Organizaciones de izquierda y feministas que reclaman por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo se movilizaron el 27 de septiembre desde el Congreso hasta Plaza de Mayo. Al pasar por la Catedral porteña, se cruzaron con creyentes católicos que se apostaron en el frente de la iglesia para expresar su repudio al aborto y hasta se persignaron ante el paso de la manifestación.
Por Agustín Castelli (@agcastelli)/Ignacio Orta (@nacho_orta)/Dalmiro Suárez Tobía (@dalmirosuarez)
“¿Y vos qué hacés acá?”, pregunta uno de los tantos policías que están en la puerta de la Catedral a un joven que deambula por la puerta del edificio. “Vengo a defender la vida”, contesta el interrogado y pasa entre medio de los oficiales para reunirse con toda la gente que, hace un rato, está en la fachada del templo y alzar un estandarte con la leyenda: “¡¡Sí a la vida, no al aborto!!”. Mientras tanto, separados por una muralla de uniformes azules, una muchedumbre alza sus banderas en Plaza de Mayo, de frente a la “santa sede” porteña y de la Casa Rosada, con un mensaje claro: “Separación de la Iglesia y el Estado… Que la Iglesia no se meta. Aborto legal, ¡ya!”.
Dos horas antes, a las cinco de la tarde, comienza la marcha por el “Día del Aborto en América Latina y el Caribe”. Entre el tumulto de gente que está en la Plaza de los Dos Congresos, se ven distintivos, carteles, remeras y folletos colorados. Son de la agrupación feminista “Las Rojas” que, al ritmo del bombo y los redoblantes, forman una ronda en la esquina de las avenidas Rivadavia y Entre Ríos, mientras comienzan con los primeros cánticos de la tarde: “Aborto legal en los hospitales”. Pasadas las 18.30, agrupaciones como “Camino de los Libres”, “Mujeres de Izquierda”, “Pan y Rosas” y “Marea Popular” se suman a la marcha. Banderas que flamean a lo alto y carteles que piden por la legalización de la interrupción voluntaria del embarazo acompañan las sucesivas canciones, “que los curas se vayan a laburar”, entonadas por las mujeres, los militantes de partidos de izquierda, centros de estudiantes y algunos varones militantes del feminismo, entre otros, que ocupan tres cuadras a lo largo y a lo ancho de la calle.
“La moral cristiana tiene que ser solamente para ellos, no para el conjunto de la sociedad”, explica Pía, una chica de 23 años, mientras sostiene una bandera que dice: “Plenario de Trabajadoras”. Vestida con unas babuchas negras, un buzo al que un pañuelo naranja envuelve a la altura del cuello y zapatillas que acusan muchas manifestaciones, cuenta que vino desde La Plata para luchar por “un derecho justo y que fue postergado a todas nosotras”. Por otro lado, Iael, una estudiante de Sociología de 20 años, se acerca por primera vez a reclamar. “Es un falso debate el tema de si hay vida o no cuando las mujeres pobres mueren por abortos clandestinos y las ricas pagan por uno seguro”, sostiene la joven respecto al tema.
“¡Viva Cristo Rey!, ¡Viva la Virgen Reina!, ¡Vivan Dios y la Patria!”, grita una de las personas que están en la puerta de la iglesia. “¡Viva!”, contestan los restantes, que se niegan a contestar cualquier tipo de preguntas. La postal de los creyentes que defienden el “derecho a la vida” tiene como fondo un telón enorme que cubre el frente de la Catedral, que está en refacciones. La transparencia del “bastidor” revela, por las luces del interior del edificio, que hay más gente, al igual que los chalecos naranjas dejan ver que hay más policías acompañando a los feligreses.
Del otro lado del cordón policial, la concentración de gente continúa con los reclamos. Entre cántico y cántico, participantes de la marcha suben para dar su opinión o leer discursos. En un momento, los megáfonos exclaman que vayan a la puerta de la Catedral. La movilización da la vuelta a la Plaza de Mayo y llega a la fachada de la iglesia. Mientras tanto, los feligreses siguen con sus rezos.
