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POSTALES DE LA CRISIS


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ETERDigital recorrió los comercios de Villa Crespo en busca de testimonios de quienes más saben de consumo: los encargados o dueños de los locales. ¿Cómo cambiaron los hábitos de compra según cada rubro? ¿Cuál es el más afectado? ¿Qué dejaron de hacer los clientes ante la creciente suba de precios?

restoRubro: Gastronomía

Por Manuel Landin y Lucas Terrazas

Que la crisis económica repercute en el bolsillo de los porteños no es novedad. En Villa Crespo, uno de los rubros donde más se siente es en los locales gastronómicos, que para no aumentar sus pérdidas y sostenerse económicamente buscan alternativas.

Promociones y recortes de personal son las medidas que más eligieron los comerciantes para sortear la crisis. “Tuvimos que bajar los precios un 30% porque la gente no venía. Además recortamos personal porque no tenemos mucha ganancia”, dice la encargada de Josefina Restó, en la esquina de Padilla y Camargo.

Por otra parte, algunos locales no ven afectado el número de sus clientes pero sí la forma en la que estos consumen: “Ahora la gente busca compartir los platos y elige los más baratos”, explica la gerenta del café Lenacha, un bar bien ambientado en la zona comercial de Murillo y Warnes.


panaderia

Rubro: Panadería

Por Camila Gómez y Branko Krželj

Estamos en la lona”, lamenta Mari, cajera de la confitería La Catalana en la Avenida Corrientes al 5400, en el barrio porteño de Villa Crespo. Sergio, de La Perla, y Jorge, de Bacco, cajeros de panaderías aledañas, comparten testimonios similares en el marco de la crisis económica que atraviesa el país.

-¿Cómo les afecta la situación económica actual?

Mari: -Estamos en la lona, como todos.

Sergio: -Nos va mal, como a todo el mundo.

Jorge: -Estamos fundidos. La industria se fue al carajo y ya no deja ganancias.

-¿Qué tal es el flujo de clientes?

M: -Los peores meses del año son enero y febrero. El mejor momento de cada mes es la primera semana.

S: -Cuando más clientes hay es durante los primeros dos fines de semana. El trabajo se vuelve tedioso de lunes a jueves porque viene menos gente.

J: -La temporada más floja siempre es de noviembre a abril. El negocio ya no es rentable porque no viene nadie.

-¿Cuánto aumentaron los servicios y el alquiler?

M: -Ahora pago $44.000 de gas y $36.000 de luz. Con el gobierno anterior pagaba $1.800 de luz y $2.600 de gas. Siempre trato de negociar el alquiler. Me quieren cobrar $150.000 pero termino pagando $130.000. No les importa nada y nadie controla nada.

S: -Son propietarios. La luz y el gas cuestan $54.000 y el agua está un poco más cara. En 2015 pagaban $12.000 de luz y gas.

J: -El alquiler y los servicios se fueron a la mierda.

-¿Tuvieron que reducir el personal?

M: -Tengo a dos de más pero hago lo posible para no echarlos. No es fácil.

S: -Sí. Ahora los empleados tienen que hacer más tareas porque hay menos personal.

J: -De 40 empleados que había en 2015, ahora quedan cinco.

Jorge cuenta que en Bacco tuvieron que empezar a vender viandas para tener un ingreso más.

Cerca de allí también estaba la confitería Szpiegel, en Gurruchaga al 500: cerró después de junio de 2017.


kioskpRubro: Kiosco

Por: Sofía Steinbeisser y Gabriel Guerrero

En el barrio porteño de Villa Crespo, la oleada de malestar económico llegó a los kioscos que intentan remarla como pueden.

A mitad de la calle Julián Álvarez, entre Avenida Corrientes y Drago, José, propietario de un pequeño kiosco que bajó sus ventas de forma drástica asegura a ETERDigital: “Antes los papás de los chicos les compraban a veces el desayuno acá” y agrega que ahora la gente ya no puede darse ciertos gustos por la suba descontrolada de los precios. Otra de las consecuencias de la crisis pudo verse en la compra de cigarrillos. José dice que los jóvenes ahora prefieren llevar tabaco armado porque es más barato, algo que no llega a la gente mayor. “Lo ven mal, muchos adultos vienen y me dicen que no lo consumen porque parece marihuana”, cuenta entre risas.

