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CUÁLES SON LAS PROBLEMÁTICAS EN LA DIFUSIÓN DEL FÚTBOL FEMENINO

Tres futbolistas y una periodista especializada hacen un repaso por los puntos en los que se podría mejorar.
Por Yamila Grassi y Jordi Galvis
El 16 de marzo del 2019 el fútbol femenino se profesionalizó. A raíz de este hecho, nos pusimos a analizar sobre qué avances hubo y qué cuestiones todavía siguen sin resolverse. Hay muchas quejas respecto a lo que sucedía antes (y sigue sucediendo) dentro y fuera del deporte. Para eso, Florencia Salazar, jugadora de San Lorenzo; Ludmila Orosco, jugadora de Nueva Chicago; y Aylén Montiel, de Huracán, nos dieron su opinión.
Florencia Salazar, San Lorenzo de Almagro
Florencia cuenta que las redes sociales y los diferentes medios de comunicación son de ayuda al momento de la difusión y así lograr que crezca el fútbol femenino. Está muy cómoda en su club y asegura que, tanto la gente del club como el hincha, siempre la apoyan y eso genera algo único. “Una futbolista invierte mucho en su carrera tanto en la alimentación como en los materiales y el viaje. El que puedan ayudarte en lo económico es algo muy importante”, refiriéndose a las cuestiones económicas. Sabe que muchas deportistas tienen otro trabajo para poder mantenerse: “Es un sacrificio enorme, donde vale más la pasión por el fútbol que otra cosa”. En su caso, San Lorenzo tuvo la oportunidad de jugar en el estadio principal. Para ella fue una experiencia hermosa. El poder escuchar las canciones y el aliento del hincha la hacen querer seguir viviendo esta experiencia única. Cree que el dejarlas jugar en la cancha principal sería un gran paso para todos los clubes.
Ludmila Orosco, jugadora de Nueva Chicago
Para ella la difusión está muy avanzada y exclamó: “Fue una alegría muy linda que el fútbol femenino se haya hecho profesional”. Cree que lo más importante es entrenar para poder cumplir los objetivos, como subir de categoría y que también, sobre todo, el poder pasarla bien. Con respecto a cómo se podría ayudar en la difusión: “Que sea el partido preliminar de la primera de los hombres y jugar antes que ellos el mismo día”
Aylén Montiel, arquera de Huracán
Las condiciones en las que juegan son muy buenas, pero actualmente están jugando de local en Sacachispas. Ellas están muy agradecidas con el equipo de Soldati por el espacio que le dan: “Nos trataron y tratan como si fuésemos jugadoras de su club”. Con respecto al jugar en la cancha oficial, asegura que tiene que haber otros factores que acompañen este desarrollo: “Obviamente que todas las jugadoras queremos jugar en el estadio del club que representamos, ya que no es nada más ni nada menos que lo que nos merecemos. Pero entendemos que hay muchas cosas para trabajar antes de hacerlo”, afirma la jugadora del Globo. En cuanto a la visibilización, nos dice que Huracán depende de la prensa oficial, la transmisión de los partidos y la prensa partidaria del club. También opina que los resultados que su equipo genere les podrían aportar una mayor difusión, entendiendo que esto depende de ellas y el cuerpo técnico.
Cree que el fútbol femenino avanzó mucho a comparación de años anteriores pero que están muy lejos de lo que quieren. “Se sigue necesitando el apoyo de la AFA. No es cuestión de estar un año y después soltarnos la mano. Se necesita invertir en esto y es lo que queremos. Muchísimos equipos tienen mucho potencial, pero algunos no tienen el apoyo que se necesita para poder explotarlo”, dice Aylén.
Ayelén Pujol, la voz de una periodista especializada en fútbol femenino
Ayelén Pujol, periodista especializada en futbol femenino, cree que la difusión a aumentado: “Era parte de un proceso que se venía dando después de la huelga que había hecho la selección”. Para Ayelén, empezó a haber una articulación entre el feminismo en las calles y en las canchas: “Me parece que se empezaron a notar y hacer muy fuertes las desigualdades porque en el fútbol son enormes”.
