SOCIEDAD
De usuarios de sustancias a protagonistas de una lucha política
El paradigma de drogas está cambiando: frente a las políticas prohibicionistas y la estigmatización, profesionales, organizaciones y usuarios de sustancias militan por una nueva normativa sobre drogas con perspectiva de derechos humanos y salud pública.

El paradigma de drogas está cambiando: frente a las políticas prohibicionistas y la estigmatización, profesionales, organizaciones y usuarios de sustancias militan por una nueva normativa sobre drogas con perspectiva de derechos humanos y salud pública.
Desde su sanción en 1989, la Ley 23.737 de drogas niega las realidades de consumo de sustancias, criminaliza a los usuarios y no ofrece alternativas a la prohibición y abstención. En ese contexto, las estrategias de reducción de daños impulsadas por asociaciones y movimientos autogestivos suplen la ausencia del Estado ante la falta de políticas con perspectiva de salud pública y derechos humanos.
Las propuestas actuales son variadas e intentan adaptarse a las necesidades, preferencias y territorios en los que se mueven las personas que consumen drogas. Desde Toxibot, un bot de WhatsApp que se agenda como contacto y con el que se puede interactuar desde el celular, hasta intervenciones en fiestas con testeos de sustancias; todas son creadas por usuarios para usuarios con “el fin de informar, cuidar la salud, generar conciencia y desestigmatizar”, según explica Pablo Ferreyra, ex legislador porteño y co-creador de la herramienta virtual.
‘Toxi’ tiene información sobre las principales drogas que se usan en Argentina aportada por las Asociaciones de Reducción de Daño (ARDA) y ConSumo Cuidado, sus efectos, consejos de posología y cantidades recomendadas, interacciones entre sí y peligrosidad asociada, entre otros datos relevantes. Además, incluye una agenda de nocturnidad, playlists curadas por djs invitados y ofrece una tabla que permite medir el nivel de hidratación en base al color de la orina.
Ferreyra cuenta que el comando más utilizado es “InfoDrogas” y la búsqueda de pastillas que usa la base de datos del conocido foro Argenpills donde ya hay más de 40 mil usuarios que comparten contenido y reseñan las muestras de éxtasis. Los primeros relevamientos arrojaban que son entre 70 y 80 consultas diarias y, actualmente, promedian las 120; aunque también tuvieron picos de 700 personas por las fiestas de fin de año.
En un escenario de ausencia de investigaciones y estadísticas sobre el tema, éste bot se vuelve una necesaria herramienta para contabilizar y generar datos. “Al no haber testeos legales, si diez usuarios coinciden en que una pastilla les pegó mal, otros consumidores tienen esa data para decidir qué hacer. Si hubiera una política de drogas a nivel estatal, se podría difundir masivamente si hay una partida que está en alerta o adulterada”, dice el creador de ‘Toxibot’.
Por otra parte, desde principios de los 2000 que los promotores con sus stands están presentes en la escena nocturna, principalmente en fiestas electrónicas. La apuesta vuelve nuevamente a la autogestión. Cada vez son más las organizaciones como ARDA o PAF! (Proyecto de Atención en Fiestas) que trabajan para producir y participar de eventos culturales. Allí, brindan información y orientan sobre consumos, reparten agua, fruta y materiales de prevención, acompañan al público y articulan con otros actores como los artistas, las productoras, el personal de seguridad y el equipo médico presente.

Aunque, la propuesta que más llama la atención, tiene que ver con los testeos de sustancias: uno de los que circulan en Argentina se denominan Test de Marquis. Éstos funcionan con reactivos colorimétricos, es decir, químicos que toman determinado color al entrar en contacto con otros y, a partir de una pequeña muestra, permiten identificar si las pastillas y/o cristales tienen la sustancia deseada, -por lo general MDMA, mejor conocida como éxtasis-. Además, el Test puede orientar sobre la existencia de otras sustancias no esperadas.
Países con legislaciones que no criminalizan la herramienta, como España y Colombia, desarrollan dispositivos que también analizan su composición y pureza. “Hace poco, un pibe vino con dos pastillas de MDMA y no reaccionaban al Test. Lo que supusimos es que tenían catinona -un estimulante que produce euforia-, sustancia que le suelen ponen ahora. ¿Qué consejo le das a esa persona? Primero, no tomarlas; y, si toma, que sea con cuidados, más espaciado, ya que va a tardar más en hacer efecto si tienen poco de MDMA”, explican desde ARDA.
En el mismo sentido, agregan: “Nosotros damos la base científica de información con perspectiva de salud y la persona después hace lo que quiere con la información. Siempre agradecen mucho”.
En mayo del corriente año se aprobó una la Ley 15.439 que establece la obligatoriedad de la provisión libre y gratuita de agua en bares y boliches bonaerenses. En ese sentido, Ferreyra señala que corresponde a “la falta responsabilidad empresarial, ya que pocas veces se piensa en incluir cualquier tipo de servicio con este enfoque, desde los puestos de hidratación hasta los testeos”. “Si hubiera un involucramiento, entregarían cartelería o, mismo en las cuentas de Instagram de las fiestas, difundierían información sobre la reducción de daños, mejoraría bastante”, reflexiona.

