Con casi 102 años de vida el Club Atlético Palermo es mucho más que un lugar para el deporte. Al estar a mitad de cuadra sobre la calle Fitz Roy, con un par de árboles en la entrada es difícil verlo a simple vista, pero hay algo que resalta a los ojos y es el ventanal que nos ofrece La Cantina del club.
La Cantina del Club Palermo es la encargada de reunir a toda la gente del barrio de Martes a Domingo en cualquier horario. Además de que la utilicen sus socios recibe gente de todos lados por su buena atención y lo bien que se come. Cuenta con el salón cerrado que podemos observar desde el ventanal de la entrada del club y un patio interior que a media tarde es lugar típico de reunión de los deportistas antes y después de concluir sus actividades.
Dentro del salón cerrado con sillas de madera y mesas con manteles cuadrille rojos y azules, los colores del club, tenemos cuadros de todo tipo y tamaño relacionados con el fútbol. También camisetas de jugadores que dejaron su huella y se formaron ahí, como otros que simplemente van a almorzar, tomar algo, cenar o que viven por la zona, tal vez por recomendación de amigos o representantes que tienen un lindo recuerdo y lo pasan de boca en boca.
Un barrio con Historia que se acopló al presente
Hacia principios del siglo XXI este barrio se constituyó en uno de los principales polos gastronómicos y el más sofisticado de la ciudad de Buenos Aires, pero hasta ese entonces el restaurante del Club Palermo fue no sólo el bufét del club sino obligado sitio de encuentro en los típicos almuerzos familiares de fin de semana o escenario de eventos sociales, bautismos, cumpleaños, casamientos.
Por las noches, en cambio, recibió la visita de las grandes orquestas de tango de los años cincuenta. Allí tocaban habitualmente las de Osvaldo Pugliese o Cayetano Di Sarli, el «señor del tango», y el club se constituyó en sede de las primeras milongas del barrio.
Como centro convocante del barrio fue también sede de diversas actividades de índole cultural, y en sus salones se cultivó la pintura decorativa tradicional porteña.
El Renacimiento
Ya en 2010, bajo la presidencia de Luis Cannavó, por fallecimiento del anterior presidente del Club, el restaurante fue concesionado a Juan Boracchia, miembro de una familia vinculada por generaciones al Club, quien asociado con Eduardo Gianmaría y Marcelo Pazos devolvieron su antiguo brillo a las actividades sociales y culturales en el ahora denominado “El Club de Palermo Restorán” que fue refaccionado totalmente.
Así retomó sus tradicionales actividades como las peñas folclóricas y milongas, la actuación de grupos de música folclórica y de tango, a los que ahora se sumaron intérpretes de música brasileña, como Sambadois, y grupos de rock nacional, como La Chunfala, o las prácticas de La Palermo Tango, agregándose todas estas actividades a las tradicionales celebraciones de las familias del barrio y aún de sus alrededores.
En este ámbito se efectuaron muestras de arte, como las esculturas de Alberto Blanco, o las pinturas de Fernando Huergo o Marcos Vílchez, y la exposición permanente del emblemático collage titulado “Palermo no es Hollywood”, obra de Manuel de Ñandupampa.
Con motivo de las primeras elecciones de comunas en 2011, que estableció la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se efectuaron reuniones de las más variadas corrientes políticas donde se escucharon todas las voces; acudieron Pino Solanas, candidato a jefe de gobierno de Proyecto Sur; Juan Cabandié Alfonsín, candidato a primer legislador del Frente para la Victoria; Silvana Giúdici, Claudio Augugliaro y Ezequiel Heredia, candidatos a jefe de gobierno, vice jefe de gobierno y representante comunal, respectivamente, de la Unión Cívica Radical, Margarita Stolbizer que fue candidata a presidente de la República en 2015 o la ministra Nilda Garré.
También tuvieron lugar aquí las reuniones de la agrupación Abogados Pluralistas, que obtuvieron un triunfo categórico en las elecciones de claustros de la Facultad de Derecho en 2013, de la Fundación Aconcagua o de la ONG Cevepar.
Varios elencos teatrales celebraron aquí sus fiestas tal como Señales de Humor festejando sus quinientas representaciones ininterrumpidas.
En 2015 el restaurante fue sustituido por la modalidad de cantina, conforme un artículo publicado por el diario La Nación. Si las camareras que atendían en el “Restorán de Palermo” eran egresadas de universidades europeas o estudiantes extranjeras de gastronomía.
“La Cantina de Palermo” presenta entre sus fortalezas que los mozos y los cocineros tienen una gran experiencia, pues provienen de otra cantina que cerró después de funcionar durante muchos años.
Ídolos que colaboran
Desde la fundación del club todos los socios trataron de darle la mejor prensa. Podemos saberlo gracias a Teodoro Gianmaría de 86 años que viene al club desde los 6 años a ver los clásicos de basquet entre el club Palermo y el eterno rival, el club Parque.
“Daba gusto ver a jugadores como el conejo Budeisky y los hermanos Gonzalez, campeones del mundo con la selección de basquetbol de 1950, invitando a la gente a llenar el estadio. Los invitaban a que cenen en el restaurante que ellos le firmaban autógrafos o simplemente para charlar”, contó el vitalicio.
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