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Rock nacional con mujeres como protagonistas


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Los 80 trajeron tristezas por una guerra impensada, pero también alegrías para un sector de la cultura que marcaría a toda a una generación y en donde las mujeres fueron parte. La música cantada en inglés prohibida por la dictadura, le dio un espaldarazo a un género musical que ya venía creciendo. “Había muchas cosas por decir y el rock nacional lo estaba diciendo”


En la década del 80 ocurrió un fenómeno que nadie esperaba. Al terminar la Guerra de Malvinas los militares que estaban al frente de gobierno prohibieron pasar música en inglés en los medios de comunicación. Esto hizo que las compañías discográficas tuvieran que salir desesperadas a buscar bandas para fichar y llenar sus catálogos y contar con más contenidos. “Sucedió algo tan maravilloso que cuando ibas a cualquier lugar solamente se escuchaba rock nacional. Eso fue realmente lo único positivo que dejó el drama de Malvinas”, analizó Mavi Díaz, música de Viudas e hijas de Roque Enroll, una banda formada íntegramente por mujeres. 

El rock nacional ya había comenzado su camino años atrás, cuando las bandas tocaban en lugares reducidos para un público cautivo que los seguía. Pero una cosa es la historia oficial narrada por el periodismo de esa época y otra las que, como protagonistas recuerdan Mavi Díaz, Isabel De Sebastián, compositora y cantante de Metrópoli. Y también Andrea Álvarez, baterista de Rouge y percusionista de Soda Stereo, para quién en esos días “había muchas cosas por decir, y el rock nacional lo estaba diciendo”.

La Guerra de Malvinas y los comienzos

“Yo no sé si está todo contado de esa época –abrió el juego Mavi- lo que te puedo decir que ya en el 88/89 sucedió un fenómeno en donde los estadios quedaron chicos, las bandas como Soda o como nosotras, habíamos tocado en todos los estadios posibles” –en el Luna Park con lleno total y una extensa gira por la costa atlántica-. “Empezamos a exportar música argentina y fue un producto bruto que se llevó a toda Latinoamérica con una identidad tan propia, tan argentina, que generó un respeto y una identidad Latinoamericana de la música basada en el rock nacional”.

“Si, creo que el auge del rock nacional tuvo que ver con Malvinas, claro, pero estaban todas las condiciones dadas: se podía volver a ser joven y a disfrutar la música sin que te metan en un camión de la policía. La juventud salió de bajo de las piedras”, afirmó Isabel. 

Pero “no se me ocurre que puede no haber sido dicho” –aclara la música- “Para mí fue un momento de mucha libertad, el cielo era el límite. Creábamos vestuarios muy elaborados, muy personales y hasta escenografías. Es como que el tiempo se aceleró en esa época. Fui de las primeras mujeres que armaron una banda. Lo viví de manera natural, pero en perspectiva, he sufrido el machismo, era inevitable”.

De igual manera, Andrea recordó que después de las Malvinas, con la prohibición de pasar música en inglés, empezaron a buscar músicos argentinos de abajo de las baldosas. Como sucedió también, en tiempos más cercanos, con el cupo femenino para los recitales y necesitaban mujeres. 

La percusionista recordó: “Era importante y necesario grabar discos, que no era como ahora. Realmente se grababan discos en Estudio Panda, por ejemplo, o ION. Había que sacar un disco por año. Era todo nuevo, todo fértil. Había mucha creatividad, estaba todo por ser dicho”. 

En todo ese movimiento, empezó a suceder que al ir a un boliche a bailar, al bowling o a cualquier lugar donde se pasara o se tocara música, sólo se escuchaba rock nacional. “Fue una especie de Disneylandia para los músicos y músicas de esa época, sobre todo para la música underground que empezó a tomar una relevamiento muy importante de lo que era la música comercial en ese momento”, rememoró Mavi. 

