SOCIEDAD
PROBLEMAS EN EL PASTEUR

“Petunia ya tiene un año y medio y está por entrar en su segundo celo. Desde enero que quiero castrarla pero todavía no consigo turno. Ahora me dicen que venga la semana que viene que ya están empezando a entregar números, pero que no saben la cantidad ni los horarios aún”. Graciela Fernández tiene 38 años y una caniche blanca, dulce e inquieta que no para de mover la cola. En la puerta del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, en el barrio porteño de Caballito, son más de las diez de la mañana y perros y gatos no paran de desfilar junto a sus amos. Entre ellos está la dueña de Petunia que no oculta su fastidio por la demora en la asignación de turnos que tiene el centro de salud. “Si esto sigue así no me va a quedar otra alternativa que llevarla a una veterinaria privada donde me van a cobrar, por lo menos, $ 2000”. En realidad esa suma de dinero varía según la zona.
En veterinarias de la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, ubicadas en los barrios de Nuñez, Belgrano, Palermo y Recoleta, el promedio de esta operación, entre la consulta clínica, los estudios pre-quirúrgicos y la propia castración, ronda los $ 3500. Esa suma se ve reducida alrededor de un 25 % en la zona sur, en donde en zonas como Liniers, Villa Luro, Parque Avellaneda, Mataderos, los mismos procesos rondan los $ 2600.
La lista de honorarios para esterilizaciones que elabora el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de Buenos Aires arroja un valor certificado de 20 unidades fijas de $ 115 por la castración de un gato, es decir, $ 2300. En el caso de caninos, la suma que prevé la corporación veterinaria porteña es de 25 unidades fijas, $ 2875.
Datos de la Encuesta Nacional de Hogares que realiza la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires confirman la importancia que para los porteños tienen sus mascotas. Del estudio llevado a cabo en 2014 resulta que cerca de 430 mil perros y 250 mil gatos viven en casas de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, alrededor de un animal cada dos hogares.
En el caso de los perros, el 67,7% aún no fue castrado, pero tratándose de los felinos, el porcentaje de los individuos operados es de 79%.
LA COMUNIDAD ALERTA
Ante la imposibilidad de los animales de protestar, son las personas quienes lo hacen. Distintas Organizaciones No Gubernamentales, como Enfoque animal o Reclamos x Animales en Argentina, dedicadas a la protección y cuidado animal son las que se encargan de hacer valer sus derechos, y desde fines de 2015 se encuentran en alerta por el deterioro que sufre el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, en la Ciudad de Buenos Aires.
“Desde el 20 de diciembre del año pasado no se hacen más castraciones ni cirugías. La atención veterinaria en los dos consultorios que tiene ha sido esporádica, a cuentagotas, a pesar de contar con un gran presupuesto. La excusa que dan los trabajadores es la falta de insumos”, dijo Carolina Ragazzon, integrante de las ONG mencionadas, que usan el facebook como vía de comunicación.
El argumento de los empleados del Instituto no convenció a Ragazzon, que sentenció: “Creo que esta situación responde directamente a intereses de la corporación veterinaria. Los directores del Instituto, Oscar Lencinas y Edgardo Marcos, creen que porque el instituto lleva el nombre de Luis Pasteur pueden vender servicios de laboratorio al exterior. Se piensan que en el extranjero nadie va a venir a inspeccionar por la seguridad e higiene del instituto y sin vueltas van a contratar servicios”.
La integrante de Reclamos x Animales en Argentina contó que el 6 de abril fue junto a una veterinaria y una bióloga proteccionista a visitar el Pasteur y exponer la situación que está viviendo el hospital. “Planteamos que la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires publicó en 2011 un informe nefasto de 134 páginas en las cuales se describen 42 deficiencias, entre ellas, que ninguno de los laboratorios cumple con al menos el 50 por ciento de las normas”, expuso.
El Día del Animal en Argentina, el 29 de abril, las ONG defensoras de los derechos animales convocaron una manifestación, en modo de “abrazo”, en el Instituto Luis Pasteur de 13 a 20, motivadas por “el cierre del quirófano y la clínica”. Las animalistas pegaron afiches en el lugar y juntaron firmas. Uno de los carteles tenía de leyenda: “Para ellos la atención pública es un gasto, no un derecho del ciudadano, pero nosotros pagamos impuestos, y ésta atención nos corresponde”.
