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¿Cuál es la situación de las jugadoras de fútbol femenino en la Argentina?


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En la actualidad hay 20 equipos de Primera División a nivel nacional, ocho menos que la Primera División del masculino. Se habla de las oportunidades, del desarrollo, de la igualdad de condiciones y del apoyo a este deporte pero, ¿verdaderamente es igual para las chicas? 


El baile implica que dos o más personas muevan su cuerpo al compás de la música, con coreografías, ensayos y muestras organizadas para expresarse dentro del escenario. Pero existe otro tipo de baile: el de once futbolistas con una pelota, rodeados de miles de personas coreando sus nombres, de referis, de jueces de línea y staff técnico. Esto es otra forma de arte. 

La potencia para disparar el balón, el ángulo de tiro, los regates, la velocidad y las gambetas hacen que este deporte tan emocionante sea uno de los más vistos alrededor del mundo. 

Encender la televisión, preparar una picada o calentar el agua para los mates es parte de la rutina de los fanáticos que lo acompañan y siguen. Con un simple botón o click tenemos a nuestra disposición infinidad de partidos, de todas las ligas del mundo: argentina, europea, americana o incluso árabe. 

Pero, si alzamos la vista un poco más, vemos otra realidad: la del fútbol femenino. Mismo deporte, mismos equipos, simplemente un cambio: juegan once mujeres en vez de once hombres. Se habla de las oportunidades, del desarrollo, de la igualdad de condiciones y del apoyo a este deporte pero, ¿verdaderamente es igual para las chicas?

El año 2019 fue histórico para el fútbol femenino argentino, porque la Asociación de Fútbol Argentino (AFA) y el sindicato de jugadores Futbolistas Argentinos Agremiados (FAA) lograron la profesionalización del deporte. Y, con esto, crearon una liga profesional de fútbol femenino. Esto implicó un cambio: que se dejara de ver al fútbol femenino como un “hobby” y se empezara a ver a las futbolistas como profesionales practicantes del deporte. 

Actualmente, existen 20 equipos que integran la Primera División el Fútbol femenino argentino, y que compiten en la liga: Boca Juniors, UAI Urquiza, Rosario Central, Platense, River Plate, Racing Club, Belgrano, Independiente, San Lorenzo, Huracán, Excursionistas, Gimnasia y Esgrima La Plata, SAT, Banfield, Estudiantes, Ferrocarril Oeste, Estudiantes, El Porvenir, Defensores de Belgrano y Lanús. 

En contraste a esto, la liga de Fútbol Profesional masculina cuenta con 28 equipos en Primera División. Estos equipos, según lo establecido por la AFA, tienen que contar con al menos 15 contratos profesionales y contar con un sueldo equivalente a un jugador de la categoría de primera C. 

“Mayormente las futbolistas mujeres deben de tener otro trabajo además de la práctica del deporte. Porque el sueldo no se acerca ni un poco al de los futbolistas masculinos”, dice Belén Gallardo, futbolista de la Asociación Atlética Argentinos Juniors. “En cuanto al tema económico, estamos muy lejos, no sólo en Argentina sino en todos los países del fútbol femenino”, revela Giovanna Castronuovo, compañera del club. 

Esto no es algo sorpresivo, ya que las desigualdades salariales en el fútbol femenino son ampliamente visibles. Giovanna revela que un sueldo base de contrato de una futbolista profesional es de $75.000 en el mes de agosto 2023. Estas mujeres que viven del deporte entrenan todos los días, pasan horas en el gimnasio, hacen ejercicios técnicos para rendir mejor en la cancha y, sin embargo, su trabajo “no es redituado de la misma forma en cuanto a lo económico”. 

Según datos arrojados de un estudio realizado por la Federación Internacional de futbolistas profesionales (FIFPro), de un total de 362 jugadoras, el 66% informó que tuvo que solicitar permiso, ya sea retribuido o no, en su segundo trabajo para poder asistir a competiciones. Aunque existe la obligatoriedad de que reciban un sueldo, este está por debajo del Salario Mínimo Vital y Móvil, que actualmente es de $132.000. 

Lejos, por allá, en 1895 en Inglaterra donde se conformó el primer equipo de fútbol femenino es donde el sueño comenzó a palpitar. Allí fue donde los anhelos y los sueños de hacer rodar la pelota crecían con cada latido de las mujeres que se querían hacer ver en este deporte. Ya para el año 1991, la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) había dado lugar a un evento deportivo masivo que cambió a este deporte: el primer mundial femenino. 

“Hemos ido conquistando espacios no solo como futbolistas, sino como mujeres también y eso es importantísimo. Falta mucho pero se está cambiando”, revela Lucila Rivarola, jugadora del Club Atlético Talleres de Córdoba. 

En la Liga Profesional Argentina existen algunas marcas reconocidas que decidieron acompañar y darle la mano a estas talentosas jugadoras: YPF y Gatorade fueron las dos grandes empresas que sponsorearon al campeonato hasta diciembre del 2023, ayudando a este deporte a crecer. Es por esto, que el torneo ahora se llama Campeonato femenino YPF. 

“El aporte es mucho menor que el masculino, pero sí hay marcas que nos están acompañando. Hay compañeras que firman con marcas deportivas o reciben algún canje y eso ayuda también muchísimo”, cuenta Pamela Flores, actual jugadora de Talleres de Córdoba. 


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