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CINE EMPOBRECIDO


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El cineasta británco Peter Greenaway dio tres conferencias en Argentina, invitado por la Universidad de San Martin, y expuso su visión para que el cine no muera. Fue criticó de la modalidad actual del cine: “Está empobrecido, es solo una colección de historias”. Y pidió que el cine se ocupe más de la imagen.

Por Paola Laurenzo

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El cineasta británico Peter Greenaway realizó el jueves cinco de mayo una conferencia organizada por la Universidad de San Martin bajo el lema “El cine ha muerto, larga vida al cine”. Asistieron 1200 personas y entre ellos fanáticos del cine, estudiantes y docentes de la UNSAM, Bellas Artes, la UBA y muchos artistas.
Greenaway es director de cine, estudió artes plásticas durante cuatro años y comenzó a realizar sus propias películas en 1966. “Yo hago pintura con banda sonora”, es la manera en la que describe cómo realiza sus obras. El cocinero, El ladrón, su mujer y su amante, Escrito en el cuerpo, y más recientemente Las maletas de Tulse Luper, son algunos de sus títulos. Ha realizado doce largometrajes, 50 cortometrajes y documentales. Ganó en el festival de Cannes la terna a mejor contribución artística por Drowning by Numbers. Publicó libros y ha colaborado con compositores reconocidos de ópera.
El reconocido cineasta se posiciona con su traje negro a rayas blancas en el escenario frente al multitudinario público que asistió, se toma su tiempo para empezar. Piensa, toma agua, se organiza y responde su lema. “El cine debe de haber comenzado en 1895. Ya han pasado 120 años. Lo único que el cine produjo son narrativas como Harry Potter y el Señor de los Anillos. Ciento veinte años de textos ilustrados, como si el cine fuera una librería. No lo es. Debería ocuparse de la imagen. Todos los guionistas deberían morir”, arremete y además agrega que con las nuevas tecnologías cambió la idea del cine y que éste hoy en día está empapado de laptops. Así, explica: “Yo creo que el cine del futuro va a tener una analogía más cercana a la manera en la que nosotros apreciamos el mundo. La noción de la revolución digital contemporánea nos está librando del cine digital”.
Con cada idea proyecta material a modo de ejemplo. En ellos muestra la trasformación de las imágenes en la pantalla canalizado en proyectos propios. Luego de que termina de explicar este fenómeno tecnológico lo complementa exponiendo: “La idea del cine antiguo y convencional va a tener que ser reinventado radicalmente para poder ajustarse, se ve el potencial de un cine arquitectónico que está mucho más cerca de la manera que experimentamos el mundo”.
De todo el análisis que realiza de la actualidad remarca que el cine está empobrecido y que hoy en día solo es una colección de historias. Considera que quienes pensaban al cine como el séptimo arte, están equivocados: “Creo que no debe ser llamado de esta manera, todavía es demasiado híbrido, demasiado básico. Tenemos que aprender a usar este nuevo medio, la revolución digital”.
El martes anterior a la conferencia, la Universidad Nacional de San Martín le entregó el título Doctor Honoris Causa en donde luego de demostrar su mirada a cerca del nuevo lenguaje cinematográfico propuso a la pintura como la salvación del cine: “La pintura es superior al cine, porque nunca es narrativa. Y así como ella pudo cortar el vínculo que la ataba a la figuración, el cine debería ser igual de valiente que la pintura para deshacerse de la narrativa”.
Martin Bode, gerente de cultura de la UNSAM, explica: “La idea fue consolidar un ciclo de grandes cineastas, empezar a posicionar el espacio de Sánchez de Bustamante 75 y Greenaway, nos parecía que él junta todo el combo de lo que queremos hacer. En primer lugar ceñirnos a elementos experimentales con altísimo nivel. Él reúne un excelente conocimiento académico, pictórico, musical además vinculado a danza, teatro y cine”.


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