Según un estudio elaborado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, a través del Centro de Investigación en Estadística Aplicada (CINEA), el 69 % de los encuestados tiene una mascota. El relevamiento se llevó a cabo entre el 19 y el 22 de abril de 2016, en el marco del Día del Animal, y contempló a 1596 personas mayores de 16 años residentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires. El animal doméstico preferido es el perro (31 %), mientras que en segundo lugar se encuentra el gato (6 %). La encuesta también aborda el grado de preocupación por los derechos de los animales, cifra que alcanza un 85%, mientras que nueve de cada diez entrevistados consideran que el Estado debería asegurar la atención pública de la salud en los animales domésticos. “Observamos que para los residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires las mascotas dejaron de ser simplemente un animal de compañía para convertirse en sujetos de derecho o seres sintientes”, explicó Pía Argagnon, investigadora del CINEA.
Liliana Soto, otra apasionada de los animales, también participó activamente en las manifestaciones contra la crisis que estaba viviendo el Instituto, y ,sobre todo, por la falta de esterilizaciones. “Alegando la epidemia del dengue como excusa dejaron de castrar animales, antes habían dicho que era por reformas edilicias. En realidad, el trabajo que hicieron con respecto a la enfermedad transmitida por el mosquito, fue dar vuelta los cacharros”, sostuvo. Al finalizar la jornada exclamó: “El 90 por ciento de la gente que vive en la zona no estaba al tanto del cese de las castraciones, fue una buena oportunidad para difundir la situación”.
La castración es la extirpación quirúrgica de los órganos sexuales. En el caso del macho los testículos, en el caso de la hembra, los ovarios u ovarios y útero. Los procesos hormonales desaparecen y el carácter del animal no sufre alteración. Las hembras no tienen el celo. “Es necesario recordar la importancia de la operación. Ésta evita la sobrepoblación de animales en la ciudad y las infecciones uterinas y el cáncer de mama en el caso de la hembra y el cáncer de testículo en el macho. Es una responsabilidad como dueño de una mascota”, remarcó Soto.
Consultados sobre el cese de las esterilizaciones y el cierre temporal de los quirófanos del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, ni el director, Oscar Enrique Lencinas, ni el director General de Hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Ricardo Auger, quisieron hacer comentarios.
LA POBLACIÓN ANIMAL EN LA CIUDAD
La Ley Nº 4351, sancionada en 2012, establece las metas del control de población canina y felina de la Ciudad de Buenos Aires. En su articulado, determina como uno de sus objetivos principales la castración anual de por lo menos el 10 % de la población total de animales del distrito. Es decir que, desde sancionada la norma debió haberse esterilizado a uno de cada tres animales de la ciudad. Consultados sobre estas cifras, la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Buenos Aires no brindó datos actualizados.
Otro eje central de la Ley Nº 4351/12 es la creación de Centros de Atención Veterinaria Comunal (CAV) y de Centros Móviles de Atención Veterinaria (CMAV). Los quirófanos móviles del Instituto Pasteur funcionan con un calendario fijado previo al inicio de cada mes, donde constan los días, horarios y esquinas donde estarán los CMAV. En cambio, los CAV son todavía una deuda pendiente. No sólo no se instaló ninguno, sino que tampoco está planificada su instalación en ninguna comuna.
La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, órgano de control externo que realiza recomendaciones a los organismos para promover mejoras en la calidad de la gestión del estado, realizó en 2011 un relevamiento sobre el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur con el objetivo de “identificar las debilidades y áreas críticas”. En el informe, que consta de 134 páginas, se detectaron 42 debilidades del centro de salud. Si bien este estudio tiene cinco años de antigüedad, es el más actualizado y marca falencias que se relacionan con el presente que vive el hospital veterinario, sobre todo en el sector de laboratorios y esterilizaciones: depósitos en malas condiciones edilicias, equipos de esterilización automáticos ubicados en el Pabellón 2 fuera de servicio, fallas en los sistemas de bioseguridad de los laboratorios y falta de depósitos intermedios para residuos patogénicos, entre otros.
