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Gambito de dama, un acercamiento al ajedrez de alta competencia


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Si hay algo que molesta a los ajedrecistas es que los guiones de las películas sobre ajedrez no están supervisados por especialistas. Las posiciones y los movimientos en las partidas son falsos, no hay “cabeza de ajedrecista”. Sin embargo, en Gambito de Dama, la nueva serie de Netflix recientemente estrenada, además de darle una mirada fem y fresca al ajedrez de alta competencia, el director Scott Frank consideró una realidad insuperable: aprender ajedrez antes de filmar.

Por Florencia Rojas

Es por esto que el guionista estadounidense decidió asesorarse con el soviético excampeón del mundo Garry Kasparov y Bruce Pandolfini, entrenador de Josh Waitzkin, aquel joven norteamericano en el cual se basara el film “En busca de Bobby Fischer”. Queda clarísimo que “la prioridad se centró en representar con mayor exactitud estas cuestiones que siempre estuvieron descuidadas en la historia del cine: el juego, el ambiente y las características más sobresalientes de las personas que juegan ajedrez”, afirmó Christian Galván, ajedrecista docente del Círculo de Ajedrez Torre Blanca de la sede de Buenos Aires, Argentina.

Para empezar, en Gambito De Dama el ajedrez prima por encima de la condición social, la procedencia política, el género, la religión y las adicciones. Esto se refuerza  en parte con componentes macro muy sutiles como el color rojo fuego del cabello de Beth que hace un link directo a Judith Polgár, la ajedrecista Gran Maestra Internacional. “La húngara será quien obtenga el título de Gran Maestro a hora más temprana, superando el récord de Fischer, vencerá a todos los mejores jugadores del mundo (en alguna oportunidad hizo inclinar el rey de Gari Kaspárov considerado por muchos el mejor jugador de la historia)”, historizó Sergio Negri, Maestro FIDE (en su blog personal Ajedrez Latitud Sur).

La caracterización de Elizabeth Harmon – Anya Taylor-Joy – está inspirada “en una mezcla de muchas figuras del campo norteamericano y soviético del mundo ecléctico de la alta competencia en plena Guerra Fría, y eso se ve cuando ella estudiaba sola y tenía el poder de activar y a la vez de dejarse ayudar y de sentir el triunfo como colectivo”, explicó Julián Chomsky, coordinador del programa de ajedrez de la Biblioteca Nacional. “La figura del ego, del “yo hago todo”, “yo puedo” es más permeable a dejarse ayudar como hacían los soviéticos”, subrayó.

“La síntesis de varios campeones del mundo va desde Bobby Fischer pasando por la sensibilidad inteligente de Boris Spassky. La escena donde cristianos se acercan a la casa de Beth para hacerle firmar un contrato donde debe difundir la doctrina religiosa y ella no quiere saber nada, es una alusión directa a lo que era el ajedrecista estadounidense. A Fischer lo llamaban políticos, lo llamó Kissinger, y a él no le interesaba, solo quería ser campeón del mundo, solo quería ganarle a Spassky. En ningún momento se creyó un “héroe de guerra”. De la misma manera, Beth no es “ninguna revolucionaria, sólo es una amante y prodigia del ajedrez”. Aun así su personaje es más humano que Fischer, es menos individualista e incluso, teniendo severos problemas con las adicciones, no tiene su paranoia extrema. Las características más humanas que trae Beth están condimentadas por el sentido humano del soviético”, señaló el ajedrecista.

El título de The queen’s Gambit le hace exclusivo honor a esos momentos de nervios donde no hay tiempo para calcular la jugada y hay que apelar al sexto sentido. Para Katherina Sol Draguicevich, ajedrecista y árbitra nacional de la Federación Argentina de Ajedrez, “guiarse por la intuición siempre está bien”.

En su experiencia cuando el reloj apura, “el olfato” es necesario y muchas veces resulta. “Siempre que en ajedrez cuando juego realizo un sacrificio de pieza o un sacrificio de peón más que nada es por intuición.  El cálculo es algo que todavía estoy entrenando. Y aunque considero que la intuición es importante pienso que es más importante entrenar la parte del cálculo”.