A la hora de entrevistar a las jugadoras, ella señala que cuesta que les pregunten sobre el juego. Muchas veces se les da más lugar a las historias de vida que al análisis del juego. Por el lado económico, cuenta que hay jugadoras que tienen hasta triple jornada laboral y que eso se refleja en el rendimiento. Los clubes que tienen una mayor inversión en el fútbol femenino como Boca, River, UAI y San Lorenzo, son los que a la larga logran mejores resultados por las condiciones de entrenamiento, las cuestiones salariales, entre otras cosas que facilitan su desarrollo. “Hoy en día un contrato de trabajo te da la posibilidad de tener obra social y aportes. Eso ya es una reivindicación muy grande que te da dignidad a tu vida”, dijo. Y resaltó lo importante que es el simple hecho de que les paguen por lo que hacen.
En cuanto a la visibilización que está teniendo el fútbol femenino, asegura que la elección de días y horarios las perjudican, por el hecho de que varios de los partidos son en horario laboral: “Creo que el partido que jugó Argentina contra Panamá, para clasificar al repechaje a la Copa del Mundo, maca un modelo a seguir. Si bien fue un día de semana, pero fue a las ocho de la noche, con entrada gratis y con una buena difusión”. Ahora, gracias al crecimiento que está logrando esta disciplina, las niñas y jóvenes que hoy quieran jugar al fútbol van a tener una referencia clara y, en un futuro, logren ser jugadoras profesionales.
Otros motivos que también podrían influir
Oferta y demanda
La oferta y demanda de un producto, servicio o bien siempre es indispensable en los conceptos básicos de la economía y se aplican en muchas cuestiones. El futbol femenino no es la excepción. No se acerca para nada a la enorme demanda que tiene el futbol masculino. Esto se debe a que el deporte integrado por los hombres tiene alrededor de un siglo en el que se profesionalizó y se ha ido mejorando con el paso de los años. Fue capaz de captar la atención de los espectadores, aunque al principio tuvo sus detractores. Hoy en día en considerado el rey de los deportes, ya que son muchos países en los que se lo practica y también se tiene montado una infraestructura colosal. El femenino, en cambio, es muy reciente y falta crear más vínculos con la audiencia en general. Si bien, como todo lo nuevo, no tiene quizás la elegancia o la estrategia del masculino, esto no quiere decir que no pueda mejorar. Se debe llamar la atención, de una forma que sea la adecuada para que el deporte femenino vaya sumando espectadores e hinchas.
Posible mala propaganda y marketing
Hay una posible mala propaganda y marketing. A veces, la forma en la que se encara la difusión en los medios y las redes no son la adecuadas. Esto hace que algunos espectadores pierdan interés en el futbol femenino. Es una posibilidad, ya que hay casos en los que una mala difusión genera rechazo en algunos estratos de la sociedad por las formas en las que se pueda llegar hacer (Además de las cuestiones involucradas).
Mala administración
La AFA está constantemente siendo reclamada por las futbolistas femeninas. La mayoría de ellas reclaman que hay una pésima gestión. Esto no es relativamente nuevo, ya que también hay descargos por la parte masculina. Lo cierto es que el ente rector del futbol de argentina no ha podido solucionar muchos problemas que vienen teniendo los equipos y si les da una solución es apenas un pequeño parche.
Comparaciones con otros países
España
Hace unos meses tuvo un récord mundial en cuanto audiencia de clubes se trata. Más específicamente del duelo de Atlético de Madrid- FC Barcelona, en el cual tuvo 60739 espectadores. Desde la temporada 18/19 se viene gestando el uso de los estadios oficiales. Esto se trata de un proyecto estratégico entre los diferentes clubes y La Liga para dar visibilidad y, por consiguiente, mejorar su profesionalización. Cabe también resaltar que todavía se sigue trabajando en muchos clubes, pero están dando sus pasos para ir progresando de a poco.