En el ámbito legislativo, la diputada porteña del bloque Suma+, Natalia Fidel, presentó un pedido de informes en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sobre el estado del Instituto Pasteur, asombrada por la gran cantidad de quejas y consultas de vecinos que llamaron a su despacho. En el marco del Día del Animal, celebrado el 29 de abril, la legisladora pidió información al poder ejecutivo sobre la cantidad y el estado de los quirófanos, el laboratorio, las obras realizadas y la cantidad de turnos otorgados. Aunque el proyecto aún no fue tratado en el recinto, desde el despacho de la diputada esperan que sea aprobado en la segunda mitad del año.
LA POSICIÓN DEL GREMIO
Francisco Citera es delegado gremial del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) en el Instituto Pasteur. Trabaja hace 36 años y lleva 25 como representante de los trabajadores. Sabe que el Instituto Pasteur tiene una identidad fuerte en la sociedad por su servicio a la comunidad, sobre todo con los dueños de mascotas. “Históricamente en el Pasteur siempre hubo consultorios, salas de rayos, quirófanos dentro del establecimiento, quirófanos móviles. Es muy importante el vínculo que tiene con la sociedad”.
Sobre el cierre en los quirófanos, se muestra preocupado y sostiene que se dio por “problemas personales que el señor director Oscar Lencinas tiene con la gente que maneja el quirófano. Aprovechó la epidemia del dengue y, con la excusa de necesitar a todo el personal disponible, envió un memorándum interno y decidió cerrar los quirófanos”.
Si bien el dirigente gremial asegura que el estado edilicio del Pasteur es muy bueno, reconoce que las promesas de obras de mejora no se cumplieron: “Se cerraron los quirófanos diciendo que se los iba a reparar y la realidad es que nadie reparó nada y eso sigue siendo una deuda pendiente”.
Luego de un impasse de poco más de tres meses, las esterilizaciones en el Instituto de Zoonosis Pasteur comienzan a regularizarse. De lunes a viernes de 9 a 16 se asignan turnos para castrar animales. El parate en las operaciones fue acompañado por una fuerte presión interna y externa. “Las autoridades del ministerio han comprendido que cerrar un quirófano no es bueno para la ciudadanía. Recibieron presiones de todos lados: de la gente y del gremio. Nosotros como delegación sindical jamás vamos a permitir el cierre de este servicio”, afirma Citera.
Sobre las versiones que vinculan al cierre de los quirófanos con el crecimiento del sector de laboratorios en el centro de salud, Fernando Citera asegura que no se potenciaron nada los laboratorios y que los trabajos planificados no fueron llevados adelante.
“Los médicos y los quirófanos funcionan hoy en un 70 % en todo lo que tiene que ver con castraciones, aún no está normalizada del todo la situación”, concluye el delegado de Sutecba.
SOCIEDAD
“La Catedral de Francisco”
Cientos de fieles dejaron sus oraciones y ofrendas en el templo que vio pasar a Jorge Bergoglio como cardenal primado de Buenos Aires. Cómo fue la despedida al “Papa de los pobres”.

A esa hora en la que Plaza de Mayo se deja ganar por la noche y los autos iluminan junto al alumbrado público, las escalinatas de la Catedral Metropolitana se convirtieron en un altar urbano. Velas encendidas, otras ya derretidas; ramos de flores frescas apoyados sobre las columnas que tienen pegadas banderas argentinas y papales, rosarios, estampitas, camisetas de San Lorenzo y cartas escritos a mano. Sobre Rivadavia, un retrato en tiza del Papa decora el asfalto como si su figura emergiera desde ese suelo que alguna vez lo vio caminar.
Detrás de las cámaras de TV de los medios nacionales e internacionales, y de los vendedores de recuerdos sobre las escalinatas, hay un murmullo bajo que envuelve. Gente que reza, que conversa en voz baja o que simplemente está. Turistas, creyentes, algunos que no se identifican con ninguna fe. Todos llegaron allí por alguna razón. Edgardo y Jazmín, una pareja peruana que observa en la entrada de la Catedral, comenta que estaban de visita cuando sucedió la muerte del sumo pontífice. “Era muy humilde, incluso ahora, en su despedida. Esperamos que el próximo Papa siga su legado, pero sabemos que en nuestra vida no veremos otro latino”, dice ella.