“Saquen sus rosarios de nuestros ovarios”, cantan los manifestantes. Las dos columnas, los “pro” y los “anti”, están cara a cara. Los fieles, rodeados por policías, retrucan con carteles, rezan el “Ave María” y hasta persignan a quienes los increpan. Los manifestantes suben la apuesta y les responden: “Iglesia, basura, vos sos la dictadura”.
La confrontación tiene espectadores. Mayoritariamente son turistas que sacan fotos y transeúntes. “Salí recién del trabajo. Me sorprendió realmente esta movilización, porque no sabía nada”, cuenta Ángela, una señora de 50 años asombrada por la situación. Ella es católica y no está a favor del aborto, pero respeta la posición de los manifestantes. “No estoy de acuerdo por motivos religiosos, pero respeto a todo aquel que cree lo contrario”, dice al respecto y agrega: “Hay casos en los que la mujer está realmente protegida, pero en otros, cuando queda embarazada, tanto ella como el bebé, sufren un abandono total. Entonces ahí te ponés a pensar y entendés por qué quieren abortar”.
Los manifestantes se van de Plaza de Mayo. La columna se retira por Avenida de Mayo. En la Catedral, los feligreses siguen, uno al lado del otro, como si fuesen Los Pumas cuando cantan el himno. Alguna que otra persona pasa por el frente, los mira y les grita “fachos”, o se burla de la cantidad de agentes que los protegen y les cantan: “Yo sabía, yo sabía, que a la Iglesia, la defiende la Policía”.
A las 21.30 la Plaza de Mayo ya no tiene más banderas, ni se escuchan bombos, o voces que salen de megáfonos. Las calles que habían cortado, están abiertas de nuevo. Los únicos que siguen allí son los devotos en la puerta de la “santa sede” porteña, acompañados por los policías que siguen, como durante toda la tarde, de espalda a los fieles católicos y de frente a la plaza donde estaban los manifestantes.
Links relacionados: http://www.abortolegal.com.ar/?p=2102
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“YO SOY CATOLICA, PERO ESTOY A FAVOR DEL ABORTO”
Una turista brasilera que pasaba por la Plaza de Mayo, se encontró con la marcha y contó su postura sobre la legalización del aborto.
Por Catalina Puppo (@cata_puppo) y Jorgelina Vaquero (@jorvaquero)
Ana Paula nació en Brasil pero se hizo presente en la manifestación por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito que se realizó el pasado 27 de septiembre. “Yo soy católica, pero estoy a favor de la ley del aborto”, aseguró la joven y contó que en su país, el aborto está permitido en caso de violación.
“La población brasilera es muy católica, tiene la cabeza muy cerrada, pero los jóvenes en las universidades quieren y apoyan la liberación de este derecho”, certificó la turista.
Ana Paula contó que en julio durante la visita del Papa Francisco a Río de Janeiro se realizó la ciudad una gran manifestación en apoyo la interrupción del embarazo. “Muchas mujeres mueren por esta causa en mi Brasil. Las personas que no tienen plata abortan ilegalmente y las que tienen se van a otro país a realizárselo”, dijo.
Para finalizar su testimonio, Ana apuntó que para ella es la misma Iglesia la que frena el proyecto de legalización por “una cuestión de creencia”.
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“NI MACHOS NI FACHOS”
Por Lucrecia Raimondi (@LucreRaimondi)
La cruzada para reivindicar los derechos de la mujer, generalmente, es asociada a movimientos feministas, pero hay hombres que también militan por la igualdad de género.
“No es solo acompañar una lucha, sino también deconstruir el lugar que tenemos asignado como ‘carceleros de la historia’”, cuenta Leandro, un militante del Colectivo de Varones Anti-patriarcales-La Plata que prefirió no dar su apellido. Esta agrupación, formada por hombres, milita contra “el heteropatriarcado y la heteronormatividad”, como ellos definen a los cánones establecidos por la sociedad, interceptando sus “masculinidades” para el cambio social. Esta agrupación, que cuenta con filiales a lo largo del país, participó de la marcha del Día de la Lucha por el Aborto debido a su abierta postura a favor de la interrupción voluntaria del embarazo.
