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Los otros Duarte


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Una recorrida a través de 50 años de historia argentina y en particular la del peronismo. De la mano de tres únicos actores que interpretan a los medios hermanos de Eva Duarte de Perón.


Todo relato es, por definición infiel. La realidad, como ya dije, no se puede contar ni repetir. Lo único que se puede hacer con la realidad es inventarla de nuevo.

Tomás Eloy Martínez, Santa Evita

Un escenario casi pelado y en penumbras. Solo una larga mesa y unas pocas sillas de madera a un costado. Dos hombres y una mujer están velando a su padre recién fallecido. Discuten acaloradamente si van a dejar entrar a la otra familia, la mujer y los hijos ilegítimos de Juan Duarte. Los “otros” están esperando detrás de la puerta en una casa de Chivilcoy. Imaginaria para los que están en la cuarta pared, pero muy real para los personajes. Se refieren a ellos como los zaparrastrosos, de zapatos rotos y ropas remendadas. La mesa oficia de ataúd. Los hermanos están presentes a lo largo de toda la obra. Son Chichilo el hermano mayor, Chacha la única mujer y Cholo el menor. Son los hijos concebidos por el matrimonio Duarte-D´Huart. Junto a la madre de “los bastardos”, Doña Juana de Ibarguren está con sus cuatro hijas mujeres y su único varón, Juancito.  A la menor la describen como una flacucha de trenzas y ojos achinados. Se refieren a María Eva Duarte.

Luego de esto, un carrusel de escenas donde los protagonistas van envejeciendo, pero siempre ligados emocionalmente a su familia natural. En especial a la “Chinita”, como llamaban su madre y hermanos a Eva, quien se convirtió en la esposa del presidente de la nación, Juan Domingo Perón. El General, cariñosamente también la llamaba así en la intimidad. Si bien fueron reconocidos por el padre, para las costumbres de la época eran vistos como hijos del adulterio. Esta escena, casi fundante en la infancia de Eva y las privaciones que siguieron, marcaron las acciones que llevo a cabo siendo adulta. Impulsó durante los gobiernos de Perón, avanzadas leyes que igualaron a niños y niñas, sin diferenciar entre los hijos naturales y los que no lo eran. Estos proyectos fueron resistidos por la oposición, la iglesia y las Fuerzas Armadas. La premisa del peronismo Los únicos privilegiados son los niños, tiene su raíz en estas vivencias, que fueron compartidas con su marido. Perón también era hijo extramatrimonial y tuvo una infancia humilde en Lobos, al noreste de la provincia de Buenos Aires.

El autor, el joven dramaturgo Gastón Quiroga obtuvo con esta obra el Premio Argentores en el concurso “Del texto a la escena”, para el estímulo del Teatro Nacional, en 2019 y el 2° Premio en el “Concurso Universitario de Dramaturgia, Roberto Arlt”, en 2015.

El texto es de manufactura impecable. Una comedia dramática, pero con realismo mágico pueblerino. Menos la escena inicial -que transcurre en la casa de la infancia- todo sucede en el hogar de Chacha, que convive sus últimos años con su hermano Chichilo, soltero empedernido, alcohólico y mujeriego. En cambio, Cholo quien formó familia es un visitante esporádico, que se mudó a la gran ciudad y se enredó con el sindicalismo peronista. En el argumento de ficción llega incluso a trabajar para Juancito Duarte, el malogrado hermano de Eva. Juan Duarte fue secretario privado de Perón. Fue encontrado muerto un año después de que falleciera su hermana. Un personaje más, aunque invisible, como todos los otros Duarte, pero de gran peso para la familia de los tres protagonistas. Licencia literaria del escritor teatral, ya que históricamente, los otros Duarte fueron seis.

La química entre el trío de actores se palpa en cada escena. Ellos son José Manuel Espeche (Cholo), Guillermo Flores (Chichilo) y Cecilia Sgariglia (Chacha), actriz con cierto aire de la gran Niní Marshal. Es una comedia dramática, aunque hay momentos de humor irónico que arrancan risas en el auditorio. La Chacha, enemiga de Eva y que la nombra como “Esa mujer”, es quien justamente colecciona las revistas Radiolandia, donde una Eva muy joven aparecía en la portada. La tilda de bataclana y de pésima actriz de cine. Hasta le envidia la figura.

En palabras del periodista, Víctor Hugo Morales quien suele recomendar la obra en su programa radial: “Aplaudí con mucha emoción. El público estaba encantado. La actuación de los actores es fantástica. A la actriz, Cecilia Sgariglia te la querés llevar a tu casa, es maravillosa”.