Unos pasos adentro del templo, un perro callejero duerme justo debajo de la cartelera que anuncia las misas y ceremonias especiales a la ocasión. No estorba el paso. La gente lo rodea, lo mira e incluso le toman fotos como si también él formara parte de esta escena serena y devota.
Adentro, el ambiente se vuelve más íntimo. Los pisos de mármol y las paredes macizas contienen la emoción de quienes ingresan. Aquí ya no hay medios de comunicación ni vendedores ni ruidos molestos. Solo pasos lentos y un murmullo que acoge.
Al final del pasillo de la nave principal, a pocos metros del altar donde Bergogliocelebraba misas, un escritorio exhibe un libro abierto. La gente se acerca a firmarlo, a dejar un mensaje, una oración. Al lado hay un cartel escrito con letras simples: “Francisco. Recibir la vida como viene”. Detrás, custodiado por cadetes de la Policía Federal vestidas de gala, un cuadro del Papa con su tradicional túnica blanca y su cruz plateada. Al costado, la mitra y el báculo que él utilizó cuando era cardenal primado de Buenos Aires. Todorodeado de coronas de flores blancas sobreel piso.
Frente a ese altar se detiene Daniel, un joven brasileño que también reflexionó con ETER Digital sobre los desafíos del porvenir: “Francisco fue un hombre del futuro que luchó por los que no tienen voz. No creo que haya otro como él. Quien lo suceda tiene una tarea inmensa: sostener un legado difícil de olvidar”.
Sentada sobre los viejos bancos de madera, una mujer llora hasta con el cuerpo. Se tapa la cara mientras a su lado un hombre la abraza y un niño mira sin entender demasiado. La imagen se repite varias vecesen otros bancos: la del duelo compartido en familia y entre generaciones.
A pocos metros, tres hombres se detienen frente al mausoleo de José de San Martín, que esta vez tiene menos protagonismo que de costumbre. Hoy todos los ojos y gestos parecen estar dirigidos a Francisco.
El reloj se acerca a las 20 cuando los policías que rondaban por los pasillos anuncian el cierre de la Catedral. Pero afuera el recuerdo sigue. Una señora mayor, de pelo corto rojizo y mirada vivaz, camina con paso seguro hacia un móvil de televisión: es conocida como “La Señora de los Velorios”. Pero esta vez no vino exclusivamente por eso. “Yo vine hoy por él. Era una persona muy humilde. En las misas de San Cayetano saludaba uno por uno sin importar la cantidad” de gente que hubiera, recuerda. Orgullosa de que haya sido argentino, Mari reivindica la relación del Papa con su Patria: “No me molestó que no volviera a Argentina. Su misión acá ya estaba cumplida”.

La Catedral Metropolitana, la Catedral del Papa, no parece estar triste sino más bien emocionada, como si supiera que Francisco no se irá del todo. Que lo que deja no cabe en una tumba sino en los gestos, palabras, luchas y convicciones que muchos fielestomarán como bandera.
Desde la vereda hasta el altar, este lugar que alguna vez fue la casa de Bergoglio hoy vuelve a serlo. Por una noche al menos. O al menos por esta despedida, por la historia que empezó en estas baldosas donde ahora se vuelve a rezar por él.
SOCIEDAD
Sabe la Tierra: comunidad, sostenibilidad y compromiso
La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.

La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.
Va cayendo el sol en el Parque Las Heras y la primavera se hace notar con su típica brisa de la última hora de la tarde. La esquina de French y Coronel Díaz es una postal de domingo: en el frente se alzan los puestos de la feria de consumo consciente más famosa de Buenos Aires, con sus toldos blancos y sus características mesas forradas de arpillera en las que se lee su emblema: “Sabe la Tierra”.
De fondo, el atardecer. La calesita que completa el cuadro da sus vueltas finales despidiendo a los niños que ríen y juegan hasta el último minuto antes del cierre. Los feriantes siguen vendiendo. El ambiente huele a fruta, a inciensos, a la vainilla de los postres caseros que ofrece uno de los puestos. Cada sección tiene sus olores, sus colores y sus sabores, según los productos que ofrecen, y son tan intensos que parecen elaborados para que los consumidores puedan llevarse un pedacito de naturaleza a sus hogares citadinos.
