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Documento no binario: el problema de la representación


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A raíz del nuevo DNI no binario, personas que se identifican de esta forma manifestaron su disconformidad a la hora de ver marcada su identidad de género con la nomenclatura “X”. ¿Por qué sucedió esto?


Un nuevo documento de identidad

Bajo el Decreto presidencial Nº 476/21 y enmarcada en la Ley de Identidad de género, el 21 de julio Argentina se convirtió en el primer país de la región en reconocer identidades más allá de las categorías binarias de género (masculino-femenino). A través de la otorgación de un DNI específico para las personas no binarias, lograron responder de esta forma a un reclamo del movimiento LGBTIQ+ que viene desde hace ya un tiempo.

Sin embargo, durante el acto en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada y donde entre las personas que estuvieron presente se encontraba el Presidente, hubo un momento en el que Valentine Machado, quien recibió su DNI no binario, reclamó por la nomenclatura X. Esta sigla, con la que decidieron identificar a las personas no binarias en el DNI, no terminó de convencer a todo el mundo y Valentine mostrando su remera dejó un mensaje claro: “No somos una X”.

Así como algunos sectores se sintieron felices por esta oportunidad de un nuevo DNI, otros reclaman que el “sexo” haya sido marcado con el signo “X”.

¿Qué es en todo caso ser no binarie? ¿Por qué hay ciertos grupos que se sienten representados con la X y otros que no? ¿Para qué o por qué un documento diferente?

¿Qué es ser una persona no binaria?

El término “no binario” hace referencia a una persona que no se identifica exclusivamente como mujer u hombre. Esto quiere decir que pueden fluctuar en su género, identificarse como una mujer y un hombre al mismo tiempo o como alguien que directamente está por fuera de estas categorías.

“Para el pensamiento binario solo existen dos sexos y las personas deberían poder identificarse sí o sí con alguno de los dos. Lo no binario o no binarie, en cambio, tiene que ver con una autopercepción que no entra en estos patrones avalados por el patriarcado (ser hembra o macho)”, señaló Mariana Dapuez, magíster en Género y Políticas Públicas.

Además, algunas personas no binarias se identifican como transgénero, mientras que otras no. Es decir, una persona trans no binaria es una persona que no se identifica con el sexo que se le asignó al nacer (trans) y que al mismo tiempo tiene una identidad de género no binaria. Y una persona no binaria que no se identifica como trans, tiene una identidad de género que no se puede encasillar estrictamente en masculino o femenino pero que sí se identifica hasta cierto punto con el sexo asignado al nacer.

“Lo más simple para explicarle a alguien es: soy un ser humano. No soy un hombre, no soy una mujer. Eso es ser no binarie”, contaba Mérida Robin Masman, joven activista en espacios no binarios e integrante de la agrupación Siendo Humanes, en el diario La Nación.

En general se asocia a las personas no binarias con el pronombre neutro “elle”, pero la elección de estos es algo completamente personal, ya que algunes sí se identifican con pronombres femeninos o masculinos. “Decidimos que nos traten y nos llamen como nos sentimos más cómodes. En mi caso utilizo el neutro, pero en algunos espacios usé otros pronombres y en distintos períodos de mi vida fui variando”, explicó Mérida.

¿Para qué o por qué un documento diferente?

Según María Susana Garat, socióloga con diplomatura en género, el binarismo de género se utilizó históricamente para encasillar y crear estereotipos, a raíz de esto se creó un sistema de dominación y hegemónico que es patriarcal y basado en la acumulación. Este rótulo de ser hombre o mujer y lo que cae por fuera de esto era encasillado como “anormal”.

Para quienes no se reconocen en estos encasillamientos, se veían “encerrados” en roles en los que no se encontraban y a la hora de intentar salir del binarismo, se topaban con situaciones de discriminación e invisibilización por no entrar en las categorías de masculino-femenino.

María Nocerino,abogada colaboradora en el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidad, explicó que la verdadera razón de implementar un nuevo documento responde a la demanda de un sector de la sociedad que pide ser reconocida y agregó que a través de este nuevo documento o pasaporte “en realidad somos todos reconocidos principalmente como personas, cada uno con su sexo e identidad de género y eso no cambia ni encasilla a nadie a la hora de cumplir con nuestras obligaciones ciudadanas, como destacó el Presidente de la Nación en el acto que dio lugar al lanzamiento de este nuevo DNI”.

¿Por qué hay ciertos grupos que se sienten representados por la nomenclatura “X” y otros no?

Argentina incorporó a sus documentos de identidad la posibilidad de elegir un tercer “sexo” marcado por la nomenclatura “X”. Esto se hizo para intentar englobar a todas las personas que no se identifican dentro del binarismo de género (masculino-femenino), sin embargo esto trajo una crítica por parte de grupos dentro del espectro del no binarismo.

“Una tercera categoría, decidida desde el Estado, borra nuestra diversidad y las múltiples vivencias de quienes nos identificamos por fuera del binario masculino o femenino. Al ubicarnos a todos, todas y todes bajo una única categoría se nos margina a la encriptación identitaria, mientras se jerarquiza a la M y la F, que sí acceden al derecho a ser nombradas específicamente”, escribieron en la página web de Todes con DNI, mesa de trabajo organizada en torno a los reclamos por el cumplimiento efectivo del derecho a la identidad, integrada por siete personas que se reconocen como no binarias.

El no binarismo es un espectro enorme con muchísimas posibilidades. Lo que marcan entonces es que el problema principal con el signo X es que mete en un conjunto a todas las vivencias individuales y distintas de cada persona, que en muchos casos no se verán representadas, ni reflejadas por este signo.

Y mientras que la M de masculino y la F de femenino tienen su propia categoría y son nombrados específicamente por lo que son, la X tiene como consecuencia seguir invisibilizando y borrando estas identidades que vienen teniendo este problema a lo largo de la historia.

“La X en el tercer casillero de “sexo” es extraña, lo pienso como si fuera una ecuación matemática que todavía hay que resolver, no como algo que represente las identidades que se encuentran por fuera del binarismo. Ojalá llegue el día en el que no se tenga que especificar el sexo en el DNI, pero va a llevar un cambio cultural muy grande para que se logre y no creo que pase dentro de poco”, comentó Garat, socióloga con diplomatura en género.

Aún no existen cifras oficiales sobre cuántos DNI no binarios se otorgaron, pero sí que solo en la Provincia de Buenos Aires había alrededor de 300 personas que esperaban tener esta posibilidad para rectificar su DNI.


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