Es común ver camisetas de otras partes del mundo en nuestro país, pero las cantidades que se venden o equipos que figuran entre las más vendidas pueden diferenciarse de lo que se cree.
Por Federico González
“¡Quiero la de Messi, pa!”, exige un chico al pasar por las imponentes vidrieras de un importante local de ropa deportiva. “Yo soy del Real Madrid, las tengo todas”, comenta otro con ansias de ser escuchado por su fanatismo pronunciado. Estas expresiones no dejan de ser imaginables tomando el tamaño de los equipos y, sobre todo, de los ídolos que las visten, varios de ellos nacionales. Raro sería oír a alguien pidiendo una camiseta amarilla fluorescente del Borussia Dortmund.
Lo cierto es que, en nuestro país, el ranking de la indumentaria en general de equipos de del viejo continente tiene más particularidades de las que se presuponen. Barcelona sigue siendo el equipo que más remeras vende y, sobre todo, con el número 10 en la espalda y el nombre de Messi estampado. El número de unidades vendidas sufrió variaciones luego del mundial porque, explicado por Carlos Ratto, líder de la agencia creativa Ratto/BDDO y encargado de la imagen de la empresa Nike, “las 25 mil camisetas que se vendían en promedio entre el período de junio a junio mermaron luego de la actuación de Lionel en el Mundial. Lo llamativo es que en el momento en el que el auge por la sensacional imagen que dejó Mascherano en Brasil no generó un incremento de ventas con la estampa de ´Masche’, pese a que nuestros cálculos nos generaban otra expectativa”. Lo que es entendible es que, aún con esa pequeña merma destacada, la indumentaria blaugrana sigue teniendo el primer puesto por encima de la ropa de su acérrimo rival, Real Madrid, revirtiendo la tendencia que se da en este mismo análisis a nivel global. Los “merengues”, con su ropa fabricada por Adidas, vendieron en el último año 1,4 millones de camisetas en todo el mundo, por sobre 1,15 millones de las casacas catalanas.
El Real es el segundo en esta lista, con 21 mil prendas. Lo destacable aquí, en palabras de Ignacio Gustavino, encargado del marketing de Adidas en Argentina, es que “Real Madrid no alcanza las ventas a nivel camisetas, pero si se reúne el resto de las prendas, la situación se equipara mucho”.
Existen algunas variables que determinan el éxito comercial de las camisetas vendidas por un jugador. Entre ellas está el pertenecer a un equipo mundialmente popular, la imagen propia del jugador como individuo, su momento deportivo, la liga en la que juega, el desempeño de su equipo en diferentes torneos, los países donde se transmiten los partidos y obviamente, el apoyo de la marca de ropa que lo viste. Sin embargo, un hecho particular se da con Ángel Di María. Jugador amado en Rosario, lugar en donde se acostumbran vender muchas remeras con su nombre, no tiene esa tendencia traducida en el resto del país. No es común la venta de la camiseta del Real mientras jugó allí con su nombre, como no ha generado una inquietud por conseguirse en demasía la número 7 que ahora utiliza en Manchester United. Al respecto, Ratto comenta: “El carisma es importante, no descubro nada nuevo. El caso de Di María es particular porque, incluso en los medios, no genera lo mismo que Lionel (Messi)”.
Otra situación llamativa se da con el tercer lugar del podio, que le corresponde también a la indumentaria de la empresa de las tres tiras. Lo llamativo es que este equipo, que vende en partes iguales camisetas titulares, suplentes, camperas y conjuntos deportivos, no tiene ningún argentino que incentive este nivel de adquisición. El Bayern Múnich tiene un tradicional volumen de ventas que se mantiene a lo largo de la última década y la explicación gira alrededor del nivel de diseño y los detalles de los colores: “Las ideas del Bayern surgen de una premisa de combinación efectiva. Desde el vamos sus colores, que intercalan el rojo, el azul y el blanco, generan una mezcla de cálidos, fríos y neutros que permiten experimentar modelos sin dejar nunca de salirse totalmente del espíritu de sus colores insignia”, asegura Gustavino. Los hechos prueban lo que dice. Vende 16 mil prendas por año. Este elenco produce camisetas que giran por el rojo, los grises en franjas finas, el turquesa oscuro, detalles dorados en casacas verdes, blancas, negras, verde musgo, y más. Todas estas ideas fueron desarrolladas para el conjunto alemán en los últimos cinco años.
Tener a dos de los tres equipos que más venden en su haber también hace que den una cantidad de ventas que no se reflejan en el resto del planeta. Nike, a nivel mundial, tiene una clara superioridad ya que, sumando todos los equipos de ambas empresas, la de la pipa tiene una proporción de siete prendas deportivas de fútbol vendidas por cada tres que vende la marca alemana.
Inter y Milan disputan el clásico italiano en nuestro país. El resultado es categórico para el “neroazzurro” (y para la empresa norteamericana también). Siendo dos equipos grandes e históricos del Calcio, la última década superpoblada de argentinos en el equipo en el que brilló, entre ellos, Javier Zanetti, marcan la superioridad en las ventas y la certeza de que los nombres en las espalda van de la mano con las unidades que se compran.
Luego de estos tres gigantes de las ventas, los restantes puestos son con diferencias de ventas muy pequeñas entre uno y otro y suelen oscilar sus números subiendo o bajando un puesto respecto de otro, año tras año. Juventus, Borussia Dortmund, Arsenal, Chelsea y Ajax completan el top ten.
El párrafo aparte les corresponde al otro equipo teutónico y al único elenco holandés que logró meterse en estos primeros lugares. Es impactante cuando se encuentra la explicación de estos dos hechos. Jorge Vieyra, encargado comercial de los locales Puma en Argentina, brinda una primera aproximación: “La gente que viene a buscar camisetas del Dortmund porque es la camiseta con el color más llamativo del mundo. Y no es que se trate de un diseño pasajero. El amarillo fluorescente es el color original, entonces la gente la luce sin prejuicios, porque son los verdaderos colores del equipo”. La psicóloga Alejandra Aboitiz adhiere la idea y la profundiza: “Cuando algo es llamativo y es ‘legal’, por así decirlo, porque es así por procedencia original, tiene a generar que el sujeto suelte sus prejuicios en pos de saber que el resto acepta eso tal como él lo acepta”. En el caso del Ajax, para Gustavino se combinan dos hechos: “En primer lugar la historia que se refleja en grandes equipos como los encabezados por Cruyff en antaño o el mítico elenco de la década del 90 de Van Gaal, que la gente que utiliza la indumentaria del Ajax refleja esa clase que el equipo en cancha supo dar; en segundo lugar, no es casualidad que son muchísimas las personas que vienen a los locales Adidas a adquirir remeras del equipo rojo y blanco, y vienen con una prenda de River que los identifican”.
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