A pocas cuadras, sobre Avenida Corrientes, antes de llegar a Ángel Gallardo, se encuentra una de las sucursales de los kioscos “El Jevi”. Julián, un empleado del negocio, señala que lo que más le preocupa es la situación en la que se encuentran los pibes de los delivery como “Rappi” y “PedidosYa”. Cuenta que hace poco empezó a implementarse este servicio en el kiosco y que todos los que trabajan son jóvenes. “Yo los veo todos los días, viven a las corridas por miedo a que les cobren a ellos por la tardanza de la entrega”, y agrega que además, cobran un sueldo muy “pobre”. Resaltó también el cierre de algunas sucursales y el despido de empleados, por lo cual, muchos de sus compañeros -incluyéndolo- tienen que realizar doble turno en diferentes sedes.

La baja de ventas y la precarización laboral se refleja en los testimonios de los kiosqueros que, a pesar del momento de crisis que se vive, no pierden las esperanzas de que la situación mejore.


carniceria

Consumo de carne: uno de los rubros más afectados

Rubro: Carnicerías

Por Micaela Graziano y Zaira Cristaldo

Según el Indec, la inflación acumulada en el primer trimestre del año arroja un porcentaje aproximado del 10%. Esto se vió reflejado en casi todos los rubros pero se evidencia con mayor intensidad en los alimentos.

En un recorrido por el barrio porteño de Villa Crespo,  distintos comerciantes dieron su opinión respecto a la caída del consumo y el aumento de precios. “Cada vez la gente compra menos carne”, dijo Carlos, dueño de una de las carnicerías de la zona, ubicada en la calle Acevedo al 200. Asegura que los aumentos responden a la suba de la mercadería que se estipula desde los frigoríficos y no está relacionada con los costos de mantener el local. Sostiene que los servicios aumentan todos los meses, pero que no puede transferirlo a los precios porque la gente cada vez compra menos. “El año pasado pagaba 2000 pesos de luz y ahora pago 6000”, dijo en relación a las altas tarifas. De acuerdo con el dueño del local, se dió una suba en el precio del pollo debido a la mayor demanda de los clientes con respecto a la carne.

Por otro lado, Waldino, dueño de la pescadería “Mallorca” ubicada en Camargo al 800, habló de cómo impactó la crisis en sus ventas.

-La crisis se siente bastante. El camión que trae la mercadería aumenta cada vez que viene.

-¿Qué es lo que la gente dejó de comprar?

-Cada vez vendo menos mariscos, y el salmón, que ronda los 1000 pesos el kilo.

-¿Y qué es lo que más compra?

-Merluza, porque es lo más barato. La gente busca precios y te cambia por dos pesos; si hay una promoción en un hipermercado nos quedamos todo el día de brazos cruzados.

-Se acerca Semana Santa, ¿aumentan los precios de nuevo?

-Sì, seguro. Aumentan todo el tiempo y más en estas fechas, es una vergüenza este gobierno. Yo vote a Macri y hoy me arrepiento.


indumentaria

Bolsillos apretados, consumos reducidos

Rubro: Indumentaria y electrodomesticos

Por: Camila Brizuela, Dolores Martínez y Sofía Herrera

Comerciantes de los rubros de indumentaria y electrodomésticos del barrio porteño de Villa Crespo hablaron con ETER digital sobre la situación económica que atraviesa el país y cómo les influye en la venta. “Ojalá algún día la gente pueda volver a comprar sin preocuparse por los precios que tanto nos afectan”, comentó el dueño de Veka, local de repuestos para productos electrónicos ubicado en Serrano al 400.

Empleados de los negocios sobre Avenida Corrientes al 5000 y alrededores contaron las medidas que tienen que tomar hoy para tener ganancias. Emanuel, trabajador de uno de los tantos locales consultados, dijo: “Es necesaria la buena predisposición y atención a la hora de convencer al cliente para lograr la venta”. Por su parte, María, la dueña de Espíritu Libre, un negocio de ropa juvenil, comentó que el problema no es que bajaron las ventas sino que subieron los impuestos. Además agregó que lo más importante es cumplir con el pago de sus empleados, las expensas y el alquiler. “Si es necesario voy a reducir el consumo de luz pero cerrar no está en los planes”, concluyó.

