se trata?

  • Desde mi visión particular, la sustentabilidad sería lo ideal, sería como lo era para los Incas o para los Mayas la impecabilidad de lograr un alma pura, un ser iluminado. Para mí lograr la sustentabilidad es una búsqueda constante por lograr esa libertad que nos permita ser absolutamente independientes, o al menos, no ser tan dependientes del consumo masivo y del propio sistema en el que estamos inmersos. Esto implica ir detrás de principios sustentables que van desde la soberanía alimentaria, la reutilización y el reciclado de materiales; y por supuesto, la optimización de los recursos naturales a través del aprovechamiento eficiente de los mismos mediante la utilización de distintas técnicas de bio-construcción natural.

E: ¿Cómo descubriste el movimiento ecológico?

H: En mi caso fue de manera casi fortuita, ya que fue durante unas vacaciones en Uruguay. Este fue mi primer acercamiento a una aldea ecológica. Es ahí donde encuentro el origen de lo que me llevaría posteriormente a repensar la profesión desde una mirada más amigable con el medio ambiente. En lo personal, tras haber vivido una experiencia habitacional diferente durante una temporada junto a los mapuches en nuestra Patagonia, empecé a tomar talleres y a formarme en las técnicas de construcción sustentables que utilizo, cambiando mi manera de entender tanto la profesión como mi vida personal, integrada a la naturaleza. Fue así que decidí finalmente irme a vivir al campo y vivir la experiencia de construirme mi propia casa de acuerdo a estos principios y valores ancestrales que deseo reivindicar.   

E: ¿Cuándo empieza a verse en Argentina este movimiento ecológico en búsqueda de una vida más sustentable?

H: En los años ochenta empieza a verse, aunque tímidamente en el país, los primeros incidíos en el sur de la Argentina que con una mirada puesta en el primer mundo, empezaron a realizar los primeros ensayos en búsqueda de una vida más natural, sustentable y amigable con el medio ambiente. Ya en los años noventa este movimiento comienza a ser más prolifero y es partir del año dos mil cuando empieza e encenderse más fuerte este fuego de la ecología, tanto en la arquitectura como en la alimentación.

E: Para vos, Horacio Márquez, ¿Cuál es el principio fundamental del desarrollo sostenible?

H: Sin dudas considero que el principio fundamental del desarrollo sostenible es el respeto, el respeto a la naturaleza, y a nuestra propia humanidad. El principio está en volver a conectarnos, a respetarnos y a sentirnos (nuevamente) como parte de la naturaleza creando un lenguaje integrado a ella.  Reciclar, reutilizar y recuperar, es fundamental, con el fin de reducir el consumo masivo e invadir o dañar lo menos posible el entorno natural en el que habitamos.

E: ¿Cómo surge el proceso creativo de diseño de este tipo de casas naturales que construís?

H: Partimos de la observación del lugar, del suelo, se realiza un estudio de los vientos y el asoleamiento. En la primera entrevista realizo un juego, muy divertido, en que jugando y disfrutando junto al cliente y su familia, me llevo en ese momento lo que va a ser espíritu de la casa. Después de algunos bocetos previos, desarrollo el anteproyecto y el proyecto que surgió de esa experiencia lúdica que me permitió conocer la esencia de quienes la van a habitar, es decir, el espíritu y el alma de la casa.

E: ¿Cuáles son las etapas o procesos que conlleva llevar adelante el proyecto arquitectónico?

H: Los proyectos los separo en cuatro etapas, la primera fase por la siempre empiezo a trabajar, se centra en la observación, una observación analítica para entender el lugar y conectarse tanto con la naturaleza como con el cliente, a partir de este análisis, se van dando la siguientes fases, que se componen del anteproyecto, el proyecto y por supuesto su materialización en el proceso constructivo final. La primera etapa de la construcción tiene que ver con los cimientos, con la estructura y con el techo o la cubierta. Una vez que la estructura resistente esta armada le sigue la segunda etapa que tiene que ver con la ubicación de las aberturas y los muros, con los cerramientos, en tanto que en el transcurso se eligen las distintas técnicas que se utilizaran para llevar adelante la construcción en las etapas sucesivas.

E: ¿En qué medida o porcentaje fusionas la construcción tradicional con esta construcción sustentable de la que vos son un referente local en la provincia?

H: Por suerte ya son muchas las zonas del país que tienen reglamentada y aprobada la legislación que permite habilitar este tipo de construcciones naturales, en nuestro caso acá en San Rafael aún no están del todo aprobadas, lo que me lleva a tener que fusionar las técnicas de construcción, al menos en lo referente a la primera etapa con el fin último de conectar servicios como electricidad y agua potable. Siempre intento intervenir lo mínimo posible el terreno y el medio donde se implanta la construcción siendo siempre el objetivo principal construir de manera natural y sostenible para garantizar un confort y unas condiciones de habitabilidad saludables y cuidar el media ambiente.

E: ¿Qué tipo de materiales utilizas y técnicas constructivas que utilizas?

