Susana Isnardi, tesorera del club Juventud Unida de Cañuelas, nos contó las distintas iniciativas que tuvieron durante la pandemia para poder pagar las cuentas.
27 de febrero de 2020: un club de básquet en cañuelas cumplía su sueño de empezar a cambiar sus pisos tras un largo año de recolectar en el buffet, en torneos, vender empanadas, pollos etc. Logrando lo que querían hace años, de tener una cancha nueva para que los chicos puedan comenzar los torneos con su cancha renovada. Casi un mes después la cancha ya estaba terminada, pero ¿qué pasó?
Sí, la pandemia. El covid 19 obligó a que todas las actividades sociales cierren y se queden en sus casas. Esperando que este virus que aqueja a todo el mundo se vaya, los clubes de barrio cerraron y todos los sueños quedaron en stand by.
Octubre 2020 y lleva mas de 7 meses cerrado. ¿Pero como puede un club de barrio subsistir con meses sin poder abrir las puertas? Bueno, por eso hablamos con nuestro protagonista. Juventud Unida de Cañuelas es un club de barrio ubicado en el partido de Cañuelas. Nacido el 22 de septiembre de 1932, lleva 88 años de historia al barrio. Es un club dedicado exclusivamente al Básquet. Con 7 categorías de masculino, mas una escuelita de iniciación, y 5 categorías de femenino. Para conocer un poco más, hablamos con su tesorera Susana Isnardi para preguntarle cómo se encuentra el club en estos momentos donde se encuentra cerrado por la pandemia de Covid 19.
– ¿Cómo se encuentra Juventud Unida en estos momentos?
-Esta cerrado sin actividades. Desde el 15 de Marzo se decidió cerrar porque nos adherimos a los protocolos nacional por la pandemia
– ¿Cómo se comunican con los chicos?
-Practican por zoom 3 veces por semana. Están en contacto con los profes. Igualmente lo hacen el 50% de los chicos. El club se comunica con las familias por una línea de celular, por categorías tanto femenino con masculino.
Como muchos clubes Susana nos cuenta que tratan de que sigan las actividades para no perder la comunicación con los chicos. Implementaron las clases de zoom para que los chicos no pierdan sus practicas y sobre todo se sientan acompañados y en contacto con sus amigos. Pero no todos tienen acceso a internet o una computadora. Por eso con un celular envían recordatorios, consejos. Si una familia tiene dificultades, se lo hace saber por privado a ese número.
Pero como todos sabemos, muchas familias se quedaron sin trabajo y sin un sustento para poder pagas las cuotas de los clubes de los chicos. En Juventud Unida solo el 30% de los socios esta pagando las cuotas nos cuenta Susana. Entonces como un club de barrio puede seguir sin el mayor aporte de sus socios y teniendo que pagar la luz, el gas, agua y a los profesores que siguen entrenando a los chicos por zoom.
Ahí es cuando implementaron lo que hicieron el año pasado para poder cambiar el piso de la cancha. Vendieron empanadas y organizan bingos virtuales. Pero la venta de empanadas no pudo seguir mucho tiempo “Tuvimos que dejar de hacerlo por el distanciamiento social y optamos por los bingos virtuales”.
-¿Como surgió estas alternativas para poder cubrir los gastos?
-Lo del bingo surgió porque vimos que otros clubes de la asociación lo hacían, le consultamos como hacerlo y nos indicaron como lograrlo.
-¿Cada cuanto hacen los bingos y les ayudo a pagar los servicios?
-Dos o tres veces a la semana. Eso nos ayudó a poder pagar el total de la luz, gas, aysa, arba mensualmente y pagamos el 50% de los gastos de los profesores.
Aparte de los bingos virtuales, reciben ayuda de los comercios cercanos a la zona, que tenían sus publicidades en el gimnasio del club. Pero como también estos comercios estuvieron cerrados mucho tiempo, no pudieron abonar mas. Entonces llegaron a un acuerdo y hoy en día están colaborando acercándoles vouchers de descuentos para entregar como premios en los bingos. “Las líneas son siempre premios que nos ayuda muchos”, nos dice Susana Isnardi tesorera del club.
Pero como todo club de barrio de los chicos no se olvidan. Para el día del niño hicieron un bingo especial con un cartón para cada chico/a sin costo y los premios fueron helados, combos de hamburguesas, cajas de alfajores, pelotas y botineros todo para ellos para hacerles un mimo en estos momentos y en su día.
Así es como Juventud Unida de Cañuelas un club de básquet sale adelante en tiempos de pandemia. Sin ayuda de los que verdaderamente tendrían que estar ayudándolos como el Ministerio de Turismo y Deporte. Susana nos cuenta que ya mandaron desde mayo todas las solicitudes pero que hasta el momento no recibieron respuestas y ninguna ayuda extra.
Como muchos clubes de barrio siguen esperando una respuesta, una ayuda. Pero como el club no puede esperar para pagas los servicios que mes a mes aparecen, como si fuera una empresa que nunca cerro en pandemia. Aparecen estas ideas como vender empanadas y bingos virtuales, ayuda de los comercios cercanos y los pocos socios que pueden seguir pagando las cuotas para poder ayudar al club de barrio, de sus chicos.
Por último, le pedimos a Susana Isnardi tesorera del club Juventud Unida de Cañuelas si podía mandarles un mensaje a todos los clubes de barrio que la están pasando mal y estos fue lo que nos dijo: “Mi mensaje para todos es que nunca bajen los brazos, es muy difícil la situación económica de los clubes de barrios ya que dependemos de las colaboraciones de las familias que muchas hoy en día no la están pasando bien. Apuntemos al acompañamiento social. Lo deportivo, irá llegando de a poco. Lo que me parece súper importante es que todos podamos entender que no nos están prohibiendo nada, solo nos están cuidando”.
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