Estados Unidos
Es el máximo exponente de este deporte y no es para menos. Tienen una infraestructura montada desde el año 1972, en cuál una ley bautizada como “Title XI” obligó a las universidades a crear programas deportivos dedicados exclusivamente a sus mujeres. Esto trajo beneficios en todo el país norteamericano, ya que hay una gran masa de chicas que juegan al futbol.
Tienen condiciones adecuadas para que cada vez haya más competitividad y mejor nivel. De hecho, se estiman que hay entre 400 y 500 equipos contando solo para las jugadoras de 18 a 22 años. Desde pequeñas se las va instruyendo para su mejoramiento constante.
Alemania y Japón
Éstos países comparte similitudes, ya que ambos están apostando constantemente al futbol femenino en sus respectivos países. En el caso de Alemania, podemos atribuir que viene de un proceso desde 1982 en el que se profesionalizó el futbol. Y apuesta por la calidad de sus futbolistas. En el caso del país nipón apostó por el proyecto con la metodología Ekkono desde el 2012. Consiste en dos programas: Uno dirigido a técnicos de todo el país y, el otro es una mejor metodología de entrenamiento para los centros de alto rendimiento, tanto masculinos como femeninos con los que cuenta la federación japonesa en el país.
Si bien estos países tienen una situación económica y de gestión muy distintas a la de Argentina, es no significa que no se puedan imitar algunas cuestiones que se han llevado a cabo para tratar de mejorar el futbol local y su infraestructura.
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“La verdad está en lo que se trafica vía la risa”
Del interior del portero eléctrico sale una voz cálida. “Ahí voy”, la misma voz que a través de una sonrisa indica el camino. Sobre la pared, tras la inmensa biblioteca, un gato Ramón mira desde la cómoda silla donde descansa. Su dueña es la psicoanalista y escritora Alexandra Kohan. Con una mirada crítica y un estilo libre de imposturas, presenta su último ensayo El sentido del humor, donde navega por las aguas de los fallidos, los desvíos y las risas.

Del interior del portero eléctrico sale una voz cálida. “Ahí voy”, la misma voz que a través de una sonrisa indica el camino. Sobre la pared, tras la inmensa biblioteca, un gato Ramón mira desde la cómoda silla donde descansa. Su dueña es la psicoanalista y escritora Alexandra Kohan. Con una mirada crítica y un estilo libre de imposturas, presenta su último ensayo El sentido del humor, donde navega por las aguas de los fallidos, los desvíos y las risas.
¿Hay algo de la actualidad que te haya impulsado a escribir sobre el humor?
Hay algo de la actualidad que me interesa destacar en un momento particular. Cuando escribí lo del amor efectivamente había muchísima proliferación de discursos prescriptivos alrededor del amor, eso me incomodaba mucho. Lo del cuerpo surgió más por la pandemia y lo del humor, si bien es un asunto que me importa hace más de 20 años y es un tema al que vuelvo. Los últimos años se han vuelto muy solemnes y entonces me interesaba agarrar eso. Son temas que en la actualidad cobran una forma particular que me interesa discutir.
En tu libro menciónás que para vos no hay transmisión ni práctica del psicoanálisis sin risas. ¿Por qué, cómo pensás el rol de la risa en el análisis?
La risa, el humor, son una de las cosas más emancipadoras que existen en el sentido incluso de lo instantáneo. En ese instante en el que se produce la risa algo se afloja, algo se alivia y ese alivio, por más que no se pueda constatar de manera duradera, abre y produce que pasen cosas que no pasarían. Sin la risa uno está agarrado a sus ideas, a su imagen, a sus prejuicios, a sus cosas y la risa rompe ¿no? Rompe ese modo en que cada uno de nosotros está agarrado a eso que cree que uno es y me parece que la risa en el consultorio ocurre bastante.
En el capítulo “Usted me ofende” hablás sobre la ofensa como una reacción de nuestros tiempos. ¿De qué forma crees que nos limita la indignación a la hora de producir reflexiones o de generar debates a través del humor?
