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“MASTURBÉ A MÁS DE 10 MIL HOMBRES”


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La fundadora de la Escuela de sexo PK , Paula Kullock, cuenta cómo llegó a ser una experta y qué conocimientos les traslada a sus alumnos. “Lo más importante de mi trabajo es saber escuchar”, asegura.

Por Carolina Villagra, @Carovfc_eter

En la antigüedad, para los griegos, Afrodita era la diosa de la pasión y la lujuria. En su nombre, hombres y mujeres mantenían relaciones sexuales como muestra de adoración. Actualmente, en el siglo XXI, la gente tiene sexo por placer y se anima a buscar nuevas formas de encontrarse a si misma y con su pareja.

Con ese cambio de concepción nacieron todo tipo de nuevas propuestas. Una de ellas es PK, la primer escuela de sexo de Buenos Aires. Su fundadora y asesora en juegos eróticos, Paula Kullock, enseña desde hace ocho años prácticas sexuales, de seducción y autosatisfacción. Todo empezó en los masajes “con final feliz”: “Trabajé diez años masajeando a hombres y masturbé a más de 10 mil, en eso sí que soy una profesional cien por ciento”, relata la especialista. Su experiencia se basa en haber trabajado en los más famosos lugares de Buenos Aires, donde le tocó atender todo tipo de personas: “Jóvenes, lindos, famosos, de 18 hasta 104 años”, cuenta la profesora.

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Si hay algo que sobra en su escuela son inquietudes y ganas de aprender a gozar. Los intereses de los alumnos, la mayoría mujeres, parecen definidos según la edad:  las mujeres más chicas, de 18 a 20, suelen ir para saber cómo sentarse arriba de un muchacho, practicar sexo oral y volverse más audaces en la cama. Las de 30 son las que perdieron la intimidad con su pareja por los hijos e intentan reavivar la chispa. En cambio, las más grandes y las que se separaron recientemente, buscan tantear el mercado o saber de qué manera mantener a su amante. Las etapas de la vida son lo que las diferencia pero todas quieren ser expertas en el arte sexual.

En PK hay una oferta variada de actividades. Clases individuales, grupales, para hombres y para mujeres (masajes eróticos, descontracturantes y técnicas de seducción), charlas y juegos eróticos en despedidas de soltera, cumpleaños, y de vez en cuando, clases de masturbación femenina. Por la demanda, Paola abrirá un curso de autosatisfacción para mujeres. “Va a ser un grupo de masturbación en vivo. Venimos todas y todas nos masturbamos, es un trabajo de guía”, adelanta la profesora.

Una de los primeros deseos que tenía Paola era aprender striptease para ampliar la oferta en su escuela. Si bien costó conseguir alguien que le enseñara, finalmente un alumno taxi boy le recomendó a su esposa. “Las rutinas que enseño están hechas por una profesional. Los programas están adaptados para que cualquiera pueda hacerlos. Yo tengo el primer CD de Latinoamérica de rutinas de baile erótico”, afirma Kullock.

Angie (35) se define como una alumna eterna de PK: “Tomé clases personales de striptease y de masaje erótico. Pao te dice el ‘cómo’ de una forma que es accesible para una,  porque yo no sabía por dónde empezar  y ella te lo baja muy bien a la realidad. Te dan ganas de seguir aprendiendo, es un vicio”, confiesa.  A fines del año pasado asistió a estos dos cursos: “Primero lo hacés como te sale, pero después te sentís una diosa. Mi novio está súper fascinado y me pidió que le avise cuándo es el próximo taller para hombres, así va él también y disfrutamos los dos”, cuenta Angie.

Pero en la escuela no todo pasa por lo físico. Hay muchas mujeres que van porque vivieron historias que las pusieron en conflicto con el sexo: “Estoy tratando a dos mujeres particulares. Una es una chica muy linda, que tiene un problema en la boca, entonces nunca había dado un beso. Es una chica de mi edad, unos 40 años. Ella había tenido sexo dos veces en su vida porque le daba mucha vergüenza y como ahora se sometió a un tratamiento para curarse, está aprendiendo, se divierte y la pasa muy bien”, relata la profesora.

