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Alquileres en Las Flores: hay un 55% menos de oferta que el año pasado


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Locatarios de la ciudad de la Provincia de Buenos Aires prefieren tener la casa vacía hasta que se venda, que alquilarla “en el mientras tanto”. Esto repercute en las familias que necesitan alquilar y no pueden por la falta de propiedades que permitan inquilinos así como también la inflación que los perjudica directamente.


En la Ciudad de Las Flores, provincia de Buenos Aires, no pasa desapercibido que cada una cuadra hay por lo menos dos o tres carteles de ventas de propiedades. Una conocida ley de la química manifiesta que “nada se pierde, todo se transforma” y parece que se trasladó a las locaciones urbanas. Esto sucede en la ésta ciudad con los alquileres convencionales que han mermado en su oferta por diversos motivos entre los que se pueden mencionar los alquileres temporales. 

Según datos de dos importantes inmobiliarias locales hay en promedio un 55% menos de viviendas en alquiler. En gran medida se lo atribuyen a los inconvenientes impositivos tales como tener que notificar a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) por los impuestos a declarar y pagar, legales en caso de desalojos o cobros de montos atrasados, además a la modificación de los plazos mínimos de vigencia de los contratos entre otras causales. 

El plazo promedio para conseguir una vivienda para un grupo familiar de cuatro personas es de seis meses y para una persona soltera de dos meses. Los alquileres se encuentran en el rango de precios de $45.000 para un monoambiente a $75.000 para una casa con dos habitaciones. 

Según el Censo Nacional del año 2022, en la Ciudad de Las Flores hay 26.651 personas y en contraposición hay 12.032 viviendas particulares, lo que significa que hay 2,21 personas por vivienda. 

Federico Massaro, representante de la firma comercial Sáenz Valiente, Bullrich & Cía S.A., mencionó que, en gran medida, la disminución de los alquileres tradicionales y el aumento en los alquileres temporales se debe a que “el propietario puede disponer de la vivienda cuando el inquilino temporal se va, generalmente a los tres o cuatro días y no como sucede con un inquilino convencional, en donde la inspección del lugar es una o dos veces por año”, pudiendo encontrar el lugar desarreglado o con roturas. 

Además, para Massaro es “muy común” que dicha práctica sea desencadenada por “algún hecho lamentable”. “Como tener que iniciar un juicio de desalojo, el cual puede ser muy costoso y llevar entre dos y tres años para recuperar la vivienda por la vía legal”, explica.

Desde la inmobiliaria Segura Propiedades manifiestan que “se han perdido entre 40% y 50% de ofertas de alquileres por una serie de problemas entre los que mencionan las dificultades para actualizar alquileres en un contexto de altísima inflación”. “En muchos casos prefieren tener la casa vacía hasta que se venda, que alquilarla en el mientras tanto”, comparte Ricardo Segura, dueño de la firma quien asegura que “la alta inflación es del más del 100% anual”.

Por su parte, Sara Cárdenas, inquilina, cuenta que estuvo “seis meses de manera irregular” ocupando un inmueble al vencerse su contrato. A raíz de la falta de oferta inmobiliaria no podía mudarse con su marido y sus tres hijos. Con clara angustia al ser consultada declara: “Me sentí una delincuente. Cuando llegaron las primeras cartas documento para que desocupamos fue tremendo, nos teníamos que ir pero no sabíamos a donde. Consultamos por todos lados y no había casas. Finalmente pudimos alquilarle a un conocido nuestro”.

Los locadores también tienen sus inconvenientes a la hora de ofrecer una vivienda en alquiler, muchas veces prefieren dejar las casas vacías a la espera de la venta por la incertidumbre de que su inquilino “no se quiera ir y tener que iniciar un procedimiento judicial que demore años”. 

Otro fantasma que se contrapone entonces es el de “las usurpaciones” las cuales hacen que las viviendas desocupadas corran riesgo de entrar al ámbito judicial igualmente pero para desocupar a un extraño. Marcelo Polito es locador y, durante la pandemia por COVID-19 se congelaron sus ingresos con la Ley 27.551 respecto a un alquiler que percibía, de la que había sido en épocas pasadas la casa de sus padres. 

Sumado a ello, cuando dejaron de pagar los inquilinos, no pudo iniciarles juicio debido a que durante la pandemia se suspendieron los juicios. “Si se rompe o daña la propiedad los costos no permiten una correcta reparación”, lamenta. Actualmente, alquila su vivienda de manera temporal para viajantes de comercio o fines de semana largos, el producido del alquiler de dos fines de semana es el equivalente a un mes de alquiler tradicional. 

Desde el Estudio Jurídico Roncoli y Asociados se especializan en bienes raíces, el dueño, Ricardo Roncoli, expresa: “La Ley 27.551 de alquileres fue bastante contraproducente a la hora de poder contratar, debido a que el plazo mínimo de las locaciones urbanas se extendió, de dos años a tres años y en un contexto de inflación es difícil actualizar”. 

Sumado a lo dificultoso de encontrar vivienda están los requisitos para alquilar. En algunos casos se piden “aportes voluntarios”, es decir, montos por fuera del contrato para compensar el aumento por inflación, los cuales son totalmente ilegales.

El jueves 13 de abril de 2023, el Concejo Deliberante de las Flores sesionó. Se informó de la construcción de 72 viviendas municipales y consultada a la Secretaría de Desarrollo Humano, dicen que “ya hay 3.000 familias anotadas para ocuparlas”, lo que da un panorama de la necesidad habitacional imperante, que con relación a los habitantes mencionados en la ciudad, representa un déficit habitacional del 11%.

El Estado mediante una ley intentó solucionar las distorsiones del mercado inmobiliario. Tanto propietarios como los inquilinos manifiestan problemáticas particulares, aunque la que más preocupa es la alta inflación que perjudica a los dos sectores. Mientras tanto, en esa ciudad se observan muchos carteles de venta, casas vacías y personas que no encuentran lugar donde vivir.


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