Aprender la técnica de Reanimación cardiopulmonar es fundamental para actuar rápidamente en casos de paro cardíaco y aumentar las posibilidades de supervivencia de las personas afectadas.
El jueves 10 de agosto por la tarde, Facundo Molares pierde la vida por la rodilla de un policía sobre su cuello. Susana Maresca, una periodista que filmaba la represión, lo ve tirado en el piso. “¡Está morado! Dalo vuelta, ¡ya! ¡Se descompensa! ¡Tiene un infarto!”, gritó a los policías y recién en ese momento, éste sacó la rodilla que asfixiaba al fotoperiodista.
El hombre de 47 años que se manifestaba en la plaza del Obelisco de la Ciudad de Buenos Aires ya mostraba escasos signos vitales, esto tendría como consecuencia su muerte. Sin embargo, según explica la técnica de primeros auxilios respeto de la Reanimación Cardiopulmonar (RCP), si se ejerce a tiempo, hubiera salvado su vida.
El paro cardíaco es una condición en la que el corazón deja de latir de forma repentina, interrumpiendo el flujo de sangre y oxígeno al cerebro y otros órganos vitales. Cada minuto que pasa sin intervención reduce drásticamente las posibilidades de supervivencia de la persona afectada. Maresca en ese entonces afirmó que las maniobras, por parte de la policía, “empezaron tarde”. Y, a su vez, el SAME “tardó 45 minutos en llegar al lugar”.
El caso de Facundo Molares plantea la importancia que tiene el conocimiento de las maniobras de RCP en adultos que consiste en la realización de compresiones torácicas y respiración boca a boca y que por años se ha convertido en una herramienta esencial para salvar vidas en situaciones de emergencia.
La falta de conocimiento y entrenamiento en esta técnica por parte de la población, en general, y la Policía, en particular, es un problema persistente que contribuye a un alto número de muertes evitables. Según datos recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), “más del 75% de los paros cardíacos ocurren en entornos extra hospitalarios, como domicilios particulares, lugares de trabajo o espacios públicos”.
Es fundamental destacar que un RCP inmediato y adecuado duplica o incluso triplica las posibilidades de supervivencia de una persona en situación de paro cardíaco. Aunque, las estadísticas revelan que “menos del 30% de las personas que sufren un paro cardíaco reciben RCP de parte de un testigo presencial antes de llegar al hospital”.
Las principales razones detrás de esta falta de intervención son el desconocimiento de cómo realizar un RCP, el temor a realizarlo correctamente y la falta de confianza en las propias habilidades. Esto destaca la necesidad urgente de promover la educación pública sobre primeros auxilios y brindar entrenamiento accesible y gratuito para la comunidad en general.
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