Por otro lado está la historia de una mujer que sufrió un abuso: “Después de esa experiencia traumática, cuando se animó a tener un novio, tuvo sexo por única vez y quedó embarazada. Desde ahí, estuvo nueve años sin tener relaciones. Hoy  volvió a tener sexo con alguien que la ama y la cuida, entonces quiere charlar y aprender sobre el tema. El otro día decía que no sabía moverse arriba, que no sabe chuparla. De eso se trata, que de si tenés ganas, puedas hacerlo”, cuenta Paola.

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Pero no todos es acción. La experta en sexo destaca que “lo más importante es saber escuchar atentamente”. Aclara que no es psicóloga –ni quiere serlo- pero trabaja a la par de terapeutas. Cuando una persona bajo tratamiento se acerca a la escuela, recomienda que le pregunte al profesional  si puede asistir. “Soy muy exigente con ese tema”.

Kullock se define como la más “jolgoriosa” de las expertas en la materia y también como muy profesional. “Mis saberes vienen de los libros de sexo y leo permanentemente, soy fanática de Anne Hooper (la terapeuta sexual británica, pionera en grupos de mujeres para tratar problemas a la hora de mantener relaciones)”, cuenta. Si bien sus primeros conocimientos los obtuvo leyendo, hace ocho años que atiende gente: “Aprendí mucho escuchando y viviendo, pero yo me nutro de las historias de los demás, me encanta escuchar, me hace bien, me divierte”, finaliza.

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Los huecos del placer

Por Martina Bondone @MarBondo

Mientras que algunos eligen asesorarse para hacer de sus relaciones sexuales un momento de perfección, otros se inclinan por las experiencias improvisadas. Sexo anónimo, sin verse, sin tocarse, sin conocerse. Esa es la propuesta de los Glory Hole, la última tendencia llegada desde Europa directamente a los principales bares gay del microcentro porteño. Tal como lo indica su nombre son agujeros hechos a la altura de la pelvis en paredes hechas de paneles (principalmente en baños y cabinas de video).

Alfredo, encargado de ZOOM Buenos Aires (Uriburu 1018), explica que la modalidad del Glory Hole no se paga aparte, el precio de entrada incluye todas las instalaciones del bar. Además al estar abierto las 24 horas es imposible medir cuánta gente los utiliza realmente. “No siempre es completamente anónimo. Algunos se espían mientras miran videos y pactan algo en el momento, también se arreglan encuentros entre escorts y taxi boys con clientes”.

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En ningún lugar del certificado de habilitación del bar figura que en el establecimiento se mantienen relaciones sexuales, pero sí se respeta el espacio de un metro cuadrado por persona por cuestiones de seguridad. De todas formas según Alfredo no hay curiosidad alguna porque la gente que va este tipo de lugares sabe con qué se va encontrar: “Mi opinión sobre esta práctica es totalmente negativa. Creo que van personas de baja autoestima, que solo buscan satisfacer una necesidad de manera fácil y sin compromiso con el otro o por el morbo de estar con un desconocido a través de una pared”.

Para la psicóloga María del Mar Giuntini la aparición de estas prácticas sexuales es propia den una época que se caracteriza por una total “libertad” a la hora de tener relaciones, pero eso no implica necesariamente mayor intimidad. “Hay un rol predominante de la fantasía que bordea al otro a quien no toco, a quien no veo y no conozco – expone la profesional – Hay un retorno a la satisfacción con objetos parciales, con partes del otro y de uno mismo. Una especie de sexualidad recortada en la que los encuentros son desafectivizados y desubjetivizados”.


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1 comentario

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  • …ceryifico la afirmacion fui uno de ellos,y solo puedo hablar de mi el tratamiento fue maravilloso mejore la auto estima sentir el apoyo y las caricias de quien conoce todos los rincones de la virilidad y pude sentirme un principe tocado por una mujer.gracia Paula Kullock,desde corrientes al 800 hasta el majico mundo de triunvirato,fui y aspiro siempre serlo,tu aprendiz..maestra!!!!!!! tyyhoy@hotmail.com siempre dispuesto a pesar del tiempo a continuar siendo tu alumno-hombre