El Teatro del Pueblo fue el primer teatro independiente de nuestro país. Fundado en 1930 por el escritor, Leonidas Barletta, quien tenía el concepto de un teatro como instrumento artístico para oponerse al fascismo. Lo consideraba un intercambio cultural: “Un teatro del pueblo y para el pueblo”. Su primera sede, una lechería de la avenida Corrientes angosta, donde Barletta hacía sonar un campana de bronce para anunciar el comienzo de cada función. Esta tradición aún se conserva en su actual localización en el Barrio de Almagro.

El 30 de noviembre se conmemora el Día Nacional del Teatro y además el del Teatro Independiente. Esto fue por una iniciativa del Instituto Nacional de Teatro (INET) a través de un decreto del poder ejecutivo en 1979, en plena dictadura militar. Fue para recordar al Teatro de la Ranchería, que se abrió por primera vez un 30 de noviembre de 1783. Allí se representaron piezas dramáticas, comedias y tonadillas cantadas al estilo español en el Buenos Aires colonial. Estaba ubicado entre las calles Alsina y Perú. El día del Teatro Independiente es en homenaje al Teatro del Pueblo, que en 2020 cumplió 90 años de existencia.


“Así voy avanzando, día tras día, por el frágil filo entre lo mítico y lo verdadero, deslizándome entre las luces de lo que no fue y las oscuridades de lo que no pudo haber sido. Me pierdo en esos pliegues, y Ella siempre me encuentra. Ella no cesa de existir, de existirme: hace de su existencia una exageración”.

Tomás Eloy Martínez, Santa Evita

La razón del porque una figura como Eva Duarte de Perón sigue estando tan vigente entre los autores -a pesar de que se cumplieron más de 100 años de su nacimiento- es difícil de explicar. Generaciones que solo oyeron sobre ella la siguen venerando. Evita sigue siendo una fuente inagotable de inspiración para la creación de obras artísticas y culturales.

El director, Marcelo Velázquez define la obra como una mirada particular sobre Eva Perón, pero desde la perspectiva de la familia oficial y legítima. Tiene que ver con esa vereda de enfrente. Pasan por toda las instancias de la vida de Eva, desde que se abandona la ciudad de Junín a los 16 años, hasta que empieza a trabajar en la radio, en el cine y en el teatro. Lo mismo desde su casamiento con Perón, hasta que llegó a ser la primera dama. Estos medios hermanos son relativamente antiperonistas. Sin embargo, van mutando a lo largo de sus vidas. Terminan teniendo un discurso muy gracioso. La puesta en escena llega a ser desopilante. A través de la conmoción-emoción que se produce en los espectadores: es revivir la historia de una figura icónica de la Argentina.

Otra perlita, para la foto de la postal en blanco y negro que se reparte antes de ingresar a la sala, los actores y el equipo de producción se trasladaron a mediados de febrero al campo, más precisamente a la localidad de Los Toldos. Fueron vestidos y peinados con indumentaria de la época. Estuvieron allí la vestuarista, Paula Molina, la maquilladora, Flor Laval y el fotógrafo, Lucas Suryano. La iluminación es de Alejandro Le Roux y la música original, de Matías Macri. La escenografía está a cargo de Ariel Vaccaro y la producción ejecutiva es de Cristina Sisca. La asistencia de dirección la realiza, Laura Dmitruk y la prensa y comunicación, Valeria Franchi.

Una espectadora, Natalia dijo al salir: “Me gustó mucho, me emocionó. Super recomendable, vengan a verla”.

Tres amigas fueron juntas al teatro. Lucían una gran sonrisa al abandonar la sala. Todas coincidieron en que los actores son estupendos y la obra es una delicia. El público suele aplaudir de pie con entusiasmo. Luego de una pausa que tuvo al mundo del espectáculo largos meses en espera, esta obra es una muy buena opción teatral a un precio accesible.

En el Instagram de losotrosduarte hay un reel donde Chacha exclama: “Yo no tengo nada que ver con Evita. Tenemos un padre en común y nada más”. Chichilo le responde: “Evita, Evita. A mí me hubiera encantado conocerla”. Cholo concluye: “A mí no me vengan con kilombos. Dejemos las cosas como están”. Los personajes invitan de este modo a ir a verlos en: Lavalle 3636, todos los lunes a las 20 horas. Las entradas se pueden adquirir en Alternativa Teatral. http://www.alternativateatral.com.ar/


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