La ofensa y la indignación son dos formas del impedimento. Todos nos hemos indignado y nos hemos ofendido pero desde ahí no se puede hacer nada, solo queda detenernos y regocijarnos en la propia ofensa y la propia indignación. Son sentimientos bastante individuales y morales, “yo me ofendo, yo me indigno”, existen y no digo que está mal que existan, lo que digo es ¿qué hacemos con esos sentimientos que son muy morales cuando lo que el humor viene a proponer es otra cosa? Es una salida del impasse el humor, nos saca de esa paz del impedimento porque suspende la moral, no porque es amoral, sino porque la suspende.
¿Crees que ofendernos y pensar que tenemos razón nos trajo donde estamos ahora?
A lo que nos llevó “me ofendo y yo tengo razón” es primero al aislamiento y a la rotura de los lazos comunitarios, no digo que eso sea lo único obvio, ni tampoco es tan directo causa efecto. Creo que si vos te encerrás en que vos tenés razón, en tu indignación y en quién tiene razón, se vuelve una lucha uno a uno y eso no tiene nada que ver con lo colectivo. Lo colectivo es justamente lo que no segrega las diferencias, lo que admite que tengamos razón vos y yo al mismo tiempo, aunque digamos cosas contrarias, como si dijera “vos tenés tus razones, yo tengo las mías, juntémonos y pensemos qué hacemos”. Para los procesos colectivos no importa quién tiene la razón, importa cuál es la fuerza que podemos obtener para para ir en contra de aquello que nos está destruyendo.
Entendiendo al humor también como ficción ¿Por qué crees que nos empeñamos en leer la ficción como una realidad fáctica?
La crisis del humor está cerca de la crisis de la lectura en el sentido de cómo leemos, cómo nos relacionamos con eso que leemos, cómo leemos todo un acontecimiento político, una ficción, una ciudad. La posibilidad de leer implica también entregarse a lo que no se sabe y sorprenderse. Si vos vas a leer una novela y confundis al autor con el narrador y crees que todo lo que hizo es expresión de lo que piensa el autor ya estás leyendo mal porque una ficción pretende ser leída como ficción no como realidad. La ficción tiene efectos de verdad, por supuesto, pero no de realidad. Mucho menos de la realidad de lo que piensa un autor. Para mí el humor va en la misma línea de la ficción. No sabemos qué verdad se articula en ese humor. La verdad no está en lo explícito del humor, está en lo que se trafica vía el chiste, la risa.
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A 17 años del Bronce de Los Pumas
En la Copa del Mundo de Francia 2007, Los Pumas lograron dos hechos históricos: ganarle dos veces al local y volver con la primera y única medalla de bronce en un mundial. En este informe, revivimos a través de algunos de sus protagonistas cada momento de aquella hazaña.

En la Copa del Mundo de Francia 2007, Los Pumas lograron dos hechos históricos: ganarle dos veces al local y volver con la primera y única medalla de bronce en un mundial. En este informe, revivimos a través de algunos de sus protagonistas cada momento de aquella hazaña.
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Juan Pablo Buscarini: “Hoy ya no hace falta hipotecar tu casa para filmar una película”
El premiado director argentino dio su perspectiva sobre el estado de la industria del cine, la evolución del medio de la animación y los peligros de la inteligencia artificial.

El premiado director argentino dio su perspectiva sobre el estado de la industria del cine, la evolución del medio de la animación y los peligros de la inteligencia artificial.
A lo largo de sus 24 años como director de cine familiar, Juan Pablo Buscarini ha explorado diferentes propuestas narrativas y lenguajes estéticos; desde adaptaciones literarias, hasta películas que combinan animación 3D con actores de carne y hueso, como fue el caso de “El Ratón Pérez”, ganadora del Goya 2007.
-¿Cómo aumentó tu interés por contar historias a medida que fuiste evolucionando vos y el mundo audiovisual?
-El interés no viene de mis padres. Mi mamá era profesora de literatura y mi papá fabricaba zapatos y carteras, pero yo desde chico soy fanatico del cine. Sin embargo, en su momento decidí estudiar ingeniería porque tenía facilidad para las matemáticas, e hice la carrera completa, pero con el tiempo empecé a soñar con formar parte de esa industria. Lo veía así; como una industria. Entendía que era un trabajo. Quizá no estaba pensando necesariamente en contar historias. A los 28 años tomé mis ahorros y me fui a hacer un master de animación a Inglaterra.
