Entre los principales reclamos, Bagnato apuntó al sistema penitenciario: “Nosotros no estamos pidiendo ni pena ni muerte, ni que los torturen, lo que pedimos es que aprendan a valorar la vida. Ese es el punto principal”. A su vez, agregó que los detenidos deben tener herramientas para reinsertarse en la sociedad.


Sobre los hechos de inseguridad registrados en el último mes y la respuesta de justicia por mano propia, Menghini aseguró: “No se necesitan más cárceles, acá no se necesita mano dura. Acá se necesita rearmar a un estado desde la base, y creo que cualquier argentino de bien tiene que colaborar con eso. No tiene que ver con mano dura ni cualquier cosa de ese estilo, mucho menos con la mano propia”.

Otra de las víctimas que se encontraban en la movilización que se concentró frente al Congreso fue Nilda Gómez, madre de Mariano Benítez, una de las víctimas del incendio del boliche Cromañón. La mujer destacó el apoyo de la gente y se centró en la capacidad de los nuevos funcionarios del actual gobierno. “Nos están ayudando, de alguna manera nos están escuchando”, aseguró. Además, agregó que hubo un cambio en la actitud de los funcionarios, según le cuentan los familiares de víctimas con los cuales tiene contacto. “Me decían que toda la vida se la pasaron tocando puertas y nadie se las abría, hoy el secretario (de Derechos Humanos, Claudio Avruj) me está llamando. Y eso es una luz en el camino, realmente es algo que nos da la esperanza de que se pueda cambiar.”
Otro testimonio esperado era el de Carola Labrador, madre de Candela Rodríguez, asesinada en 2011 en la localidad de Hurlingham. “Espero más compromiso de la gente común, de la gente que no le pasó. A mí me pasó y me destruyeron la familia”, expresó Carola. Insistió además con la necesidad de que la gente recurra a la unión frente a estos casos, ya que nadie está exento de sufrir la pérdida de un familiar. “Nadie te puede dar un abrazo más sincero que otra madre que perdió un hijo.”
La madre de Candela, apuntó contra el estado y la falta de acompañamiento que tiene los familiares de las víctimas. “Hay derechos humanos para los asesinos y los violadores pero para las madres, los padres, los hermanos de las víctimas no hay nada”, concluyó.
Agregar comentario