Cada vez son más los usuarios de Twitter y Facebook que ofrecen servicios sexuales en la web. Internet se convirtió en “una herramienta poderosa” para quienes están detrás de este negocio, en el que no hay sólo hombres y mujeres sino también redes de trata, según los especialistas
Por Daniela Carbone y Pilar Franzé
“La prostitución es un negocio y con los avances de la tecnología creció muchísimo. Es imposible identificar quién está detrás de un usuario de Twitter o lograr que se dé de baja, incluso en los casos más explícitos como los que utilizan nombres de usuarios referentes a servicios sexuales. Este es el gran problema de Internet y esta gente juega con eso”, asegura la abogada de ONG La Casa del Encuentro, Karina De Bella.
En Argentina, cada vez son más los usuarios de Twitter y Facebook con perfiles eróticos que ofrecen servicios sexuales en redes sociales. Esto sucede debido al “limbo jurídico” inabarcable al que pertenece la web. En los últimos años, Internet se convirtió en “una herramienta poderosa” para quienes están detrás de este negocio, en el que no solo hay hombres y mujeres sino también redes de trata, según afirman los especialistas.
En 2011, durante la presidencia de Cristina Kirchner, se decretó la prohibición del rubro 59 en los medios gráficos por considerarse “una grave discriminación a la mujer”. Julio Alak, entonces ministro de Justicia, había expresado: “Se avanzará en la reglamentación para que la oferta sexual, que es el vehículo de la trata, no se pueda ejecutar a través de medios audiovisuales ni Internet. Los portales no pueden hacer ofertas de sexo”. La propuesta estableció multas de 50 mil a 250 mil pesos a quienes publiquen avisos que, de manera explícita o implícita, promuevan la oferta de comercio sexual o hagan referencia a la solicitud de personas. Además, estimó una privación durante 30 días de todo tipo de pauta publicitaria oficial nacional, provincial o municipal en caso de hallar avisos de este tipo.
Tres años después, y complementando este decreto, se sancionó una ley que prohíbe la publicación de avisos que promuevan la oferta sexual en todos los medios de comunicación, incluidas las redes sociales. Las multas llegan hasta los 3 millones de pesos
El control y el cumplimiento de estas normativas están a cargo de la Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta de Comercio Sexual del Ministerio de Justicia, mediante el relevamiento constante de los medios de comunicación. Durante los primeros meses de este año se recibieron 194 denuncias. Su alcance abarca medios gráficos, radiales y televisivos, además de todo tipo de propaganda de oferta sexual.
A pesar de la vigencia esta legislación, la problemática continúa. La Oficina de Monitoreo reveló que Diario Clarín publicó en los últimos 4 años más de 188 mil avisos camuflados de oferta sexual. Lo siguen en números La Capital de Rosario con más de 122 mil avisos, y La voz del Interior de Córdoba con 68 mil. El rubro 59 ya no existe, pero este tipo de anuncios se han vuelto más engañosos y hasta movidos de rubros. En algunos diarios se pueden encontrar pedidos de “señoritas, recepcionistas y promotoras” en el rubro 37 con pedidos de empleo como “masajistas” o “señoritas vips” en el 47 o de “solos y solas” en el rubro 56.
Las redes sociales, por su parte, pertenecen a un universo paralelo que viraliza diferentes métodos de prostitución como son la oferta sexual en Twitter o los servicios de acompañantes en sitios webs. Existen distintas cuentas como la de @nattirose69, que en su biografía dice “21 añitos, bostera sexy, golosa por naturaleza, adicta al sexo, me encanta lo sexual”, y otras tal vez más “profesionales” con pseudónimos como @sexo_caliente69, en la que dicen tener a disposición las mejores “damas de compañía” y que cuentan con respaldo de un sitio web. En todo este tipo de perfiles se encuentran fotos y videos, en algunos casos eróticos y en otros bastante más explícitos. El pasado 29 de junio detuvieron a un hombre en Santiago del Estero, acusado de manejar un grupo en Facebook de más de 400 integrantes en el que se intercambiaba información de oferta sexual.
Robert Peck, analista de SunTrust, estima que en la actualidad puede haber hasta 10 millones de cuentas de Twitter dedicadas a compartir la pornografía y que la red social tiene que hacer un mejor trabajo para bloquearlos.
“El decreto que regula la oficina abarca cualquier medio de comunicación, pero después cuando detalla los procedimientos y las competencias específicas habla nada más de monitorear la prensa gráfica. No brinda ningún procedimiento para hacer lo mismo en Internet”, expresa María Chantal Stevens, coordinadora de la Oficina de Monitoreo.
En el mismo sentido, agrega: “De todas formas, nosotros sí monitoreamos Internet, pero no de la misma manera con que lo hacemos con la prensa gráfica. Trabajamos más bien en función de denuncias que recibimos, elaboramos informes técnicos y de oficios que nos mandan juzgados y demás en el marco de causas por trata o por explotación sexual. Ahí nosotros relevamos y hacemos un análisis de la información en la web. A pesar de los monitoreos que hacemos es muy difícil estar al día con la web porque los contenidos de cada página se actualizan permanentemente”.
“La información que recopilamos la guardamos. Tenemos una base de datos con sitios y lo que hacemos mensualmente es chequear cuáles permanecen o no activos. No podemos hacer más nada, salvo que sea una denuncia concreta por un sitio específico y ahí elaboramos un informe técnico que después se judicializa”, explica Chantal Stevens. Y aclara: “Aunque yo detecte una página de comercio sexual no puedo darla de baja. En Argentina sólo se puede dar de baja un contenido web en el marco de una denuncia judicial o por pedido de un juez. Yo no puedo trabajar de oficio como trabajo con los diarios”.
Las denuncias efectuadas que no están el marco de una denuncia judicial, la actualización constante de los sitios webs y la inactividad respecto a los datos recopilados, son algunas de las cuestiones que complican los avances de prevención en cuestiones de trata de personas y comercialización de la oferta sexual.
La complejidad del tema genera un interesante debate que tiene incluso testimonios a favor de la oferta sexual. Previo a la aprobación de la ley se conoció la opinión de Bruno Bimbi, un periodista y activista LGTB (comunidad de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), que en su blog personal señaló: “Con la excusa de combatir la trata de personas y la explotación sexual, la iniciativa no hace más que fortalecerlas, ya que al restringir el trabajo autónomo de prostitutas y taxi boys, los empuja a la calle y a los prostíbulos”. Además, el periodista aseguró que la ley criminaliza el trabajo sexual al confundir “explotación sexual y trata de personas” con trabajo sexual autónomo.
CUALQUIER PERSONA PUEDE DENUNCIAR UNA OFERTA SEXUAL
La Oficina de Monitoreo de Publicación de Avisos de Oferta Sexual recibe denuncias constantemente. Cualquier persona que detecte un aviso implícito o explícito puede llevarlo via mail o telefónicamente, de forma personal o anónima. La denuncia debe contener el nombre del medio, fecha específica de la publicación y la modalidad bajo la cual se evidencia el incumplimiento: medio grafico, pagina web, redes sociales o cualquier otro.
Mail: monitoreoofertasexual@jus.gov.ar
Línea telefónica gratuita nacional contra la trata: 145.
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