El cubano José Raúl Capablanca y el norteamericano Paul Morphy también aparecen en comparación a Beth sobre su ajedrez práctico y de chica prodigio. Ellos como Harmon sabían las jugadas correctas por intuición, su juego era de manera rápida y era muy complejo derrotarlos. Tenían la facilidad de moverse en cualquier tipo de situación, teniendo un entendimiento del ajedrez adelantado a su tiempo. La comparación con Morphy también es a nivel psicológico. “Se resalta la genialidad filosa e incontrolable que puede llevarla a la locura. Morphy terminó retirado a los 22 años. La escena clave que resalta esto es cuando Beltik le confiesa a Beth que tiene miedo de que ella termine como él”, señaló Galván.

De la misma manera que se expresa fiel la estrategia y táctica del juego, y se puede ver la bibliografía en los libros que consumen la joven prodigio y el círculo de ajedrecistas para aprender: “The Queen’s Gambit tiene errores, algunos menores como cuando Beth dice que no hace “problemas” porque son todos inventados. Problemas es resolver una situación con una secuencia de jugada: cuál es la mejor jugada, con cuantas jugadas das mate, esos problemas que te ejercitan el juego. Ningún ajedrecista puede llegar a ese nivel sin resolver problemas. Es absurdo”, sentenció Chomsky quien además es psicólogo.

En la historia del cine “hay muchas películas que no respetan nada y hay otras películas que se toman algunas licencias cinematográficas, sintetiza Chomski, para explicar lo que se puede tolerar y lo que no dentro un film. “Dentro de las licencias se puede ver sin críticas, un torneo donde se canta “jaque” porque el espectador tiene que entender que el rival tiene al rey aprisionado o está en peligro. Un caso puntual es En el Séptimo Sello, una película que es un clásico, allí hay una famosa escena de ajedrez donde el tablero está mal puesto, y eso no es una licencia es un craso error”, definió Chomski.

Otro punto que “no es real pero que se entiende desde el punto de vista cinematográfico es que ella pierde dos o tres veces en la vida. Eso es falso. -Garry – Kasparov a esa edad en un torneo perdía 2, ganaba 2. Empataba 6. En el ajedrez más de la mitad de las veces el resultado es tablas. Y acá nunca se ve que hace tablas”, sostuvo Chomsky, quien afirma que para llegar a ser ella tiene que haber perdido más de las veces que ganó porque no existe esto de ganar siempre.

Dentro  de la serie, el aspecto psicológico que genera el juego (cómo por ejemplo el stress ante una partida, los rituales que intervienen para que la jugada sea mejor y la concentración que se necesita para la práctica) está bien marcada. “Los nervios, la bronca, la frustración, la alegría, todas esas sensaciones que aparecen en la serie son propias de los torneos de ajedrez. En los torneos tenés un sinfín de emociones, y podés llegar a tener muchas emociones en un mismo día dependiendo de tus resultados”, admitió Draguicevich.

En la misma línea el docente del Círculo de Ajedrez Torre Blanca siente muy bien reflejado como muestran a los jugadores de ajedrez a la hora de encarar un torneo: “Cuando Beth viaja a México con la madre y ella conoce un novio, hacen una vida de vacaciones, la ves a Beth diciéndole que baje el volúmen, que apague la tele. Para el ajedrecista vas a un torneo y estas todo el tiempo pensando en ajedrez. La ansiedad de llegar tarde a una partida y la preparación de ésta en la noche previa hace que aunque estés en un lugar muy paradisíaco estás pensando en ajedrez.  Estás todo el día del tablero a la casa, y de la casa al tablero”, se sinceró el ajedrecista.

Otras menciones que aparecen en el guión, por fuera de la sabia pasión que Walter Tevis, el creador de la novela The queen’s gambit, tiene por Bobby Fischer, Boris Spassky y Anatoli Kárpov porque son su fuente de inspiración, son los guiños de todos los campeones del mundo de antes del año 50: el primer campeón del mundo, el inspirador de Praga, Wilhem Steinitz, el alemán Emanuel Lasker, el cubano José Raúl Capablanca, el soviético –ruso Alexander Alekhine, el neerlandés Max Eowe y el patriarca del ajedrez soviético – ruso Mikhail Botvvinik.

