“Petunia ya tiene un año y medio y está por entrar en su segundo celo. Desde enero que quiero castrarla pero todavía no consigo turno. Ahora me dicen que venga la semana que viene que ya están empezando a entregar números, pero que no saben la cantidad ni los horarios aún”. Graciela Fernández tiene 38 años y una caniche blanca, dulce e inquieta que no para de mover la cola. En la puerta del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, en el barrio porteño de Caballito, son más de las diez de la mañana y perros y gatos no paran de desfilar junto a sus amos. Entre ellos está la dueña de Petunia que no oculta su fastidio por la demora en la asignación de turnos que tiene el centro de salud. “Si esto sigue así no me va a quedar otra alternativa que llevarla a una veterinaria privada donde me van a cobrar, por lo menos, $ 2000”. En realidad esa suma de dinero varía según la zona.
En veterinarias de la zona norte de la Ciudad de Buenos Aires, ubicadas en los barrios de Nuñez, Belgrano, Palermo y Recoleta, el promedio de esta operación, entre la consulta clínica, los estudios pre-quirúrgicos y la propia castración, ronda los $ 3500. Esa suma se ve reducida alrededor de un 25 % en la zona sur, en donde en zonas como Liniers, Villa Luro, Parque Avellaneda, Mataderos, los mismos procesos rondan los $ 2600.
La lista de honorarios para esterilizaciones que elabora el Consejo Profesional de Médicos Veterinarios de Buenos Aires arroja un valor certificado de 20 unidades fijas de $ 115 por la castración de un gato, es decir, $ 2300. En el caso de caninos, la suma que prevé la corporación veterinaria porteña es de 25 unidades fijas, $ 2875.
Datos de la Encuesta Nacional de Hogares que realiza la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires confirman la importancia que para los porteños tienen sus mascotas. Del estudio llevado a cabo en 2014 resulta que cerca de 430 mil perros y 250 mil gatos viven en casas de la Ciudad de Buenos Aires, es decir, alrededor de un animal cada dos hogares.
En el caso de los perros, el 67,7% aún no fue castrado, pero tratándose de los felinos, el porcentaje de los individuos operados es de 79%.
LA COMUNIDAD ALERTA
Ante la imposibilidad de los animales de protestar, son las personas quienes lo hacen. Distintas Organizaciones No Gubernamentales, como Enfoque animal o Reclamos x Animales en Argentina, dedicadas a la protección y cuidado animal son las que se encargan de hacer valer sus derechos, y desde fines de 2015 se encuentran en alerta por el deterioro que sufre el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, en la Ciudad de Buenos Aires.
“Desde el 20 de diciembre del año pasado no se hacen más castraciones ni cirugías. La atención veterinaria en los dos consultorios que tiene ha sido esporádica, a cuentagotas, a pesar de contar con un gran presupuesto. La excusa que dan los trabajadores es la falta de insumos”, dijo Carolina Ragazzon, integrante de las ONG mencionadas, que usan el facebook como vía de comunicación.
El argumento de los empleados del Instituto no convenció a Ragazzon, que sentenció: “Creo que esta situación responde directamente a intereses de la corporación veterinaria. Los directores del Instituto, Oscar Lencinas y Edgardo Marcos, creen que porque el instituto lleva el nombre de Luis Pasteur pueden vender servicios de laboratorio al exterior. Se piensan que en el extranjero nadie va a venir a inspeccionar por la seguridad e higiene del instituto y sin vueltas van a contratar servicios”.
La integrante de Reclamos x Animales en Argentina contó que el 6 de abril fue junto a una veterinaria y una bióloga proteccionista a visitar el Pasteur y exponer la situación que está viviendo el hospital. “Planteamos que la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires publicó en 2011 un informe nefasto de 134 páginas en las cuales se describen 42 deficiencias, entre ellas, que ninguno de los laboratorios cumple con al menos el 50 por ciento de las normas”, expuso.
El Día del Animal en Argentina, el 29 de abril, las ONG defensoras de los derechos animales convocaron una manifestación, en modo de “abrazo”, en el Instituto Luis Pasteur de 13 a 20, motivadas por “el cierre del quirófano y la clínica”. Las animalistas pegaron afiches en el lugar y juntaron firmas. Uno de los carteles tenía de leyenda: “Para ellos la atención pública es un gasto, no un derecho del ciudadano, pero nosotros pagamos impuestos, y ésta atención nos corresponde”.