-¿Por qué te movilizás por un reclamo que, en la opinión pública, es visto como un tema de mujeres?
-En tanto formo parte de una organización que intenta cuestionar el lugar asignado en esta sociedad machista y cuando somos concientes de nuestros privilegios, asumimos el trabajo en esta lucha que tiene que ver, muchas veces, con una responsabilidad y una falta de compromiso de los varones en lo que tiene que ver con el cuidado, la falta de autonomía y soberanía sobre los cuerpos de las mujeres. En ese sentido entendemos que no es solo acompañar un reclamo sino en el proceso de involucrarnos deconstruir el lugar que tenemos asignado de “carceleros de las mujeres”, involucrarnos en eso y buscar nuevas formas de ser varones en relación con las mujeres.
-¿Cómo pensás, desde la campaña, esta amplia convocatoria de organizaciones que se agrupan a favor del aborto?
-Es fundamental que podamos seguir articulándonos ampliamente en torno a esta lucha. Ojalá que reclamos como este que tienen que ver con históricas luchas del feminismo y el movimiento de mujeres, nos enseñen y permitan dejar de lado muchas mezquindades que a veces atraviesan al arco político de la izquierda y el campo popular. Entonces me parece fundamental mostrar la unidad y más que nunca.
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UNA MUESTRA SOBRE EL ABORTO LEGAL: “DERECHO A DECIDIR”
El Centro Cultural Borges presenta, hasta el 22 de septiembre, en las salas 27 y 28 una muestra sobre el aborto legal en la ciudad de México.
Por Lucrecia Raimondi (@LucreRaimondi)
La exposición “Derecho a Decidir. Aborto legal en la ciudad de México: un modelo para la región” propone una adaptación de la muestra “Nuestros cuerpos, nuestras vidas. Cuatro décadas por el derecho a decidir en México”, que tuvo lugar en el Museo Memoria y Tolerancia del DF a finales de 2012.
El recorrido inicia con un espacio de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito en Argentina, quienes arman una muestra fotográfica de las intervenciones callejeras que realizaron. También, crean una instalación de banderas colgadas al techo que presentan consignas propias de esta campaña y exponen carteles que enseñan el proyecto de ley presentado por este grupo al Congreso de la Nación.
La muestra mexicana pone de manifiesto los debates que se tejen en torno a la despenalización del aborto en Latinoamérica y en especial, en Argentina. “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir” son los ejes con que muchas mujeres de América Latina y el Caribe entienden la necesidad de una legislación no punitiva sobre la interrupción de embarazos. Por tal motivo, “Derecho a Decidir” tiene como objetivo cubrir los vacíos de información y presentar un antecedente de ley “justa, moderna, moderada, integral y humanitaria”, como describe el documento que da apertura a la exhibición.
La primera parte refiere a los métodos utilizados por las mujeres para abortar y que ponen en peligro su vida. Muchos ramos de perejil uno pegado a otro puestos en un panel blanco representa, como obra de arte, a este material útil para ungüentos nocivos; perchas, alambres, lavandina, aceite y medicamentos para musculación de deportistas los presentan en atriles de exposición cubierto por vidrios; una instalación propone simular una sala de operación casera para realizar abortos clandestinos.
Luego de la impresión que genera la camilla, un cartel indica que continúa el recorrido: hay que atravesar un cuarto oscuro que proyecta un video sobre los casos de penalización a mujeres o médicos que han realizado abortos en la ciudad de México. El próximo y último stand del relato visual, exterioriza el proceso que permitió a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal aprobar en 2007 una ley que despenaliza el aborto hasta la semana 12 de gestación.
Link: http://www.ccborges.org.ar/exposiciones/expoDERECHOADECIDIR.html
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