Lo que para algunos puede ser un hobby para muchos otros es un estilo de vida. En Argentina hay 50 mil jugadores profesionales de póker de todos los niveles que estudian, trabajan, practican, apuestan y viajan, todo por superarse.
Por Dana Gips y Manuel Migdalek
El 29 de abril de 2010 el póker fue declarado “deporte mental” e incluido en la lista de la Asociación Internacional de Deportes Mentales. En Argentina, hay 50 mil jugadores profesionales que viven del póker. “Ser profesional se trata de cumplir un horario, tener conducta todos los días, sentarse frente de una computadora o jugar en vivo y esto conlleva un desgaste mental y físico, no es tan divertido como parece”, cuenta Martín Rodríguez, jugador regular de PokerStars.com, la página web más popular para jugar online.
Sobre lo que implica la rutina de todo jugador profesional, Rodríguez comenta que es una parte esencial ser metódico y tener planificación. “Yo juego todos los días en PokerStars a la mañana entre 4 mil y 5 mil manos, lo que me lleva unas 5 o 6 horas. Por la noche utilizo mesas cash de 5 ó 10 pesos en Internet. Martes, miércoles y viernes juego en la Asociación de Póker de Argentina torneos de aproximadamente 1.000 pesos la inscripción”. Esto implica poner diariamente en juego 1.500 pesos, exceptuando los días de torneo donde se incrementa a 2.500 pesos con un rédito mensual de 15.000 pesos aproximadamente.
Si el jugador amateur quiere arrancar su carrera como profesional puede jugar en vivo o por Internet.
Para jugar online la opción más confiable es la página PokerStars.com, ya que es la sala con más jugadores, con más opciones y con más tráfico del mundo. El sitio, conocido por su logo de la pica roja, ofrece torneos y mesas de plata desde 0,01-0,02 centavos de dólar y llegan a límites de 5.000 o 10.000 dólares, conocidas como partidas high stakes.
Para jugar en vivo en Buenos Aires, los lugares reglamentarios son el casino de Puerto Madero y el de Tigre. El ingenioso barco flotante es la forma que se encontró para poder montar un casino en la Ciudad, donde el juego está prohibido. El monto mínimo para ingresar es de 1.500 pesos y en Tigre el mínimo es de 1.000. De todas maneras, jugar con el mínimo puede llevar en la mayoría de los casos a perder el dinero. Se acostumbra jugar con un mínimo de tres cajas, por un valor de 3.000 pesos, es decir, en el caso de Puerto Madero para poder tener tranquilidad se necesitan 9.000 pesos. Así, un jugador promedio que se dedique al cash game en Puerto Madero, lo que implica jugar cuatro veces semanales, necesita de 144.000 pesos para invertir mensualmente en la actividad.
En capital, también se encuentran los lugares que se llaman “garitos”, que no están habilitados por la ley, pero se organizan torneos igual a los de los casinos. El mínimo para participar de algún torneo en estos lugares clandestinos es de 600 pesos.
Hay muchos jugadores profesionales que se pagan sus propios torneos y ellos se manejan su bankroll (así se llaman al dinero disponible que lo destinan únicamente para jugar al póker). Martín Rodríguez explica que cuenta con 130.000 pesos, lo que le permite destinar 12.000 pesos a los torneos mensualmente y 15.000 al cash sin comprometer más del 25 por ciento de su bankroll, aún en un mes que el póker sólo le genere pérdidas. Hasta el momento su peor resultado ha sido no incrementarlo en el transcurso de 30 días (conocido como break even que significa no ganar ni perder).
Pero hay otros que tienen un sponsor. La forma que se usa habitualmente es repartir las ganancias en partes iguales. Hay que tener en cuenta que el jugador profesional no corre ningún riesgo ni tiene ninguna inversión ya que el costo del buy in (plata que se debe pagar para participar de un torneo) queda a cargo del sponsor. En la jerga se le suele llamar “al 50 con memoria”. La memoria quiere decir que se acumulan todos los torneos que el jugador participó y no cobró. A la hora de repartir las ganancias, se le resta ese dinero acumulado de pérdidas y luego se divide al 50 por ciento para cada una de las partes.
Tal vez suena obvio, pero un jugador de póker no recibe sueldo, vacaciones ni aguinaldo. Es por ello que no hay un cifra exacta ni un winrate (ganancia del jugador) constante. De todas maneras, se puede calcular un estimativo respecto de los niveles y torneos que se juega. Con un baknroll como el de Rodríguez, y sus modalidades de juego, los ingresos mensuales pueden ir de 20.000 a 30.000 pesos.
En los comienzos, la mayoría empieza jugando al póker después de su trabajo, en sus tiempos libres. “Antes de dedicarme de lleno, perdía en un torneo y me lamentaba porque no iba a poder salir el fin de semana”, explica el jugador frecuente de PokerStars.com y agrega para contrastar con su etapa profesional: “Ahora me siento en una mesa, ya sea cash o torneo, y sé que es como invertir en un negocio y que a mediano o largo plazo va a generar los dividendos. Le perdés el sentido a la plata. Hoy lo que invierto viene del póker y eso hace que puedas jugar relajado. Cuando lo hacés esporádicamente y la inscripción sale de 30 horas de tu trabajo regular es más difícil poder disociar”.
En el póker en vivo se juegan algunos factores como el psicológico, los gestos, actitudes y todo lo que tiene que ver con lo corporal, pero hay que ajustarse al nivel y el buy in de cada casino. Además, en el juego en vivo, salvo que se conozca al jugador de haber jugado antes, no existe ningún tipo de información acerca del rival que está enfrente en cuanto a su forma de juego, ganancias, torneos jugados, etc.
En cambio el póker online es mucho más técnico: los jugadores estudian mucha teoría y la aplican. Se puede obtener información de cualquier jugador que se siente en la misma mesa acerca de los torneos que jugó, las ganancias que tuvo y si es un jugador recreacional o profesional. Por otro lado, los gestos no son importantes, pero si hay que ser muy tolerante a la frustración. Hay buy in desde todos los precios y eso lo hace accesible a más gente. Se puede compartir mesa con gente de muchos países y se puede jugar en cualquier hora y lugar y muchas mesas a la vez. Sólo se necesita una computadora y conexión a Internet.
El creador del portal pensarpoker.com, José “el profe” Litvak, ex juez y coautor del libro “Texas Hold Em Poker NL” explica que no es posible ganar si no se sabe de matemática, estrategia, psicología, teoría del juego y administración de riesgos.
Juan González Venzano, campeón de la Madero Master Cup en 2012, comentó sobre sus inicios: “Lo que me atrapó del póker es que vi que si tenías habilidad podrías tener una ventaja sobre los demás, que la suerte no indicaba todo y que el que juega mejor en el largo plazo va a ganar”.
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