Sin Cristina en el bunker pero con un gran optimismo, el oficialismo celebró el resultado obtenido especialmente en la Provincia de Buenos Aires, donde mejoró el caudal de votos. En la Ciudad el resultado fue casi el mismo que en la PASO y a nivel nacional, perdió la mayoría propia en el Senado
Luego de una jornada electoral no tan enrarecida por el Covid y con los datos llegando a tiempo, el Frente de Todos obtuvo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires un 25,10% de los votos, quedando en segundo lugar detrás de María Eugenia Vidal de Juntos por el Cambio, que logró un 47,01%. Aunque la lista encabezada por Leandro Santoro pudo retener el segundo lugar, el candidato liberal Javier Milei estuvo cerca y logró consolidarse como la tercera fuerza sacando un 17,03%.
Cerca de las 23, Santoro habló bajo una ola de cánticos en apoyo a Cristina Fernández de Kirchner, quien por recomendación médica no pudo estar presente en el bunker. “Hicimos una elección histórica para el kirchnerismo”, sostuvo el candidato, quien calificó al resultado obtenido como un logro a pesar de lo sufrido por la pandemia y la “herencia recibida”. Cabe destacar que la diferencia respecto de las PASO celebradas en septiembre fue menos del 1% (había sacado 24,88%). Además, agradeció el apoyo recibido por los porteños. “El futuro depende de nosotros”, dijo en el final de su discurso.
Por otro lado, En la Provincia de Buenos Aires, el Frente de Todos pudo mejorar el resultado obtenido en las PASO. La candidata Victoria Tolosa Paz obtuvo el 38,56% de los votos quedando en segundo lugar detrás de Diego Santilli, líder de JUNTOS que sacó el 39,90%. Un denominado “empate técnico” hizo que varios de los militantes peronistas y kirchneristas piensen una elección con optimismo de cara a 2023. El gran triunfo se dio a partir de que de los 35 diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires que se renovarán en diciembre en el Congreso, Juntos aportará 15, el Frente de Todos 15, Avanza Libertad 3 y el Frente de Izquierda 2.
Bajo un clima expectante y alegre, también con cánticos y gritos, Toloza Paz agradeció a toda la militancia y a los fiscales por defender el voto del Frente de Todos. “Hoy sentimos, mirando el resultado, que el camino es el correcto”, dijo y remarcó que pasaron tres cosas centrales, el aumento de la participación ciudadana, el crecimiento de su frente con más de 400.000 votantes, y el acercamiento a Santilli con una diferencia mínima. Nuevamente, agradeció a los intendentes, obreros, las pymes. “Arranca una nueva etapa, no hacemos política con la muerte”, sentenció y sostuvo que en ella van a encontrar una militante política del peronismo.
Sin embargo, el clima de festejo por parte del gobierno y los integrantes políticos del oficialismo hizo eco en varios medios opositores que marcaron la principal derrota a nivel nacional: el bloque de senadores peronistas pasará de 41 a 35 miembros. Con ese resultado, el oficialismo no tendrá mayoría propia y tendrá que negociar con Río Negro o Neuquén, donde se ganaron los partidos provinciales. Todo esto si no se logra llegar a un acuerdo institucional con Juntos por el Cambio.
Cabe destacar que en 38 años de Democracia jamás había pasado que el peronismo perdiera la hegemonía en la Cámara Alta.
Para algunos, la brecha se notó. Si bien, a diferencia de las PASO, solo tres provincias pudieron dar vuelta la elección a favor del gobierno, el resultado final fue notable. Juntos por el Cambio obtuvo un 41,83 contra un 33,03 del Frente de Todos. El mapa fue claro, el norte del país en su mayoria dominado por el oficialismo, los cinco distritos más poblados del país: la provincia de Buenos Aires, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Mendoza tiñeron de amarillo. Solo las provincias de Neuquén y Río Negro, lograron que una tercera vía se imponga.
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