Hay cuatro vías principales en las que el cáncer o sus tratamientos pueden afectar su sexualidad: problemas físicos para dar y recibir placer sexual; alteración de la imagen corporal; aparición de sentimientos como miedo, tristeza, angustia; y modificación de roles y relaciones. Las relaciones entre estas cuatro áreas son importantes. Si hay un problema en alguna de ellas, esto puede tener un impacto en las otras.
Para Juan Carlos Kusnetzoff, médico psiquiatra, especialista en sexología, “no existe una división tajante entre lo emocional y lo físico” a la hora de abordar la sexualidad en pacientes con cáncer. Respecto a las consultas más frecuentes, Kusnetzoff respondió: “Estamos vinculados específicamente a la urología, y el cáncer prostático es el más frecuente que nosotros tratamos”. Y aclaró: “El cáncer específicamente tiene una influencia enorme en la sexualidad. Pero todo va a depender de qué tipo de cáncer hablamos, cuál es la evolución, qué antigüedad presenta y cuáles son los impedimentos que conlleva”.
Asimismo, Antonio Lorusso, director Médico de la Liga Argentina de Lucha Contra el Cáncer (LALCEC), coincidió: “El cáncer influye en todos los aspectos de la vida de los que fueron diagnosticados con cáncer. Luego de las preguntas más frecuentes que se formulará el paciente con cáncer, cómo afectará mi vida, cómo impactará en mi trabajo, y cómo lo hará mi relación con mi familia y mi pareja, surge el cuestionamiento de cómo el cáncer afectará mi vida sexual”. “El sexo y la sexualidad son aspectos muy importantes en la calidad de vida; el sexo se relaciona con lo que uno hace con su pareja y la sexualidad es como se siente uno, hombre o mujer en su identidad, intimidad y contacto físico”, desarrolló Lorusso.
Por su parte, Kusnetzoff señaló que “el tratamiento psicológico, psicoterapéutico específicamente realizado antes de una intervención quirúrgica o radiante, una vez que se realizó el diagnóstico es capital”. Y agregó: “No es solo a posteriori, es previo, y eso alivia mucho la ansiedad y la depresión que presentan estos tipos de pacientes. La ansiedad por la cronicidad de las posibles secuelas, deben ser abordados previamente de la mejor manera posible en extensión”. En ese mismo sentido, Lorusso detalló: “Para mejorar la calidad de vida y la sexualidad, LALCEC tiene especialistas en psicooncología. El especialista en el tema debe estar en el equipo médico orientando al paciente desde el diagnóstico, durante el tratamiento y posterior al mismo”.
Lorena Meritano es actriz argentina consagrada en América latina. A mediados de 2014 le diagnosticaron cáncer de mama. Lorena transitó dos mastectomías -intervención quirúrgica que consiste en la extracción de las glándulas mamarias- y comenzó tratamientos para combatir el cáncer. “Después de la primera mastectomía, estaba en pareja, muy enamorada y me sentía deseada pese a no tener pelo, ni cejas, ni tampoco una teta”, detalló Lorena. En cuanto surgió la segunda mastectomía, la actriz transitó una depresión: “Fueron muchos duelos que tuve que elaborar, perder un seno requiere de un duelo, perder el otro seno, otro duelo y perder a tu pareja es otro duelo más”. Sin embargo la consulta a profesionales de la salud mental revirtió su estado de ánimo: “La ayuda psicológica fue fundamental. La familia te puede querer mucho y acompañar, pero la psicología tiene las herramientas para ayudarte y contenerte desde otros lugares”. Por último, Lorena es vehemente respecto a su mensaje: “Cuando me miro al espejo y veo dos tajos, porque todavía no tengo pezones, es un golpe muy grande al autoestima; pero estoy segura que lo esencial es invisible a los ojos; hay que amarse y aceptarse como uno es”.
Finalmente, el director Médico planteó la visión del LALCEC: “El cáncer en general es un problema de salud pública mundial que afecta a jóvenes y viejos, ricos y pobres, hombres, mujeres y niños. Por lo tanto al sexo y a la sexualidad, ya que la salud reproductiva es un estado de bienestar físico, mental, social y no de mera ausencia de enfermedades o dolencias en todos los aspectos relacionados con el sistema reproductivo, sus funciones y procesos”. “La salud reproductiva se relaciona íntimamente con la capacidad de disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos. También de procrear y de decidir hacerlo o no cuándo y con qué frecuencia. La salud y los derechos sexuales suponen el ejercicio de la orientación sexual, libre de discriminación, coacción, así como acceso a la información sobre el cuerpo y a la educación sexual tanto para el hombre y la mujer sanos como aquel que padece cáncer”, concluyó Lorusso.
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