Era 1991 y la FIFA se jactaba de organizar el primer mundial femenino de fútbol, esto cuenta la historia. Sin embargo, en la década del 70, cuando todavía en muchos países las mujeres tenían prohibido realizar este deporte, se llevó a cabo una serie de mundiales extra oficiales. Si bien en su momento tuvieron gran relevancia, con el correr de los años, rápidamente fueron olvidados.
En 1970 sin el apoyo de la entidad madre, la Federación Internacional Europea de Fútbol Femenino (FIEFF) organizó el primer mundial de esta disciplina. El torneo que llevó el nombre de “Martini Rosso Cup” se realizó en Italia. Las selecciones invitadas, junto con la local, fueron Inglaterra, Alemania, Dinamarca, México, Austria y Suiza, además de Checoslovaquia que no llegó a participar.
Las danesas e italianas fueron las encargadas de marcar la historia jugando la primera final en el Comunale de Turín con entradas totalmente agotadas. Casi
40.000 espectadores se acercaron a disfrutar del hermoso espectáculo que aún en varios países, como España o Brasil, era sólo de “hombres”. Finalmente, Dinamarca levantó la copa, tras terminar 2 a 0.
Al siguiente año el torneo viajó a América. México ganó la sede por su excelente participación en el mundial anterior, había quedado en el tercer puesto. Se enfrentaron seis países: el organizador, Inglaterra, Dinamarca, Italia, Francia y Argentina. Allí ocurrió la primera representación de nuestra selección en un mundial femenino de fútbol. Aunque por años las 16 jugadoras fueron invisibilizadas, el tiempo les dio revancha y su hazaña salió a la luz.
Viajaron precariamente, no tenían preparador físico, médico, ni siquiera entrenador, pero les sobraban las ganas de jugar y obviamente de ganar. La organización les prestó las camisetas y los botines, que tuvieron que probarse antes de jugar porque “no sabían usarlos”. En el primer partido perdieron 3 a 1 contra las mexicanas. La derrota no las achicó, a pesar de la rivalidad en el juego, el público las ovacionó y aplaudió cálidamente. Los mexicanos sentían a las argentinas como sus hermanas latinoamericanas. El apoyo por ser la única selección con la que compartían continente e idioma traspasó las canchas. En las calles saludaban a las jugadoras y les pedían autógrafos.
El aliento se sintió también el 21 de agosto de 1971 cuando se enfrentaba la Albiceleste contra Inglaterra en el mítico estadio Azteca. La capacidad explotaba con 110.000 espectadores. La presión se sentía en el aire. Las jugadoras argentinas sabían que tenían que ganar, para no tener que volverse al país sin ninguna victoria. Ya comenzado el primer tiempo Betty García mandó un pase y Elba Selva abrió el marcador.
“Cuando hice el primer gol, yo gritaba, me abrazaba con todas. Y bueno, después que dejé de abrazar, miro las tribunas y todos gritaban: Argentina, Argentina. Ahí se me aflojaron las piernas, fue todo una emoción terrible”, recordó, con la voz quebrada, la número 10 años más tarde en un video para ANNCOM noticias.
Elba se encargó de convertir tres goles más cerrando el partido 4 a 1. Aquella goleada fue la primera victoria de una selección argentina contra nuestro eterno rival inglés.
El plantel completo estaba compuesto por: Ofelia Feito, María Ponce, Susana Lopreito, María Fiorelli, Marta Soler, Angélica Cardozo, Zunilda Troncoso, María Cáceres, Virginia Andrada, Betty García, Blanca Brucoli, Elba Selva, Eva Lembesis, Virginia Catáneo, Zulma Gómez y Teresa Suárez.
En 2020, casi 50 años después, se conmemoró aquella fecha como el día de las futbolistas argentinas, en un claro homenaje a estas pioneras. La capitana de ese equipo Angélica Cardozo reconoció: “A pesar de los años pasados, es increíble lo que vivimos. Fue muy, pero muy importante para nosotras”.
Finalmente, en aquel mundial Argentina quedó cuarta y nuevamente Dinamarca se consagró campeona, tras derrotar a México. Diez años después hubo otras cinco ediciones de mundiales no oficiales llevadas a cabo en Italia, llamadas “Mundialito”. Se disputaron entre 1980 y 1988. Luego la FIFA comprendió que debería hacerse cargo de la deuda que tenía con el fútbol femenino y comenzaron los preparativos para organizar la primera edición oficial en 1991.
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