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Micky Rodriguez: “Soy agradecido de haber formado parte de Los Piojos“


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El exbajista y uno de los fundadores de Los Piojos, vive desde el 2008 entre las sierras cordobesas alejado del ruido y el caos de la ciudad. Se juntó con viejos compañeros para seguir manteniendo viva la llama “piojosa” con Ritual 87 re-versionando viejos clásicos de la banda del Palomar.


A fines de 1987, en el oeste del Gran Buenos Aires, se formó la banda de rock Los Piojos. Integrada por un grupo de amigos de Villa Bosch, Caseros y Ciudad Jardín. Micky Rodriguez junto a Daniel “Piti” Fernandez y Daniel Buira armaron el grupo que completó su formación al poco tiempo con Andrés Ciro Martinez y Gustavo Kupinski. Grabaron siete discos de estudio y dos en vivo. Telonearon a los Rolling Stones, tocaron en la despedida de Diego Armando Maradona y se convirtieron en una de las bandas más convocantes del rock argentino. Agotaron entradas en los grandes estadios del país como River Plate, Vélez Sarsfield y Boca Juniors, entre otros. 

Casi 15 años después de la separación del grupo, el bajista Micky Rodriguez junto a Daniel Buira (batería) se unió a Chucky De Ipola, otro miembro de la última época de Los Piojos a cargo de los teclados, para formar Ritual 87, acercando su historia y su música a las nuevas generaciones.

— ¿Cómo surgió la idea de Ritual 87? 

— A raíz del carnaval del año pasado en la Municipalidad de 3 de febrero empezamos a juntarnos con Dani, ya veníamos hablando hace tiempo, siempre estamos en contacto y conectados un poco por toda la historia y eso disparó la idea de hacer Ritual 87 en este formato. Se nos ocurrió llamarlo a Chucky qué tiene que ver con la historia, con la obra. Todo es un conjunto de cosas que se fueron dando y con lo que hoy también sucede con la gente que quiere que estemos ahí empezamos a generar toda esta historia.

— ¿Cómo seleccionan las canciones que van a tocar? 

— Se plantea una lista larga de canciones y empiezan a competir entre ellas porque hay un montón de factores que influyen a la hora de decidir y a partir de esos filtros vamos eligiendo los temas. Después por supuesto que están las que nos gustan y que nos gusta hacer y quedan fijas. Es una tarea, no voy a decir que difícil porque sería raro, pero es un trabajo grande porque hay muchísimas canciones a lo largo de la historia y si no haríamos un show de 5 horas más o menos.

— ¿Te sentís cómodo cantando? 

— Aun sigue siendo una tarea difícil de asumir, teniendo como referencia a Andres (Ciro Martinez)  tengo la vara bastante alta. En Los Piojos asumía solo la responsabilidad de tocar el bajo y ahora tocar y cantar al mismo tiempo lleva otro laburo, hay canciones que tienen más dinamismo y son más difíciles y eso requiere de ensayo. 

— La puesta en escena siempre fue algo importante en Los Piojos. ¿Con Ritual 87 también? 

— Si, mi amigo Silvio Squillari, que fue el creador del famoso piojo que todos conocemos, es el encargado de armar la escenografía y nos está dando un mano con toda la puesta, se está armando algo muy lindo y esta buenísimo lo que van a ver en los shows.

Ritual 87 se presentará por primera vez en Capital Federal el 8 y 9 de julio en el Teatro de Flores. Luego van a estar girando por Rosario, Jujuy, Córdoba y Santa Fe.

— Se cumplen 20 años del disco Máquina de sangre ¿Sos de darle importancia a esas fechas aniversario? Es el disco que los llevó a tocar por primera vez en River.

— Yo no soy de darle mucha bola a las fechas, soy muy de vivir el presente, pero entiendo que 20 años no es poca cosa así que posiblemente hagamos algo con eso. 

— ¿Ves una renovación en el público? Hay gente que nunca vio a Los Piojos en vivo y hoy tienen la oportunidad de verlos a ustedes.

— Si, se vive de una manera muy emotiva, tiene que ver con seguir vibrando esas canciones, esas armonías y esas letras que los piojos imprimieron con el paso del tiempo. Así que feliz porque es un privilegio que la obra perdure y que haya nuevas generaciones que escuchen y tengan la posibilidad de ver un show en vivo con esas canciones. 

