“Un perro no tiene la capacidad de hacer el canje dar por recibir: solo nos da. Tenemos que tenerle mucho respeto a los animales”, asegura la fundadora de la marca Amores Perros, actriz y conductora Karen Reichardt, desde su local de Recoleta.
Por Daniela Carbone
El sol hace brillar la vidriera del negocio sobre Avenida Alvear. Camperas, sweaters, gorros y accesorios cuelgan de pequeñas perchas. Detrás del mostrador Reichardt se prepara un té en una taza con la cara de su perro salchicha con la inscripción “Roque”.
A los 42 años, señala que los sueños deben cumplirse con total convicción. “Tenía ganas de tener la mejor boutique argentina para perros, así me lo puse en la cabeza. De movida pensé arrancar la marca con mega desfile y así fue”, cuenta la modelo.
Reichardt condujo durante todo el año “Amores Perros”, emitido por América, los domingos por la mañana. “El programa es la antítesis de la parte fashion de Amores Perros. Lo idee yo, porque quería llegar un poquito más a la consciencia de la gente, quería que tenga un poco de todo. Si bien la parte fashion está con el diseñador César Juricich mostrándonos cosas, primero arrancó con moda, después continuó enseñándole a la gente a hacer con cosas que tenían en sus casas juguetes para los perros. Empezó con una tendencia hacia lo moderno y terminó con algo mucho más terrenal. Temas como la comida canina, cuando tenés ganas de cocinarle a tu perrito, y después todos los videos de concientización con respecto al maltrato animal y todo lo que pasa”, explica la conductora.
Amante de los animales, Reichardt asegura que son lo más fiel que tiene la sociedad, y sentencia: “La sociedad está agresiva, entonces en un escenario así es lógico que también maltraten animales que son indefensos. Hay que darse cuenta, porque esa gente que maltrata animales mañana también maltrata gente. Aunque a algunos no le importe, es así, va más allá de los perros. Es gente que no está bien de la cabeza”.
Los riesgos son parte de su vida, ya que condujo durante siete años “Fanáticas”, un programa donde cinco mujeres debatían temas íntegramente futbolísticos. “Fui la ideóloga del programa Fanáticas porque yo salía de la cancha diciendo `esto estuvo mal´, `este arbitro fue un desastre´, `me muero por tener un micrófono y decir lo horroroso que jugo tal jugador´. Siempre se abordó desde el fanatismo y no desde el periodismo. Al fanático no le podés discutir nada. Yo logro de alguna manera, y no sé por qué, ser más objetiva”, explica, y continua: “Al principio todos me decían que estaba loca. Hoy me gané el respeto de muchos hablando de fútbol. A veces estoy sentada en un lugar y me preguntan `cómo va a salir River el domingo´, y me causa mucha gracia, les digo que ahora estoy con los perros pero igual les doy mi opinión. Creo que marcó mucho Fanáticas”. También cuenta que le gustaría volver a hacerlo, pero en otras condiciones, ya que la hostilidad del ambiente tan machista le cerró muchas puertas. Recuerda esa etapa como una constante lucha para llevar a cabo su programa.
Durante sus comienzos participó de varias comedias como “Brigada Cola”, “Peor es nada” y “Buenos vecinos”. La maternidad la alejó del teatro pero no definitivamente. Realizará temporada este verano en Mar del Plata con la capo cómica Carmen Barbieri en la obra “Citas Peligrosas”, a partir del 18 de diciembre. “Ahora que vuelvo a hacer teatro, tengo un poco de vértigo lógico por tantos años que no lo hago, pero es algo que no perdí. Tu cerebro y tus músculos siempre tienen memoria”, dice Reichardt con una sonrisa en su rostro. Cuenta además que eligió a Barbieri por su gran labor como cómica, y destaca toda la magia del teatro. Ese folklore de llegar y encontrarse con sus compañeros sin dudas la hicieron volver a elegir esa vida.
Madre de Martina y Juan Marcos, la modelo reconoce esta etapa como un momento de evolución. “Yo diría que el que no tuvo dolor no evolucionó en esta vida. Sí o sí para mí, un poco de dolor tenés que tener para evolucionar. En la felicidad absoluta, hay cosas que no las valorás, cosas que no disfrutás y son naturales o normales. Sentís que hasta te corresponde esa felicidad. El día que empezás a perder una cosa, la otra, en ese choque te das cuenta de lo que falta, de dónde tenés que apuntar. Te hace volver a encontrarte, das una vuelta de 180 grados y podés decir `ahora quiero esto, ahora valoro lo otro´. La evolución mía tiene que ver con esto, por haber pasado cosas dolorosas”, afirma Reichardt. También agrega que todo lo que hizo en su carrera la formó para ser quien es hoy, y volvería a pasar por todas las experiencias.
Firme en sus convicciones, con un espíritu emprendedor cada día más grande y proyectos constantes, no le teme al futuro. Desde una boutique canina, hasta una comedia en Mar del Plata, todo lo realiza convencida de que solo el crecimiento interior permitirá la felicidad absoluta.
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