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Hallyu: una nueva ola cultural


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Desde el año 2012 se convirtió en uno de los fenómenos que hasta el día de hoy se considera uno de los movimientos culturales más populares en Asia y en otras latitudes del mundo.


Para poder entender cómo surge y el significado que tiene para la cultura de Corea del Sur este movimiento nos remontamos al año 2012, en donde en muchos países de Latinoamérica y el resto del mundo se viralizó la canción “Gangnam Style” por el cantante surcoreano PSY en donde a través de mezclas pegajosas, una coreografía imitando el baile de un caballo y una producción audiovisual alucinante llegó hasta el dia de hoy a acumular unas 4,829,189,325 billones de vistas y ser uno de los videos más populares y reproducidos de la historia de YouTube.

Mencionar ese hecho cultural que hasta el hoy, sigue siendo estudiado por muchos investigadores culturales podrá ser algo que para algunos es poco interesante pero lo que no saben es que esa ocurrencia de PSY burlándose de la sociedad coreana, con sus personas ricas y plásticas que van al barrio de Gangnam en Seúl, la capital del país, lo llevaría a obtener una gran fama del llamado “One Hit Wonder” y de posicionar además a su país como la meca número 1 del espectáculo y entretenimiento en el mundo.

Para entender el significado del término “hallyu” o como se conoce en español “la ola coreana” es utilizado para referirse a la popularidad del espectáculo coreano en toda Asia y otras partes del mundo, es un movimiento que surgió por primera vez a mediados de la década de los 90, después de que Corea estableciera relaciones diplomáticas con China en 1992 y de que las series de televisión y la música pop ganaran gran popularidad entre la comunidad china.

Un antes y después en su crecimiento cultural

Entre los años 60 y 90, surgieron los dos productos más populares de la escena artística coreana como lo son los K-Dramas y el K-Pop que en la actualidad son los más comercializados en América Latina a través de grandes plataformas como Netflix y Spotify. Estos contenidos se venían exportando desde la crisis asiática ocurrida en 1993 donde el país sufrió una fuerte recesión económica y en donde tuvieron que modificar el sistema de negocios diversificando y masificando sus fuentes de ingresos encontrando en el entretenimiento una salida fructífera a algunos de sus problemas económicos.

Según la Agencia Coreana de Cultura y Contenidos en 2001 mencionó que “La combinación de estas oportunidades y desafíos se tradujo en la expansión de

los k-dramas a nivel continental y, posteriormente, internacional. Traducido a valores

monetarios, la exportación de bienes culturales coreanos ha crecido de 500 millones

de dólares americanos en 2004 a 4 mil millones en 2011”. Esto demuestra que a medida que pasa el tiempo y se van diversificando los diversos canales en donde pueden compartir contenidos el crecimiento del consumo y demanda de los mismos va en aumento.

De acuerdo a la investigación realizada por Alexander Cárdenas quien se dedica al estudio de fenómenos culturales en la Universidad de La Plata escribió un ensayo sobre “Los dramas coreanos: una puerta a la cultura coreana para Argentina” donde menciona que “en los últimos años se ha observado un inédito proceso cultural tanto en Asia como Sudamérica, particularmente en Corea del Sur y la República Argentina. Mientras Corea se abrió al mundo a través de su economía y su nueva movida cultural, el público argentino comenzó a diversificarse en el consumo de series televisivas: si bien este último es un proceso lento, en la diversificación se apunta hacia Oriente”. Esto es algo real ya que en la actualidad se están dando de forma acelerada los procesos de adquisición de derechos de reproducción de telenovelas para poder doblarlas y llevarlas a más países hispanohablantes.

Solo en 2020, el consumo de estos títulos aumentó 165%, según cifras proporcionadas por Netflix.

Revolución de las producciones audiovisuales y musicales

Una de las mayores diferencias en dichas series/telenovelas es que son productos audiovisuales producidos en el mercado interno y que, al mismo tiempo, expresan valores y culturas distintas a las propias. Por esta razón, si la fama no es pasajera, el próximo destino para producir y exportar más contenido es inevitablemente Corea del Sur. Como lo demostró recientemente la productora más grande de contenidos, Netflix, en donde anuncio que va a invertir alrededor de US $500 millones en contenido coreano ya que está siendo un mercado de rápido crecimiento, acumulando hasta ahora la inversión de US $1.200 millones de dólares invertidos desde el año 2016, hasta ahora una de las más grandes en la última década.

