Darío Lopilato es uno de los íconos de Casados con hijos. En esta entrevista con ETER Digital se refirió a la pasión que siente por su carrera.
Por Constanza Lorenzatti
El actor habló de sus comienzos, las tareas que lleva preparar personajes y la importancia del uso de las redes sociales. La cita fue en “Pin Pun”, su bar preferido en el barrio porteño de Villa Urquiza.

—Sos Licenciado en Ciencias del Ambiente y Técnico Electrónico. ¿Cómo decidiste comenzar con la actuación?
El camino y la carrera se fueron dando. Es un sentir y una pasión. Pasaba más tiempo en un set de filmación que estudiando. Comencé, en mi adolescencia, realizando comerciales. Luego con bolos, que son personajes por un día. Y así fui creciendo.
—Cuándo te dieron el papel de “Coqui” en Casados con hijos: ¿Te imaginabas el éxito que iba a tener la serie?
Ni me lo esperaba. Estaba muerto de miedo. Me llamó la gerenta de casting de Telefe, para decirme: “Mirá Darío, van a hacer una sitcom y están buscando al hijo de Francella, vení a hacer el casting”. Fui y había 700 chicos peleando por el papel. Tuve que pasar varios filtros hasta que la llamaron a mi hermana Luisana para hacer de la hija y hubo mucha química entre los dos al momento de actuar. Eso a los productores les encantó. La serie me acercó a la gente. Casados con hijos fue algo atípico, si bien actué en muchos programas, hoy en día sigue siendo algo vivo y con repercusión. La gente me frena en la calle y me agradece por hacerlos reír.
—Entre hacer teatro, cine y televisión: ¿Qué preferís?
Son todas experiencias distintas. En teatro te preparas durante un tiempo y repasas todo lo que necesites. El veredicto lo va a tener el público, todas las funciones son diferentes. La televisión, es un instante del aquí y ahora, grabas un montón de veces en el día la misma escena. En cine son varios meses de filmación pero previo a eso tenes la preparación profunda del personaje. Yo pienso que el actor es un atleta de los sentimientos. Se ponen en juego muchas cosas y uno tiene que ser consciente de eso. Salir a la cancha y dejarlo todo.
—¿Cómo te llevas con las redes sociales?
Me gusta comunicar lo que me pasa y subirlo. A mí me ayuda un community manager. Las redes sociales son el reality show de lo que uno quiere mostrar. Antes iba a las puertas de los canales y dejaba mi curriculum vitae ahí. Hoy es todo digital. Es clave auto gestionarse en el ámbito artístico. Proponer una idea, juntarte con amigos y hacerla.
—¿Crees que afecta la crisis económica del país en la asistencia del público al teatro?
Depende. Es importante imponer algo bueno y original para que pueda funcionar bien. Yo hice la obra de teatro “Bajo Terapia” en el Metrópolis y duró tres años sin publicidad. Todo fue gracias al boca en boca. Sabemos que es un laburo muy inestable, y con la crisis se va a sentir más. A veces trabajas mucho y otras, no pegas una. Hoy por hoy me dicen che quiero ser actor o actriz y yo respondo bienvenido al desempleo. Porque es así, nunca sabes cuándo vas a volver a trabajar. Pero estamos preparados para pilotearla. Y el argentino también, está preparado para todo. Hay que empezar a pensar un poco más en nosotros, tener la cabeza más abierta para que haya grandes cambios.
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