Los porteros, las cocineras y el personal de de mantenimiento son tan importantes como los propios docentes. Sin ellos no se puede abrir el colegio y no puede haber clases.
Por Lourdes Bermúdez e Inés Tiphaine
“Si los auxiliares dejan de trabajar debería cerrar la escuela, sin embargo las autoridades presionan para que los chicos estén en clases en condiciones que no deberían estar. Los baños se deben limpiar cada dos recreos, por ejemplo. Y si eso no pasa no se deberían usar”, advirtió Silvia Cebeiro, secretaria Gremial de la seccional San Martín del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (SOEME) y además auxiliar de docente en el área de limpieza.
El trabajo de un auxiliar no es una tarea fácil. Se trabaja en dos turnos, a la mañana y a la tarde, e incluso, a veces, de noche. El trabajo se realiza en grupos de auxiliares de cinco a seis personas. Sus trabajos se dividen en cuatro tareas en el establecimiento: limpieza, mantenimiento, encargados o porteros, y en el sector de la cocina.
“Si yo no cocino, los chicos no comen. Son más de 150 chicos que esperan una taza de leche y un plato de comida todos los días. Si ellos no comen, la escuela no puede abrir porque acá los chicos vienen a estudiar y a comer”, remarcó María Miranda, cocinera y auxiliar de docente hace diez años de la escuela EGB N° 23, de José C. Paz. Además agregó: “Si yo no abro el comedor hay 200 pibes que se van con la panza vacía”. En ese sentido, Miranda denunció: “En la parte de secundaria tienen comedor y no les bajan la comida -en los papeles figura que hay alimentos pero solo traen un pan figazza y una rodaja de fiambre- Es decir, tengo chicos que se desmayan y hay que contenerlos cuando no comen”.
Los cocineros de las secundarias tienen la función de armar los sandwiches(el Gobierno manda los ingredientes a la escuela) y además les agregan la tarea de limpiar el establecimiento.
Patricia González, encargada en secundaria en la escuela N° 23, de Jose C. Paz, aclaró: “Un sandwich durante todo el día no es comida, nosotros tenemos muchos chicos que se descomponen, porque vienen de sus casas sin comer y hay que contenerlos, atenderlos y brindarles un apoyo para que sigan estudiando”.
Los auxiliares de docentes son determinantes para que una escuela pueda funcionar. Quedó en evidencia cuando por un conflicto de diferencia salarial hicieron paro y las escuelas de la Provincia de Buenos Aires debieron cerrar. Las escuelas se mantuvieron cerradas por el paro de los auxiliares por 48 horas; los días 28 de marzo y 29 de marzo.
Como las cocineras María y Patricia, los encargados de limpieza son una parte importante para el funcionamiento correcto de una escuela. Silvina Díaz es auxiliar de docente hace dos años en la escuela Vera Peñaloza N° 21, de Hurlingham, explicó su trabajo: “Estoy a cargo de limpiar todas las divisiones, A, B,C y D, de cuarto grado del turno tarde y mi tarea es limpiar las aulas correspondientes. Algunas de mis actividades son barrer las aulas, limpiar los pasillos y las ventanas porque todo tiene que estar higiénico. Son muchos chicos, 30 por aula, y hay peligros sin limpieza. Todo lo que es mantenimiento es trabajo del auxiliar”. Después a la hora que se retiran los alumnos se limpia la escuela entre todo el personal y el sueldo de los que se encargan de la limpieza es de $6.0000.
Mariana Gómez se encarga de la limpieza de los pasillos, los baños y las mesas en la escuela N° 23 y aseguró: “Si no se limpian las mesas, los pasillos y los baños, es imposible que haya clases”.
Una de las problemáticas para los auxiliares de docentes es las condiciones en las que trabajan en las escuelas. Silvia Cebeiro resaltó: “Hay que caminar la calle. Andar con el ciudadano, meterse en el barro, que el barro te llegue hasta las rodillas. Hoy para acceder a las escuelas del barrio de San Martín los días de lluvia, el barro te llega hasta las rodillas. La gobernadora ni entra a estos lugares”.
Susana Cruz, auxiliar titular desde hace doce años en la escuela N° 21, realiza diversas tareas pero no es nada fácil, porque es la encargada de limpiar los patios, abrir la puerta, cerrar la puerta, atender a los padres después del horario de entrada, y además limpiar la biblioteca, aula de plástica, aula de computación, aula de gabinete, los baños y además limpiar la sala de maestros. “La higiene es primordial en una escuela porque sino los baños colapsan. Hay tres recreos. Y los baños se limpian al finalizar la jornada sino se llenan de bacterias y es peligroso para los chicos”, destacó Susana Cruz.
A principio de marzo a los auxiliares de los docentes se les retuvo el 70 % de su sueldo de marzo por una retención de tareas que hicieron en reclamo justamente de mejores salarios. Silvia Cebeiro afirmó al respecto: “Viola el derecho constitucional y la ley. No pueden retener el sueldo de esta forma. Hay 19 medidas cautelares que se llevaron al juzgado”. Los cargos se dividen en auxiliares suplentes y los auxiliares titulares. Los suplentes cobran entre $6.000 a $8.000 y los titulares entre $8.020 a $8.500.
El director General de Cultura y Educación, Alejandro Finnochiaro, se presentaron frente al juez que afirmó que es un derecho del sueldo y presentó una resolución donde indicaba que tenían ocho días para devolver esa parte del sueldo que les correspondía. Al cierre de esta edición se logró que se les retomara el pago completo y a su vez se volvieron a abrir las paritarias para negociar un mejor salario.
Hay catorce mil escuelas en la Provincia de Buenos Aires. Y la tarea de los auxiliares de docentes se complementa con la del docente. Cebeiro aseguró: “Nosotros contenemos al chico. Es importante el rol de un auxiliar. Somos un complemento de los docentes. Sin embargo no somos considerados como lo que somos”.
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