Seguramente cuando Angie Ferrazzini pensó este espacio que uniría a pequeños productores, emprendedores y artesanos para conectarlos con el público, no se imaginó que terminaría gestando toda una propuesta cultural que ofrecería desde mercados itinerantes que recorren la ciudad hasta talleres de cocina y horticultura.
Hoy, quince años después, la creadora de esta organización cuenta que Sabe la Tierra recibe cada mes alrededor de cincuenta mil personas en los más de cincuenta mercados y festivales que se presentan en diferentes barrios y ciudades. “Somos un equipo de 30 personas que creemos en otra forma de producir y de consumir”, contaba en la Charla TED que presentó en Necochea en 2023.
Y agregó en esa presentación: “Se me ocurrió crear un mercado de productores donde se pudieran encontrar los productores con los consumidores, promover el bien común y generar lazos de confianza. Esta fue la idea inicial para el proyecto hace 20 años”.
Como suele suceder con los grandes soñadores que cambian realidades, Angie comenzó a vivir su sueño en su propio jardín: no contaba con el capital necesario para sostener una gran exposición en un centro de convenciones como habría querido por ese entonces, pero eso no la detuvo. Con el propósito firme y la visión clara, esta exponente de la cultura naturista convirtió su casa en el espacio que sostendría el puente entre las dos puntas del mercado sustentable: productores y consumidores. Hoy, ese mismo puente se extiende a lo largo de trece locaciones distribuidas por todo el país.
“Venimos porque nos gusta comprar productos orgánicos y porque nos encanta el ambiente de la feria”, dice Candela, una joven que pasea con su familia y se detiene en cada stand observando con atención los productos exhibidos. Como ella, muchos de los clientes que visitan el lugar son fieles a la filosofía de la organización, que tiene seguidores desde sus inicios, cuando solo podía encontrarse en su primera locación formal: la estación San Fernando del Tren de La Costa. Desde allí fue expandiéndose como lo hacen los fenómenos culturales cuando saben atender necesidades sociales.
Más de mil puestos de trabajo generados demuestran que Sabe la Tierra no es solo un modelo de consumo responsable, sino también de economía sustentable. Este mercado consciente abre sus puertas para que cualquier emprendedor pueda desarrollarse y ofrecer productos de calidad. Tal es el caso de Luisa, el talento detrás de los mejores tequeños de la zona, que cautivan paladares de todas las edades en la carpa de comida venezolana.
Luisa recibe a las personas que se detienen en su mesa con una amabilidad especial, invitándolos a degustar un bocadito de empanadas típicas de su país. Con una sonrisa amplia acompaña el son caribeño que lleva en el habla. Cuenta que vive en Argentina hace cinco años y que forma parte de la feria hace tres; y que gracias a este espacio es capaz de mantener a su familia y que incluso pudo pagar un viaje de visita a su entrañable Caracas.
“La feria nos cambió la vida. Estamos agradecidos por esta fuente de trabajo que nos permitió lograr la anhelada estabilidad económica”, afirma emocionada. Esta emprendedora, que supo sobreponerse a los embates de la expatriación e insertarse en el mercado laboral de nuestro país a través de su vocación en la cocina, es un ejemplo del impacto que tiene en los trabajadores este espacio de comercio justo y consciencia. Para esta comunidad, los valores agroecológicos y el compromiso fueron la clave del crecimiento.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL:
Consumo de alimentos procesados: el tabaquismo del siglo XXI
SOCIEDAD
Cómo fue la toma de estudiantes en defensa de la UNTREF
En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.

En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.
“Universidad tomada” advierte una bandera en la puerta de la Sede Lynch de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Son las ocho de la noche de un miércoles de octubre en el barrio de Sáenz Peña y la vereda de la sede abunda de información.
Una clase abierta donde los alumnos sentados en ronda en pupitres azules escuchan atentamente al docente. A metros, estudiantes se reúnen distendidamente algunos de ellos con sus mochilas, mientras otros cargan bolsas con acolchados y sábanas para pasar la noche en su casa de estudios.
La UNTREF se encuentra tomada con vigilia hace exactamente siete días luego de la Resolución Interclaustro -realizada el 10 de octubre de 2024- donde participaron docentes, no docentes, estudiantes y graduados.
