Escritor, músico y cantante, su obra supera la treintena de libros publicados, la mayoría de ellos infantiles. Multipremiado en todo el mundo, en esta charla con ETER Digital recorre su trabajo, su método con las infancias, su nuevo material, y sus estrategias en tiempos de crisis.
Luis María Pescetti es, ante todo, músico y escritor de literatura infantil, pero también es actor y canta las canciones que compone. No quiere hablar de su biografía porque dice que todos esos datos duros están en Google, pero es importante repetir algunas circunstancias de su vida para que el lector no tenga que mudarse a otro sitio de internet para saber algo más del entrevistado.
Nació en San Jorge, pequeña ciudad de la provincia de Santa Fe hace 65 años, estudió música, literatura, pedagogía y musicoterapia. Sus primeros pasos fueron como maestro de música en escuelas. En 1989 emigró a Cuba y luego a México, donde comenzó su dedicación a la literatura, música y espectáculos para niños con gran éxito. Desde 2001 vive en Argentina, pero está presente con su obra, sus conferencias y sus espectáculos en toda Latinoamérica.
Ha recibido muchos premios, entre ellos el Grammy Latino en 2010 en EEUU; Premios Gardel en Argentina en 2009, 2012, 2014, 2018 y 2019; The White Ravens en Alemania 1998, 2001 y 2005; Caniem, en México 2010; Casa de las Américas en Cuba en 1997; Konex por la década 2001/2010 en espectáculos infantiles y otras muchas nominaciones y reconocimientos.
Rubio, un poquito desalineado, con cara de niño grande bonachón y unos ojos celestes que ríen siempre detrás de los anteojos. Habla con voz suave y pausada, como si estuviera contando un cuento o una historia todo el tiempo. Mo podría ser abogado ni economista, es y parece lo que es: un escritor y narrador de cuentos infantiles.
-¿Es difícil escribir para niños?
-Si trabajás con chicos no tenés que imaginarte nada, son una máquina constante de anécdotas y, como docente, tenés 30 niños y 30 familias, hay muchas anécdotas y algunas te quedan picando, te generan una emoción y quedan dando vueltas hasta que escribís una historia.
-Tenés que competir con las pantallas, celulares, juegos on-line, ¿cómo hacés para ganar el interés de los niños?
-No compito ni con la tele ni con internet, solamente tengo que contar con que eso existe y hacer otra cosa. Mis espectáculos son una combinación de canciones y juegos. Posteo en redes el guión del espectáculo que pienso hacer, envío la lista de canciones para que los niños las aprendan y los invito a juntarnos tal día en el show para cantar y jugar todos juntos.
-¿Y te resulta fácil?
-Es difícil con lo nuevo porque siempre quieren cantar las canciones que ya conocen y les gustan. Soy como un vendedor de electrodomésticos casa por casa.
–¿Cómo es tu nuevo libro?
–Es un libro con tres cuentos. Se llama Loli el invencible y está dirigido a niños primeros lectores. El desafío es que ahora, a los niños, les cuesta un poco más la lectura en los primeros años, pero, por otra parte, han visto series y tramas urbanas mucho más complejas que las que veían antes los chicos de cinco o seis años. Entonces, hay que escribir una historia que sea picante pero con un lenguaje accesible y eso es lo que trato de conseguir en estos tres cuentos.
-¿Cómo le explicarías el argumento al lector?
-Milo es un niño que pasa de jardín a primer grado, no eligió crecer pero no tiene más remedio y trata de ser responsable y cumplir con la escuela, pero le pasan algunas cosas que no se lo permiten.
-¿Qué cosas le ocurren?
-En el primer cuento, Milo va caminando hacia la escuela y los árboles que están en el camino le hablan, le dicen “sálvanos, nosotros éramos niños y una bruja nos convirtió en árboles”. En la segunda historia Milo está en la escuela y quiere escribir lo que dicta el maestro, pero no puede porque el lápiz no le obedece. Finalmente, en el último cuento, Milo tiene que ir a la panadería que está a una cuadra de su casa, pero antes de la panadería está el supermercado y allí ve a una mujer que lo saluda y le guiña un ojo; empieza a seguirla, mientras la señora se roba una lata de atún, luego le guiña otro ojo y se roba un kilo de azúcar. Te doy la primicia: este libro ya se publica en estos días.
-¿Podes vivir de tu trabajo?
-Si me va bien aquí, en México y en Latinoamérica, eso quiere decir que no soy millonario pero encontré un lugar donde remando la barca avanza.
-¿Cuál es tu agenda para los próximos meses?
-Me voy a Lima, Perú, a dar charlas, luego tengo un show importante en México, en febrero sale otro libro que estoy escribiendo y, además, soy papá de niños pequeños: eso ocupa el ochenta por ciento de mi tiempo.
-¿Es más fácil ser padre cuando conocés tanto a los niños?
-No, porque la expectativa es más alta y el resultado es el mismo que tienen otros padres. No soy Superman ni vuelo.
-¿Te deprime o te da ganas de emigrar la difícil situación actual?
-No, puedo vivir de mi trabajo y la fórmula para estar bien en estos momentos es dar, hacer cosas gratis, doy charlas, llevo libros a bibliotecas y lo hago personalmente, allí me contacto con gente que hace cosas sin tener obligación y tienen un gran compromiso con la sociedad, eso me recarga las pilas. Por un lado están las noticias y, por otro, lo que uno puede hacer. Si el año próximo es difícil podemos compartir lecturas gratis en las plazas para encontrarnos y pasarla bien una rato.
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