También ocurría que los jóvenes iban a bailar sin saber que ahí iban a tocar Los Abuelos, Los Twist y Las Viudas o Virus y Soda. De pronto se empezaron a vender muchos discos y a llenar estadios. “Algo absolutamente impensado para bandas de ese momento o anteriores. Desde Seru Giran o Spinetta que tocaban en lugares para doscientas personas, de repente el rock nacional empezó a llenar estadios”.

Del underground a las discográficas 

Isabel se acordó de algunas situaciones: “Los ochenta fueron bastante movidos. Al principio seguíamos en dictadura, y veníamos ya envenenados de la sensación que te paraban de un Falcon y entrabas en el tren fantasma. Poco a poco salimos de esa atmósfera. Y como todo había estado tan quieto, comenzamos a crear con libertad, con ingenuidad, por eso fue tan fresco”.

Para De Sebastián la cosa fue gradual. “No se vivió como una explosión, pero calculo que tuvimos suerte que los productores estuvieran buscando talento. No había tantas bandas”. Para ella fue el comienzo de algo. “De algo que nos costó tener: democracia y convenciones sociales compartidas que aseguraban que no se desmadre todo”.

Mavi contó que para ella acceder a una compañía fue una cosa “muy mágica, muy loca y muy audaz”.

“María Gabriela (Epumer), Claudita (Sinesi), Ana Crotti y Andrea Álvarez ya tenían una banda que se llamaba Rouge, que fue la primera banda de chicas que yo vi en Argentina”. 

Recordó que un día se enteró que una compañía productora buscaba una banda de chicas para un proyecto y las convocó. “Yo ya tenía la canción Tocando fondo, entonces nos vestimos con la ropa de mi mamá, nos pintamos como puertas y fuimos a intentar que nos recibieran en esa agencia, Abraxas. Que no nos atendió la primera vez que fuimos”. 

La segunda vez insistieron y finalmente las escuchó el productor discográfico Bernardo Bergeret, quien llamó a Rubén “Pelo” Aprile también productor y gestor de la compañía Interdisc. “Volvimos a tocar la canción con la guitarra criolla y cantando, y Pelo nos preguntó: ‘¿Cuándo pueden grabar, puede ser en un mes?, ¿Tienen más canciones?’, y yo le dije: ‘Si, obvio’, y ¡no teníamos más! Al mes estábamos grabando nuestro primer disco.”

Las compañías necesitaban material y “nosotras éramos la primera banda de chicas que podía tener un lanzamiento a nivel nacional importante, así que nuestra carrera fue muy meteórica. A los dos meses estábamos sonando en toda la Argentina”.

Se puso de moda el rock en vivo

Andrea comentó que empezó a tocar en diciembre de 1980 en un concierto con la banda Rouge, íntegramente formada por mujeres, algo revolucionario para ese momento. Pero ya tocaba antes de eso porque venía de los 70 con el grupo MIA (Músicos Independientes Asociados) creado por Rubén “Donvi” Vitale y Esther Soto padres de Lito y Liliana Vitale.

“A los 18 formé parte de Rouge –que luego sería Las Viudas e Hijas de Roque Enroll- con María Gabriela Epumer que tenía 17 y Claudia Sinesi de 19. Ahí fue lo de Malvinas y había muchísimas bandas. Para mí era un momento de mucha felicidad, nosotras tocábamos siendo chicas, mujeres, estábamos muy posesionadas con la música”, comentó la baterista. 

Pero en 1985 se fue a vivir a Nueva York y no vivió el éxito de las Viudas, “no estuve en la presentación del Luna Park”. 

“En Nueva York me encontraba con los músicos argentinos que me contaban como estaban las cosas acá, que había muchísimo trabajo. Una banda tocaba en la misma noche en Lomas, Temperley y Adrogué. Estaba de moda el rock en vivo. Es como que ahí nace el rock nacional. Ese concepto. Que abarcaba desde Sandra Mihanovich, Fontova hasta V8. Medio que nace ahí”, destacó Álvarez.

