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Explosivo, salvaje e intenso


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El pasado domingo 19 de marzo, Billie Eilish cerró la 8° edición del Lollapalooza Argentina. Su primera visita al país estuvo acompañada de una electrizante presentación en el Hipódromo de San Isidro.


Con una temperatura de 28° C, bajo un cielo oscuro y al mismo tiempo brumoso, que presagió una lluvia intensa que en ningún momento llegó, a las 22.15hs arrancó el esperadísimo show de una de las voces más influyentes de la música para la generación 2000 a nivel internacional.

Una hora y media convertida en un instante lleno de emociones y recuerdos. Gritos, coros, llantos y miradas cómplices entre gente que ni se conocía pero sabía el motivo que los convocaba. Explosivo, salvaje e intenso, son las palabras que definieron al esperadísimo show que Billie brindó como headliner de uno de los festivales más taquilleros del mundo, frente a un público argentino sediento de su música en vivo. Según Billboard, 100.000 almas se hicieron presentes.

En 2020 la pandemia le puso un paréntesis a las giras, y por ese motivo se truncó su visita programada para el 2 de junio en el estadio DirecTv Arena, perteneciente al Where Do We Go? World Tour. Pero como el fútbol da revancha rápido, la vueltas de la vida también le dieron a la intérprete de “Ocean Eyes” ese lujo, y finalmente conoció por sí misma el fervor y la calidez de Argentina.

El show empezó quince minutos más tarde del horario estipulado. El personal del evento tuvo que convencer al público que se alejara de las vallas para evitar inconvenientes mayores, y afortunadamente la respuesta estuvo al alcance de lo pedido.

Con luces intermitentes y un salto en medio del escenario, Billie puso primera al ritmo de “Bury a Friend”. A los 50 minutos varios desmayos obligaron a interrumpir el concierto y pedir asistencia médica. Luego de un paréntesis de 10 minutos, la californiana regresó y lentamente empujó el recital hacia su punto más alto para cerrar con “Bad Guy” y “Happier Than Ever”. Concluido el espectáculo, el público se retiró lentamente del predio extasiado y escéptico de lo que pasó frente a sus ojos.


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