H: La utilización de materiales sostenibles implica un compromiso ecológico, pero también que es posible relacionarnos de otra manera con los lugares que habitamos. Los materiales están en el entorno en el que se implanta la obra, suele ser tierra, arena, barro, piedras, madera, pajas, fardos de trigo, cañas, palos, etc. El adobe es el principal material que se utiliza en este tipo de construcciones naturales, ya que proporciona una excelente eficiencia energética, entre otras tantas cualidades. En verano, sus propiedades únicas le permiten calentarse lentamente, lo que significa que resiste al frío de la noche por más tiempo. También actúa como un aislante natural y conserva una temperatura estable dentro de la casa. Además reutilizo materiales en desuso, o de demolición a los que se les da una segunda vida, y esto es realmente muy interesante en este proceso que comentamos de reciclar, recuperar y reutilizar.

E: Si hablamos de uno de los cuatro elementos esenciales para la vida, en concreto del agua, ¿Cuáles son los métodos que utilizas para hacer un consumo responsable del agua y reutilizarla?

Filtrar el agua es una técnica ancestral, esto es lo interesante, rescatar estas memorias ancestrales. Con respecto al tratamiento y cuidado del agua debemos rediseñar los sistemas de desagües para poder discriminar las aguas, es decir aguas negras y aguas grises. Las aguas negras son tratadas por medio cámaras sépticas que son filtradas a través de un nicho de piedra, y luego estas se pueden reutilizar y devolver a la tierra de una manera más amable, como puede ser por ejemplo para riego del jardín, árboles y plantas. Distinto es lo que ocurre con las aguas grises van a parar a una cámara que funciona como un biodigestor y estas pueden ser reutilizadas para el uso sanitario, para limpieza del hogar o incluso para lavar el auto. Por último, el agua de lluvia va a parar a una canaleta y de ahí a una cisterna con tres cámaras que permite filtrar el agua por medio de aclaradores pudiéndose incluso ser utilizada para beber.

E: ¿Qué grado de desarrollo tiene en la práctica este tipo de arquitectura ecológica en el país?

H: En la actualidad, existen innumerables casas construidas con esta filosofía en todo el mundo, que van desde refugios de emergencia hasta casas de lujo. En Argentina ya hay varias zonas en las que estas construcciones están legalizadas, aunque concretamente acá en san Rafael, Mendoza aún no lo está. Si bien tímidamente estamos avanzando hacia ello comparado con otros países, de los que se conocen como primer mundo, a nosotros aún nos queda mucho camino por recorrer y nuestro grado de desarrollo en materia de sustentabilidad es considerablemente menor.

E: Desde la educación y los medios de comunicación ¿Crees que se está concientizando y desarrollando en los niños y jóvenes un cambio cultural que promueva la sustentabilidad en su concepto más amplio?

H: Creo que sí. Es una tarea ardua, pero tengo la suerte de poder dar charlas y talleres en diferentes escuelas públicas y privadas, y adaptados a todos los niveles educativos. Claramente pretendo educar, generar y despertar conciencia. La sustentabilidad no es una moda, es una necesidad con carácter de urgencia. No es un camino fácil, falta concientización, falta mucha educación y falta mucha legislación al respecto, con el fin de promover la sustentabilidad como cultura y modo de vivir. Hay una necesidad urgente de cambio y de revolucionar la forma de producir, de consumir y de reutilizar la energía de manera eficiente. La idea fundamental es observar la propia naturaleza, volver a técnicas ancestrales.

E: En lo que refiere a estas charlas y talleres que impartís ¿Cuál es la respuesta de la gente en general, tanto de los niños como de los padres?

H: La respuesta es muy buena. En definitiva ese es mi propósito, encender en ellos la curiosidad y el interés en el tema, sembrar la semilla de la ecología y contribuir así a que las generaciones venideras puedan vivir en un mundo mejor.

E: ¿Cómo son, generalmente,  o quienes serían tus potenciales clientes y que características presentan?

H: Por lo general han sido desde el principio clientes extranjeros, parejas o grupos de extranjeros, que eligieron San Rafael para vivir, generalmente en zonas rurales y que ya venían con este concepto y esta idea de querer tener una casa sustentable, ecológica  y amigable con el medio ambiente. También suelen ser parejas jóvenes con hijos chicos que buscan un cambio en su calidad de vida y alejarse de las grandes ciudades superpobladas, con altos niveles de contaminación ambiental, y que buscan de alguna manera salir del sistema y poder vivir en armonía de una forma más ecológica y natural centrada en entorno a la naturaleza.

Casa Arnie, Atuel Norte, San Rafael, Provincia de Mendoza

Al terminar la entrevista y cerrar la nota sentí que no nos queda mucho tiempo para pasar a la acción y este es nuestro mayor desafío como seres humanos y la forma de encarar esta lucha es traer a la naturaleza de vuelta, los recursos están en ella y deben ser buscados en el pasado, en los tiempos en que la naturaleza no estaba al servicio del hombre, sino dentro del él.


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