Asimismo, todas las posiciones de las partidas que usan la protagonista y los participantes en todos los torneos fueron creadas por ajedrecistas de renombre. “Los planos que se usan para mostrar las jugadas también son reales, algunos son de jugadas históricas y otras de composiciones hermosas hechas específicamente para el film como la jugada de Townes y Beth en el campeonato estatal en Kentucky”, confiesa Galván.

La última jugada entre Beth y Borgov es un momento deportivo muy apreciado porque es algo que  realmente ocurre mucho en la alta competencia. “Borgov entra en variantes perdedoras, hace una jugada que la sorprende de todo lo estudiado, de todas las variantes que le indicaron sus amigos. Ahí se la ve a ella sola mirando las piezas que se mueven en el techo y ahí encuentra el camino para ganar. Borgov le ofrece tablas, con tablas Beth gana el torneo y ella decide jugársela a ganar. La mayoría de los jugadores se aferran a resultados deportivos pero acá se estaba jugando cierto honor y cierta verdad, y cuando uno juega al ajedrez seriamente hay una búsqueda de la verdad insoslayable”, decretó el árbitro.

Selección de partidas que aparecen en The queen’s Gambit

1. Harmon Mr. Ganz

Un bonito mate en pocas jugadas se produce en el primer capítulo de la serie cuando el señor Ganz se acerca al orfanato a conocer a Beth y juegan una partida.

Esta miniatura clásica ocurrió en una partida real entre los maestros Richard Reti y Savielly Tartakover en Viena, 1910. https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1250654

1. e4 c6

La defensa Caro Kann.

2. d4 d5

3. Cc3 dxe4

4. Cxe4 Cf6

Más popular es la variante con 4…Af5 5. Cg3 Ag6 6. h4 h6 7. Cf3 etc.

5. Dd3 e5

6. dxe5 Da5+

Las negras confían en este jaque para recuperar el peón entregado.

7. Ad2 Dxe5

8. O-O-O Cxe4

Ahora parece que las blancas pierden una pieza sin embargo existe un bonito remate.

9. Dd8+!!

Sacrificio de dama que atrae al rey a una casilla desfavorable.

Posición después de 9.Dd8!!

9…Rxd8

10. Ag5+

y no 10. Aa5+? Re8 11. Td8 Re7 y no hay más jaques.

10…Rc7

si 10…Re8 Td8#

11. Ad8# 1-0

2. Townes Harmon

Beth participa del campeonato estatal de Kentucky y en una de las partidas se enfrenta a Ralph Townes personaje por el cual siente cierta atracción. A pesar de ello en su enfrentamiento encuentra esta bonita combinación que corresponde a una composición del problemista francés Henry Rinck

https://www.youtube.com/watch?v=vSLvYRVuuIw
Juegan negras

1… Rg7

La torre se encuentra bajo amenaza.

2. Th5

Si 2. Th4 Cf3+ ganando la torre.

2… Rg6!

renovando la amenaza.

3. Ta5

La torre blanca se encuentra dominada por la acción del poderoso caballo centralizado que da jaques dobles casi a cualquier movimiento

por ejemplo

3. Tc5 Cb3+

3. Te5 Cf3+

3. Th4 Cf3+

3… Cb3+ ganando.

3. Harmon Beltik

En la partida decisiva del mismo torneo Beth se enfrenta a Harry Beltik y luego de una dura batalla remata el juego con un fino sacrificio de dama seguido de un mate inevitable. La partida original fue jugada entre el fabuloso jugador de ataque Rashid Nezhmetdinov y Genrikh Kasparian en Riga 1955. https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1102189

https://www.youtube.com/watch?v=A0wStj3AAjQ
Posición después de 40…Rh6

41. Dxg6!!

Beltik abandona en vista de la siguiente continuación forzada al mate 41…Rxg6 42. T1f6+ Rg5 43. Tf5+ Rg6 44. T7f6+ Rh7 45. Th5+ Rg7 46. Tg5+ Rh7 47. Af5#

4 Harmon Girev

En el cuarto episodio Harmon viaja a un torneo en México y por primera vez conoce el rigor de los jugadores soviéticos.

Su partida con el prodigio Georgi Girev se convierte en una larga batalla de 5 horas y solo después del aplazamiento de la misma Beth encuentra el juego preciso.