Según un estudio elaborado por la Universidad Nacional de Tres de Febrero, a través del Centro de Investigación en Estadística Aplicada (CINEA), el 69 % de los encuestados tiene una mascota. El relevamiento se llevó a cabo entre el 19 y el 22 de abril de 2016, en el marco del Día del Animal, y contempló a 1596 personas mayores de 16 años residentes en Capital Federal y Gran Buenos Aires. El animal doméstico preferido es el perro (31 %), mientras que en segundo lugar se encuentra el gato (6 %). La encuesta también aborda el grado de preocupación por los derechos de los animales, cifra que alcanza un 85%, mientras que nueve de cada diez entrevistados consideran que el Estado debería asegurar la atención pública de la salud en los animales domésticos. “Observamos que para los residentes en el Área Metropolitana de Buenos Aires las mascotas dejaron de ser simplemente un animal de compañía para convertirse en sujetos de derecho o seres sintientes”, explicó Pía Argagnon, investigadora del CINEA.
Liliana Soto, otra apasionada de los animales, también participó activamente en las manifestaciones contra la crisis que estaba viviendo el Instituto, y ,sobre todo, por la falta de esterilizaciones. “Alegando la epidemia del dengue como excusa dejaron de castrar animales, antes habían dicho que era por reformas edilicias. En realidad, el trabajo que hicieron con respecto a la enfermedad transmitida por el mosquito, fue dar vuelta los cacharros”, sostuvo. Al finalizar la jornada exclamó: “El 90 por ciento de la gente que vive en la zona no estaba al tanto del cese de las castraciones, fue una buena oportunidad para difundir la situación”.
La castración es la extirpación quirúrgica de los órganos sexuales. En el caso del macho los testículos, en el caso de la hembra, los ovarios u ovarios y útero. Los procesos hormonales desaparecen y el carácter del animal no sufre alteración. Las hembras no tienen el celo. “Es necesario recordar la importancia de la operación. Ésta evita la sobrepoblación de animales en la ciudad y las infecciones uterinas y el cáncer de mama en el caso de la hembra y el cáncer de testículo en el macho. Es una responsabilidad como dueño de una mascota”, remarcó Soto.
Consultados sobre el cese de las esterilizaciones y el cierre temporal de los quirófanos del Instituto de Zoonosis Luis Pasteur, ni el director, Oscar Enrique Lencinas, ni el director General de Hospitales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Ricardo Auger, quisieron hacer comentarios.
LA POBLACIÓN ANIMAL EN LA CIUDAD
La Ley Nº 4351, sancionada en 2012, establece las metas del control de población canina y felina de la Ciudad de Buenos Aires. En su articulado, determina como uno de sus objetivos principales la castración anual de por lo menos el 10 % de la población total de animales del distrito. Es decir que, desde sancionada la norma debió haberse esterilizado a uno de cada tres animales de la ciudad. Consultados sobre estas cifras, la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad Buenos Aires no brindó datos actualizados.
Otro eje central de la Ley Nº 4351/12 es la creación de Centros de Atención Veterinaria Comunal (CAV) y de Centros Móviles de Atención Veterinaria (CMAV). Los quirófanos móviles del Instituto Pasteur funcionan con un calendario fijado previo al inicio de cada mes, donde constan los días, horarios y esquinas donde estarán los CMAV. En cambio, los CAV son todavía una deuda pendiente. No sólo no se instaló ninguno, sino que tampoco está planificada su instalación en ninguna comuna.
La Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires, órgano de control externo que realiza recomendaciones a los organismos para promover mejoras en la calidad de la gestión del estado, realizó en 2011 un relevamiento sobre el Instituto de Zoonosis Luis Pasteur con el objetivo de “identificar las debilidades y áreas críticas”. En el informe, que consta de 134 páginas, se detectaron 42 debilidades del centro de salud. Si bien este estudio tiene cinco años de antigüedad, es el más actualizado y marca falencias que se relacionan con el presente que vive el hospital veterinario, sobre todo en el sector de laboratorios y esterilizaciones: depósitos en malas condiciones edilicias, equipos de esterilización automáticos ubicados en el Pabellón 2 fuera de servicio, fallas en los sistemas de bioseguridad de los laboratorios y falta de depósitos intermedios para residuos patogénicos, entre otros.