Todo lo que me queda tiene que ver con vos

A raíz del parate que generó la pandemia en el 2020 muchos grupos hicieron eventos por stream, otros decidieron tomarse un descanso y algunos optaron por encarar nuevos proyectos como Micky y Susversiones: “Un berretín que nació a partir de la pandemia y que me permitió construir la idea que siempre tuve de interpretar y diagramar las canciones de Los Piojos de acuerdo a mis sensaciones y mis vivencias”. Lanzó “Fijate” en diciembre de 2021 y retomó en 2023 con “A ver cuándo”, un lado B del disco Azul (1998).

— ¿Cómo lo fuiste armando?

— En la época de la pandemia tenía ese tiempo para meterme para adentro, sumergirme en las canciones y empezar a trabajar sobre este proyecto que ya está establecido, surgen versiones nuevas y le tengo mucho cariño.

— ¿Las canciones van a formar parte de un disco o van saliendo de a una?

— La idea es sacar temas sueltos, voy a trabajar y difundir de acuerdo a como se está estilando en estos últimos tiempos que es parte de la comunicación digital, redes sociales y plataformas para difundir las canciones.

— ¿Con quién estás laburando esas canciones?

— Con el “Tucán” (Martin Bosa) como ingeniero, que es un gran músico, un gran productor y por sobre todas las cosas un gran amigo. A partir de esa amistad tengo la licencia para poder consultarle todo. Estamos a punto de editar una versión de “Como Ali” con la Mona Jimenez que va salir dentro de poco. Me acompaña Nahuel Gordillo, en formato dúo y también hago “susversiones” en formato banda con La que Faltaba.

— ¿Con La Que Faltaba seguís tocando este tiempo?

— Si, está en paralelo como otro proyecto. Tengo esa posibilidad, me encanta tocar los temas de La que faltaba y en la medida que surjan esas posibilidades, las asumo. 

Mezcla de sonrisa gris, llanto feliz y dolor

El 30 de mayo del 2009 no solo fue el día más frío del año sino que fue el día que marcó el fin de Los Piojos ante más de 60 mil personas en el Estadio de River Plate. Luego de varios rumores de separación la banda del Palomar brindaba su último ritual (como le llamaban a sus shows en vivo) entre una mezcla de sensaciones tanto arriba como abajo del escenario. Durante todo ese proceso, Micky decidió irse a vivir a San Marcos Sierras, en la provincia de Córdoba.

— ¿Cómo viviste esa despedida?

— Lo vivo como un recuerdo vivo, lindo, más allá de la tristeza que generalmente te provocan las despedidas, pero en principio es un hermoso momento en el recuerdo, sobre todo por lo que sucede hoy. Soy de vivir principalmente el presente, entonces lo tengo como un recuerdo del que hoy tengo la posibilidad de acercarme con Ritual 87 a esa idea. En mi vida sigue latiendo esa historia, me genera una mezcla de sensaciones.

— ¿Cómo fueron esos años en Los Piojos?

— Mi vida fueron los piojos, fue mi primer y único grupo, todo se vivió en ese tiempo, mi familia, mis amigos y lo vivo de esa manera, como la vida misma. Soy un privilegiado y un agradecido de poder haber vivido todo eso, por el cariño, por el amor que generó toda esa historia. Que el presente también tenga ese condimento y esas emociones intensas me hacen sentir muy feliz de haber participado. 

— ¿Cómo es tu relación con Ciro?

— Con Andres tengo una amistad que va más allá de lo musical, somos compañeros de la vida y tengo muy buena relación, participando con él algunas veces y él conmigo.

— ¿Qué momentos te marcaron de todos esos años?

— Hubo muchos momentos e historias vividas. No solo conocer músicos, también deportistas o gente que yo admiraba y que a partir de estar con Los Piojos pudo hacerse realidad. Conocer a Diego (Maradona), a Manu Chao y sin duda a los Rolling Stones son momentos que me marcaron . Muchas historias me vienen a la cabeza y me siento muy agradecido. 

— ¿Tomaste la decisión de irte a vivir a Córdoba después de la separación de Los Piojos?

— No, estaba medio establecido antes. Estaba viviendo en Córdoba, un poco instalado ya. La primera vez que vine fue cuando empezamos con los Piojos en 1987 y el lugar me encantó, empecé a volver casi todos los años y hubo como un idilio que se terminó concretando en el 2008 cuando me vine a vivir acá. 


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