Las promociones son el recurso más utilizado por los locales. En el caso de los negocios de ropa, las ofertas son constantes y fundamentales para que la gente, al menos, entre. Y en el caso de los comercios de electrodomésticos, utilizan los descuentos para fechas festivas o los conocidos días de “hot sale”. Jorge, uno de los empleados de Garbarino explicó que los clientes ahora solamente averiguan y comparan precios con otros lugares porque prefieren esperar a las fechas de oferta para ahorrar.

Los vendedores piensan que la situación actual va a seguir complicada más allá del resultado de las elecciones presidenciales de octubre de este año. “La problemática económica no se va a solucionar de un año a otro, va a llevar mucho tiempo mejorar el sistema comercial. Hay que seguir luchando día a día y esperar”, expresó María Luján, la empleada de S.T.V, un negocio de ropa femenina para señoras.

ETER: -¿Los clientes siguen pagando con efectivo o acuden a la tarjeta?

-Si tienen el efectivo, siempre conviene más porque con la tarjeta se cobran intereses y termina saliendo hasta un 65% más. Asique sí, por lo general, tratan de abonar en efectivo.

ETER: -¿Cómo es el movimiento de los clientes durante la semana?

-Los días lunes, viernes y fines de semana tenemos mayor venta que los otros días. Y por lo general, los primeros días del mes y después de las 18. Nosotros últimamente estamos trabajando hasta los feriados.

ETER: -¿Tuvieron que reducir la compra de los productos?

-Sí, si bien apuntamos a productos con calidad, muchas veces tenemos que elegir sólo la cantidad que vamos a vender en el local. Antes comprabamos mucha más variedad y hoy por hoy, nos ajustamos al bolsillo del cliente.

ETER: -¿Tuvieron que cambiar de barrio por el precio el alquiler?

-Sí, antes estábamos ubicados en Cabildo, y si bien hoy en día la ganancia sigue siendo la misma, el alquiler de allá es el triple que el de acá. Por eso optamos por esta zona que es mucho más barata.


verduRubro: Verdulerías

Por Melany Casafuz y Daniela Faingold

En los últimos tiempos, los aumentos de precios en el rubro verdulería son proporcionales a los de otros productos. Todo sube y cada vez hay más personas que se quejan de los precios, pero aún así siguen consumiendo.

En un sondeo realizado por ETERDigital, se observó que en el barrio de Villa Crespo la gente no llega a fin de mes y por eso decide comprar lo justo y necesario.

La dueña de una de las verdulerías de la zona, quien tiene su negocio en Camargo y Acevedo, expresó: “La gente ya no consume como antes y trata de llevar por unidad”. A eso le sumó: “Eso no nos beneficia a nosotros”. También comentó que el alquiler del negocio “aumenta a medida que pasan los meses y cuesta pagarlo”.

Alberto es el dueño de la franquicia “Los cholitos”, una verdulería en la que se percibe el aroma a chambota, plato por excelencia que le piden sus clientes.

-¿Hace cuánto tiene su verdulería?

-Me tenía que haber muerto en agosto del año pasado, pero acá estoy. Por cosas de la vida me agarró un cáncer linfático y casi me muero, por lo cual tuve que dejar mi trabajo, vender mi empresa. Mi contador me recomendó que para evitar estresarme me ponga un negocio de este rubro, en el que me va excelente y no me puedo quejar.

-¿Cómo surgió el tema de vender la chambota?

-El año pasado, cuando me estaba recuperando del cáncer, me encargué de hacerla para un asado familiar y como no llegaba a hacerla en casa, empecé a hacerla en la verdulería. La clientela me empezó a preguntar si la vendía, al principio no me animaba pero después de un tiempo tuvo mucho éxito.

Uno de los dueños de la franquicia “Los Mendocinos”, ubicada en Padilla y Malabia, explicó que le va muy bien, y además que hay gente que compra por unidad y otros que también siguen comprando por kilo pero que “igualmente gastan $500 o más en nuestro local.” La suya es una de las pocas verdulerías en la que los empleados están en blanco y tienen vacaciones pagas. “De este lado, la crisis no se siente tanto pero se escuchan las quejas de la gente”, agregó el dueño.


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