En el ámbito legislativo, la diputada porteña del bloque Suma+, Natalia Fidel, presentó un pedido de informes en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires sobre el estado del Instituto Pasteur, asombrada por la gran cantidad de quejas y consultas de vecinos que llamaron a su despacho. En el marco del Día del Animal, celebrado el 29 de abril, la legisladora pidió información al poder ejecutivo sobre la cantidad y el estado de los quirófanos, el laboratorio, las obras realizadas y la cantidad de turnos otorgados. Aunque el proyecto aún no fue tratado en el recinto, desde el despacho de la diputada esperan que sea aprobado en la segunda mitad del año.
LA POSICIÓN DEL GREMIO
Francisco Citera es delegado gremial del Sindicato Único de Trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba) en el Instituto Pasteur. Trabaja hace 36 años y lleva 25 como representante de los trabajadores. Sabe que el Instituto Pasteur tiene una identidad fuerte en la sociedad por su servicio a la comunidad, sobre todo con los dueños de mascotas. “Históricamente en el Pasteur siempre hubo consultorios, salas de rayos, quirófanos dentro del establecimiento, quirófanos móviles. Es muy importante el vínculo que tiene con la sociedad”.
Sobre el cierre en los quirófanos, se muestra preocupado y sostiene que se dio por “problemas personales que el señor director Oscar Lencinas tiene con la gente que maneja el quirófano. Aprovechó la epidemia del dengue y, con la excusa de necesitar a todo el personal disponible, envió un memorándum interno y decidió cerrar los quirófanos”.
Si bien el dirigente gremial asegura que el estado edilicio del Pasteur es muy bueno, reconoce que las promesas de obras de mejora no se cumplieron: “Se cerraron los quirófanos diciendo que se los iba a reparar y la realidad es que nadie reparó nada y eso sigue siendo una deuda pendiente”.
Luego de un impasse de poco más de tres meses, las esterilizaciones en el Instituto de Zoonosis Pasteur comienzan a regularizarse. De lunes a viernes de 9 a 16 se asignan turnos para castrar animales. El parate en las operaciones fue acompañado por una fuerte presión interna y externa. “Las autoridades del ministerio han comprendido que cerrar un quirófano no es bueno para la ciudadanía. Recibieron presiones de todos lados: de la gente y del gremio. Nosotros como delegación sindical jamás vamos a permitir el cierre de este servicio”, afirma Citera.
Sobre las versiones que vinculan al cierre de los quirófanos con el crecimiento del sector de laboratorios en el centro de salud, Fernando Citera asegura que no se potenciaron nada los laboratorios y que los trabajos planificados no fueron llevados adelante.
“Los médicos y los quirófanos funcionan hoy en un 70 % en todo lo que tiene que ver con castraciones, aún no está normalizada del todo la situación”, concluye el delegado de Sutecba.
Muchas gracias por haber difundido en 2016 la situación. La misma NO sólo NO mejoró. Sino que empeoró ya que en ese año EL famoso quirófano estaba en “remodelación” permanente. Aunque según el mismo informe de la Auditoría mencionado indican que existen DOS quirófanos!
Por otro lado, en 2017 el mismo Pasteur NO realizó la campaña de vacunación antirrábica extramuros estacional como correspondía. A pesar de excusas irrisorias a pedidos de informes, y sólo por presión permanente, en 2018 y a las apresuradas se realizó algo como campaña en algunos fines de semana entre Marzo y Mayo. Realicé un gráfico con los datos que oficialmente publicaron en el sitio de la ciudad. Y a medida que lo iba difundiendo, los datos fueron “cambiando”….
En el presupuesto consumido por el Pasteur en este año 2018 existe un ítem muy llamativo que está en el informe del segundo trimestre y no en el inmediato anterior. Y es casi UN MILLON más de pesos.
Obviamente, la campaña estacional de ESTE año 2018 debería YA haber iniciado y NO fue así NI existe fecha para realizarse.
También en documento del presupuesto existe un programa de inversión que indica que el Pasteur recibió entre 2010 y 2016 casi unos CINCUENTA MILLONES de pesos para CONTRUCCIONES. En TRES años (del 2018 al 2020), va a recibir OTROS cincuenta millones más, tambièn para construcciones. Qué les parece que harán?? Y lo que es más importante, qué hicieron ya con los otros 50Millones???
Gracias por NO tapar la realidad
Carolina Ragazzon
Grupo de Facebook: Reclamos X Animales en Argentina.
TODOS los documentos están difundidos en el grupo.