-Tu filmografía tiene un foco en el cine familiar. ¿Cómo describirías al niño espectador de la época de “El Ratón Pérez” en 2006 respecto a este de 2024?
-Cuando hice “El Ratón Pérez” llevaba a mis hijas chiquitas al cine para ver qué películas familiares estaban dando y a ver quién iba a tener que fumarse ver. A mí me encantan las películas de Pixar porque venden igual cantidad de entradas para chicos que para adultos. Pero el streaming cambió todo. Hoy el espectador está fragmentado, desconcentrado. Una cosa es tratar de ganarte a los niños en una sala de cine y otra en las casas que pueden distraerse y pausar la película cuando ellos quieran.
-¿Entonces qué motiva ir al cine hoy en día? ¿Y para vos qué valor tiene el streaming?
-Antes las películas funcionaban con el boca en boca. Hoy en las reuniones de producción te dicen que hay que “eventizar”, un megaestreno, porque si no la gente no va. Total, después pueden verla en Netflix. A mí la combinación de streaming con salas de cine, en la que una película se estrena, y luego llega dos meses después a una plataforma, me parece una buena. Ahora los filmes originales de plataformas se piensan activamente para que les guste a todos por igual, independientemente de la región o la visión del realizador, y eso genera que se pierda identidad.
-Tu cine abordó un arte que es tan delicado y tan humano como la animación, incluso llegando a mezclar 3D y Live-Action. ¿Cómo vivís el arrasador avance de la inteligencia artificial?
-John Lasseter, director de Toy Story, decía que pensar que la animación 3D la hace una computadora sola es como pensar que la stop motion la hace la plastilina sola. La computadora es una herramienta. Respecto de la Inteligencia Artificial, me asusta más que la realización de la animación, que incluso podría traerle oportunidades a artistas independientes, es el tema de la escritura de los guiones, que es la génesis creativa de cualquier proyecto cinematográfico. Detrás de toda decisión creativa hay un montón de reflexión. No quiero que se desvalorice eso. Una Inteligencia Artificial nunca va a poder hacer lo que hace Hayao Miyazaki.
-Adaptaste al cine la novela infantil “El inventor de juegos”, de Pablo de Santis, con quien co-escribiste el guión, donde el protagonista tiene pasión por los juegos de mesa. ¿Qué te motivaba del proyecto entonces y que cambiaría si lo estuvieses afrontando ahora?
-Al día de hoy, el libro se sigue leyendo en los colegios. Creo que eso pasa con todas las buenas historias. La novela tiene muchos elementos que abren la imaginación y te recuerdan esos momentos agradables e íntimos, en familia, todos concentrados y compartiendo. El libro le hacía tributo a eso y yo quería que la película también lo haga. Creo que si la tratara de hacer hoy me dirían que es raro que no haya pantallas ni celulares por ningún lado.
-¿Creés entonces que hoy habría que poner videojuegos en vez de juegos de mesa?
-Si se hiciera eso, el protagonista ya no se sentaría a jugar con el abuelo, a que él le enseñe cómo jugar. El abuelo estaría en otra habitación.
-En el ambiente artístico crece la preocupación por el desfinanciamiento del INCAA. ¿Te sucede lo mismo?
-Argentina tiene la característica de la oscilación y de ir de un extremo a otro. Cuando yo terminé el secundario estaban los militares, había un montón de censura en el cine. Después vino la ley de cine 95 y logró que se produjeran muchísimas películas. Más allá de que a veces puede haber un interés un poco personalista en las películas, es clarísimo que el diagnóstico y la decisión del gobierno actual está profundamente errado.
-¿Qué le dirías a un joven que quiere dedicarse al cine en este país?
-Que deben aprovechar este momento de democratización que trajo la era digital, que es excelente. Se puede filmar una película profesional con un IPhone. Hay una abundancia de recursos como nunca antes. Hoy ya no hace falta hipotecar tu casa para que puedas filmar una película.