El rock nacional como industria

Mavi mencionó que en ese contexto empezó a surgir el rock nacional como industria con el aprovechamiento de algunas compañías “porque los músicos éramos muy inocentes en aquella época”. Recordó que las ventas de discos no todas las compañías las declaraban ante SADAIC, “había todo un negocio muy incipiente” y entonces las compañías, algunas no todas, se aprovechaban de esta situación y surgió como relevante la compañía Interdisc, que fue la primera compañía argentina. Viudas estaban en ese sello. 

“El rock nacional pasó a ser la bandera y a exportarse” –reveló- “Hubo un momento donde el superávit de la Argentina dependía mucho de la música que se exportaba, porque no solamente comenzó siendo un gran negocio para el país sino que también se exportó a todo Latinoamérica”, afirmó la música.

A propósito, Andrea señaló que los 90 fueron distintos porque ya se había establecido una forma, los sellos manejaban otro dinero. Y que había bastantes mujeres, pero de todas maneras “nunca se equiparó a lo masculino”. Las compañías tenían una mujer y ya estaba. Una cada sello. La chica de Warner, la de Sony y la de Universal.

“Yo aparecí como solista porque me voy de Soda Stéreo y empiezo a laburar como cesionista. Como también lo hace María Gabriela Epumer con Charly García. Empiezan a haber más mujeres en escena”, reconoció con una sonrisa la baterista. 

Y afortunadamente, la participación en número de músicas en los escenarios fue mejorando con el tiempo hasta hoy.

Siguiendo con la música y otras artes

Andrea Álvarez, Isabel De Sebastián y Mavi Díaz continúan tocando y cantando, pero también tienen otros trabajos relacionados con la cultura.

Andrea Álvarez

“Hace años que soy música independiente, este año produje varios conciertos con mi banda que salieron muy bien”, afirmó.

A fines de los 90, Andrea empezó a producir su propio material y sacó varios discos. El último fue en 2017, que se llamó Porqué sí, además del sencillo Vamos viendo donde está la libertad. “En este momento estoy haciendo otro disco, pero todavía no sé cómo se va a llamar”, adelantó Andrea.

Isabel De Sebastián

En 1989 fue a grabar un disco a Nueva York, conoció a Bob Telson, músico y compositor, se casó y tuvo dos hijos. Va y viene de las dos ciudades que nunca duermen, la gran manzana y la ciudad de la furia.

En agosto pasado se presentó en una sala de conciertos de San Telmo donde hizo temas de Metrópoli y de sus discos solista: Isabel De Sebastián (2013) y Corazonada (2020). En este último hay una mezcla de música latinoamericana y estadounidense. También incluyó tres temas de su próximo disco en donde le puso música a poesías de Rafael Alberti, marido de su abuela María Teresa León, escritora y dirigente antifascista española. De igual manera, estos temas los presentó en noviembre en el Museo del Prado –Madrid-, en un homenaje a su abuela.

Por otro lado, desde 2020 escribe crónicas desde Nueva York para la prensa argentina. 

“Vuelvo en diciembre y si se da me presentaré, no lo tengo pensado, estoy en un túnel con el espectáculo sobre mi abuela que presento en el Museo del prado el 27 de noviembre”, comentó Isabel antes de viajar. 

Mavi Díaz

“Proyectos tengo muchos porque soy multifunción y hago muchas cosas a la vez”, dijo la cantante y productora. Actualmente es Directora de Radio Nacional Folclórica 98.7 y  en 2010 formó la banda Mavi Díaz & las Folkies, grupo en donde compone y canta folclore.

“En principio, dirigir la radio es algo que me ha dado una vida nueva, un nuevo enfoque de lo que significa aportar toda la experiencia que tengo como productora”.

Con Las Folkies, espera seguir sacando en el verano un montón de videos –de su último disco Malamba- y “por su puesto re encontrarnos en los escenarios”. 

“Creo que Las Folkies es la banda más rockera que tuve en mi vida, si bien tocamos con instrumentación criolla, y hacemos gatos, chacareras y sambas alegres, todo lo que tiene que ver con el folclore bailable que es el que me gusta, realmente una nunca deja las músicas que le forman”, reflexionó la música.


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