La jugada sellada de Beth se trata de una variante ganadora omitida en una partida que terminó en unas tablas entre Dimitri Jakovenko y Daniel Stellwagen del torneo de Corus Wijk Ann Zee en 2007  https://www.chessgames.com/perl/chessgame?gid=1444671

Posición después de 39… Rh8

40.h5!!

La idea es que a cualquier captura de peón las blancas generan un peón libre con amenazas de mate.

40…Te2

Amenaza Txb2

41. a4

Solucionando la seguridad del rey.

41…Txb2+

42. Ra3 hxg5

43. hxg6

Con la amenaza de Th7 mate.

43…Th2

44. Txb7 g4

45. Txa7 g3

Ahora las blancas simplifican la posición pasando a un final ganador.

46. Th7 Txh7+

47. gxh7 Rxh7

48. a5

y las negras abandonaron ya que no pueden detener la marcha del peón.

Oda a la intuición en primera persona

Los ajedrecistas saben que la intuición, en sus experiencias personales, muchas veces es una herramienta fundamental para ganar en los torneos. La “cabeza de ajedrecista” o de “cálculo” no es la única que se usa en la alta competencia porque como el título de la serie lo indica, el sacrificio de la pieza más importante del tablero a veces es muy necesario y requiere de una intuición afilada.

La escena final en la que Elizabeth Harmon – Ana Taylor- Joy – y Borgov, el mejor ajedrecista soviético que la desafía en Moscú en el Campeonato Mundial, da cuenta de esto. Tras una derrota previa y mucho tiempo invertido en analizar las técnicas de la escuela soviética, ahora Beth debe analizar con sus compañeros cómo contrarrestar cualquier ataque imprevisto. Ante el susto de volver a perder contra uno de los mejores, en un rapto de iluminación, deposita su confianza en la abstracción intuitiva que la hace visualizar la jugada en el techo y la conduce al éxito.

Para Daniela Mazza, psicóloga de la Universidad de Buenos Aires (UBA), “la intuición es un razonamiento rápido” que se puede hacer solamente si hay una base del conocimiento previo. “Uno siempre se maneja bien con esa intuición que posibilita el conocimiento de experiencias adquiridas”. En su opinión, los ajedrecistas que juegan hace un montón de años, poseen información súper procesada que los hace manejarse muy bien en momentos de tensión y definición. “Si bien la intuición es distinta al razonamiento no es algo que este tan separado porque tuvo que pasar por algún razonamiento”. Y agregó, que la cuestión emocional junto con una buena estructura de conocimiento tiene mucha incidencia en ese tipo de jugadas: “Si uno se deja llevar por las emociones posiblemente en una jugada donde se sacrifica la pieza más importante, pueden existir bloqueos; sin embargo, aunque aparentemente está sacrificando todo, le permite aclarar la  jugada y hasta llegar a ganar”, teorizó Mazza.

En el ajedrez, “la intuición también se puede aplicar en la evaluación de la posición que aparece más a menudo y no solamente en el gambito o sacrificio de piezas”, explicó Christian Galván, docente y árbitro nacional de ajedrez en el Círculo de Ajedrez Torre Blanca. “Hay momentos de la partida que no hay tiempo para reflexionar y no es solo por el tiempo del reloj. En el juego la reflexión constante desgasta mucho”. Para el árbitro: “Hay sacrificios que están totalmente calculados; los malos terminan fallando y hay sacrificios “míos”, sintetiza Galván, apelando a la frase célebre de  Mikhail Tal, el maestro soviético campeón del mundo antes que Bobby Fischer, que sometía a los rivales a una presión que terminaban colapsando por la audacia que tenía para marearlos con los sacrificios que hacía.

“En un juego como el ajedrez, el efecto es muy importante ya que tiene mucho que ver con la respuesta del contrincante”, sostuvo Mazza. “Al ver que uno está sacrificando todo (gambito de dama), el oponente se ve en una posición mejor y no espera una jugada en la que el que está perdiendo, le gane”.

El hecho de dejar a la dama expuesta también puede ser una expresión de poder, explicó la psicóloga. “Generar que el otro venga a sacar la dama, puede ser parte de una invitación para que el otro venga a mi juego. El otro empieza a hacer lo que uno quiere que haga. Entonces, bajo las manos, pongo la cara, y el otro entra en el juego.  Pero eso es intuitivo y racional a la vez, porque hay una base del conocimiento”, concluyó.


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