Cuatro de los 10 programas de televisión que no son en inglés más vistos en la plataforma de streaming son coreanos: “Squid Game”, “All of Us Are Dead”, “The Glory” y “Extraordinary Attorney Woo”, según el informe emitido por Netflix. Pero esto no es todo lo que tiene para aportar la cultura coreana como contenido, existe una creciente industria musical la que a pasos agigantados se hace más reconocida gracias a grupos como BTS, Blackpink, Seventeen, NewJeans y el más reciente descubrimiento Fifty Fifty que solo a 9 meses de su debut participó en la banda sonora de una de las películas más esperadas del 2023 como “Barbie”.

La industria del pop coreano ha estado en constante crecimiento en los últimos 20 años, en donde se destacan grandes agencias como Hybe Labels, JYP Entertainment, SM Entertainment y YG Entertainment por tener a las agrupaciones, solistas, modelos y actores más solicitados del momento. Hybe antes conocida como Big Hit, es la empresa coreana del sector de entretenimiento en facturar más de 1.260 millones de wones durante el año 2021 según Statista. Esta empresa es la encargada de promover al grupo de idols de mayor éxito internacional hasta la fecha como lo es BTS, siendo su álbum “Map Of The Soul” un éxito con unas 5.022.205 millones de copias vendidas alrededor del mundo.

BTS factura anualmente unos 5 mil millones de dólares, casi el 0,5% del PBI de Corea del Sur.

Jini Hwang, periodista y creadora de contenido a través de su marca Jini Channel, crea contenido en español sobre las últimas novedades del mundo del entretenimiento coreano comenta: “El uso de la redes sociales ha ayudado a que durante la pandemia y luego de ella las personas tuvieran un mayor conocimiento sobre la cultura coreana, desde temas como las series que tienen una super producción que destaca en la calidad de las historias hasta la música que en la actualidad es uno de los elementos más llamativo de la cultura debido a los idols por como lucen, por cómo se visten y por el contenido que producen que es muy diferente al que se consume en latinoamérica”.

En la actualidad existen muchas personas que a través de una canción, video o simplemente una noticia llegan al mundo del Hallyu. Una vez que se ingresa no se tiene un fin, debido a la gran cantidad de contenido que se puede encontrar en redes sociales y en plataformas de streaming. Dado como el caso de la canción debut “Cupid” del grupo Fifty Fifty que se viralizó gracias a una tendencia de baile en la aplicación de TikTok, ocupando la posición número 1 en el chart de los 100 de Billboard.

“Nos encontramos en un contexto muy global y digitalizado que en cuestión de segundos algo se puede viralizar”. Jini amplia: “La cultura del entretenimiento no solo te abre la posibilidad de conocer los k-dramas o los grupos musicales de moda sino que también te enseña otro panorama como la gastronomía,el cuidado personal a través de la belleza interna y externa, el turismo e idioma. Se tienen muchas opciones a la hora de consumir el contenido ya que hay para todos los gustos y edades, eso siempre puedo verlo en los eventos presenciales en donde se celebra la cultura coreana”.

Esto ayuda a que se promueva la economía de este país que en la actualidad se está haciendo conocido por su gastronomía,productos de belleza e idioma. Cada vez son más las personas que sienten curiosidad por esta cultura que cada día es más cercana a los latinoamericanos acortando así la brecha que nos separa tanto cultural e idiomáticamente. Esto es solo un vistazo de cómo el amor y la pasión por una cultura te atrapa de inicio a fin, llevando a los miles de fans a crear contenidos,emprendimientos y a estudiar un idioma que para muchos puede ser totalmente desconocido. Por todo lo que se ha compartido se espera que en los próximos años su crecimiento vaya en aumento, contribuyendo así en el desarrollo de una economía productiva y al acercamiento con otros países, prestandose a la apertura de nuevos y ambiciosos proyectos. El futuro es incierto pero sabemos que lo mejor está por venir, así fue como se despidió BTS hasta el 2025, y así nos despedimos de esta nota.


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