La decisión fue una toma organizada que garantice la continuidad de las clases y que incluya un plan de lucha para visibilizar el reclamo presupuestario por las universidades nacionales. “Estuvimos todo el fin de semana organizando el cronograma, nos acostamos a las 4 de la madrugada para levantarnos a las 7”, comenta Lucho Borzatto, estudiante de la Licenciatura en Logística e integrante del centro de estudiantes.
A lo lejos se escuchan los murmullos de otra clase abierta que sucede en el sum del edificio, donde se encuentran el buffet y la fotocopiadora. Las luces son tenues porque el docente proyecta diapositivas para el desarrollo de la clase. En simultáneo, alumnos salen de sus aulas, algunos vuelven a sus hogares, otros se reúnen en allí o en la vereda para pasar parte a sus compañeros sobre su desempeño en los parciales. Las paredes del establecimiento aún conservan afiches pegados de otras cátedras y no faltan los carteles con consignas como “No caímos en la universidad pública, la elegimos”.
“La gente camina como un caballo por acá, no habitamos la universidad, muchos venimos a cumplir, siento que eso está cambiando”, comenta Lena Blanco, estudiante de la Licenciatura en Gestión del Arte y la Cultura mientras toma el último sorbo de mate. Está sentada delante de la bandera de su carrera que pintaron para la Marcha Federal Universitaria de abril. Además, expresa su sorpresa al ver la cantidad de carteles pegados en las paredes: “Antes no se podía poner nada, no encontrabas ninguna expresión más que las típicas que hay en los baños”.
Alrededor de 200 alumnos de la UNTREF se organizaron y formaron comandos divididos en distintas áreas. “Tomar la universidad no es joda”, indica Lucho y agrega: “Requiere de mucho trabajo y sacrificio”. Y así es, los comandos se dividen por área: prevención y logística, agenda cultural, documentación audiovisual, comidas y alimentos, higiene, prensa y comunicación, entre muchas más. De esta forma, se suman a los cientos de miles de estudiantes involucrados en el plan de lucha a lo largo y ancho de todo el país.
A partir del veto del Presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, las tomas en las facultades brotaron como pasto después de la lluvia. Un relevamiento de la FUA (Federación Universitaria Argentina) indicaba en ese entonces que ya eran más de 30 edificios tomados, mientras que asociaciones civiles como Argentinos por la Educación afirmaban más de 80.
Incluso fue un momento donde algunas universidades fueron tomadas por primera vez, como fue el caso de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). La amenaza por el desmantelamiento de las universidades nacionales puso en alerta a todos los estudiantes en cada rincón del país y los convocó a organizarse para defender su futuro.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL:
Carolina Ragazzon
25/10/2018 at 8:05 pm
Muchas gracias por haber difundido en 2016 la situación. La misma NO sólo NO mejoró. Sino que empeoró ya que en ese año EL famoso quirófano estaba en “remodelación” permanente. Aunque según el mismo informe de la Auditoría mencionado indican que existen DOS quirófanos!
Por otro lado, en 2017 el mismo Pasteur NO realizó la campaña de vacunación antirrábica extramuros estacional como correspondía. A pesar de excusas irrisorias a pedidos de informes, y sólo por presión permanente, en 2018 y a las apresuradas se realizó algo como campaña en algunos fines de semana entre Marzo y Mayo. Realicé un gráfico con los datos que oficialmente publicaron en el sitio de la ciudad. Y a medida que lo iba difundiendo, los datos fueron “cambiando”….
En el presupuesto consumido por el Pasteur en este año 2018 existe un ítem muy llamativo que está en el informe del segundo trimestre y no en el inmediato anterior. Y es casi UN MILLON más de pesos.
Obviamente, la campaña estacional de ESTE año 2018 debería YA haber iniciado y NO fue así NI existe fecha para realizarse.
También en documento del presupuesto existe un programa de inversión que indica que el Pasteur recibió entre 2010 y 2016 casi unos CINCUENTA MILLONES de pesos para CONTRUCCIONES. En TRES años (del 2018 al 2020), va a recibir OTROS cincuenta millones más, tambièn para construcciones. Qué les parece que harán?? Y lo que es más importante, qué hicieron ya con los otros 50Millones???
Gracias por NO tapar la realidad
Carolina Ragazzon
Grupo de Facebook: Reclamos X Animales en Argentina.
TODOS los documentos están difundidos en el grupo.