“Las consecuencias de las legislaciones actuales en Argentina son alejarse de los problemas que tienen que ver con las sustancias, desconocerlo y generar un marco en donde las poblaciones más marginadas sufren más que otras, como la población trans”, refiere Marcos Aramburu, comunicador sobre reducción de daños en Gelatina y Vice; además de autor de Las Ceremonias, un libro de crónicas sobre personas que usan drogas.
Cómo son las políticas de reducción de daños en la Provincia de Buenos Aires
La investigación “La historia de rubí: cuando la ‘guerra a las drogas’ impacta de lleno en la población trans” del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), en diciembre de 2021, pone de manifiesto que, en la Provincia de Buenos Aires, el 39% de la población de mujeres trans se encontraba privada de la libertad por delitos menores de drogas, y el 73% de ellas estaba presas sin condena.
De esta manera, exponen que la criminalización de delitos menores de drogas solo funciona como una herramienta para la persecución policial de colectivos específicos como las personas trans, y que la intervención judicial refuerza la vulneración de sus derechos.
Ya son conocidos los casos de cocaína adulterada en Puerta 8, barrio de Churruca, y las muertes que generaron y siguen produciendo las pastillas adulteradas en consumidores. La misma situación se repite: la noticia llega a los medios, es tomada por la discusión pública y cierto sector de la política desde una lógica de sentido común y prevalecen las posturas morales por sobre los datos y la evidencia científica.
“Como es un sector muy estigmatizado mueren 20 personas y no le importa a nadie. Lamentablemente, el costo político es muy alto cuando hay que hablar de estos temas, sobre todo con el argumento de la apología a la droga, una figura legal de la ley actual”, dice Ferreyra.

En cuanto a las herramientas para abordar estas discusiones, Aramburu destaca dar a conocer las experiencias exitosas de modelos de reducción de daños en otros países. En este sentido, se refirió al descenso de cifras de adicciones en países como Países Bajos, Canadá o Portugal; y, además, empezar a mostrar comparativamente los daños más altos que produce el alcohol siendo legal. “Las discusiones sobre lo se considere bien o mal no le incumben al Estado ni deberían importar a la hora de legislar sobre la vida de otros”, señala el comunicador.
De acuerdo al análisis estadístico “Jóvenes, consumo de sustancias y mortalidad por accidentes de tránsito” realizado por la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires en mayo de 2021, el 25,1% de los conductores de accidentes viales atendidos en las guardias reconocen haber consumido alcohol en las horas previas al siniestro. De este porcentaje, el 3% reconoce consumo de marihuana y el 2% el consumo de cocaína.
“El alcohol es la sustancia psicoactiva más presente entre las y los jóvenes y el inicio se da a edades cada vez más tempranas en la provincia de Buenos Aires”, explica el informe.
De la misma manera, la investigación “¿Qué droga es más dañiña?” en 2023 hecha por la ONG chilena Reduciendo Daño compara los porcentajes del riesgo asociado a distintas sustancias y posiciona al alcohol en primer lugar. Esta sustancia sería la más peligrosa en cuanto a riesgo de muerte, dependencia, daños generales y asociados, entre otras variables. En segundo lugar está la pasta base; en tercer lugar, la metanfetamina; y, luego, la cocaína.

Investigación de ONG chilena Reduciendo Daño
“Hay que pensarlo como un nuevo derecho a adquirir. La realidad es que falta un montón, todavía se mueve muy marginalmente el tema. La tarea es militante”, enfatiza el creador de ‘Toxibot’. Ferreyra considera que “hay que romper el tabú” para que las personas puedan “expresar abiertamente que consume de manera eventual drogas, sin que eso signifique que nadie sea drogadicto o tenga un consumo problemático”.
Para comunicarte con Toxibot podés agendar +1 (425) 600-9456 como número de contacto en WhatsApp o realizarlo a través de este link.
ADEMÁS EN ETERDIGITAL:
Importancia del RCP: Facundo Molares se podría haber salvado
SOCIEDAD
“La Catedral de Francisco”
Cientos de fieles dejaron sus oraciones y ofrendas en el templo que vio pasar a Jorge Bergoglio como cardenal primado de Buenos Aires. Cómo fue la despedida al “Papa de los pobres”.

A esa hora en la que Plaza de Mayo se deja ganar por la noche y los autos iluminan junto al alumbrado público, las escalinatas de la Catedral Metropolitana se convirtieron en un altar urbano. Velas encendidas, otras ya derretidas; ramos de flores frescas apoyados sobre las columnas que tienen pegadas banderas argentinas y papales, rosarios, estampitas, camisetas de San Lorenzo y cartas escritos a mano. Sobre Rivadavia, un retrato en tiza del Papa decora el asfalto como si su figura emergiera desde ese suelo que alguna vez lo vio caminar.
Detrás de las cámaras de TV de los medios nacionales e internacionales, y de los vendedores de recuerdos sobre las escalinatas, hay un murmullo bajo que envuelve. Gente que reza, que conversa en voz baja o que simplemente está. Turistas, creyentes, algunos que no se identifican con ninguna fe. Todos llegaron allí por alguna razón. Edgardo y Jazmín, una pareja peruana que observa en la entrada de la Catedral, comenta que estaban de visita cuando sucedió la muerte del sumo pontífice. “Era muy humilde, incluso ahora, en su despedida. Esperamos que el próximo Papa siga su legado, pero sabemos que en nuestra vida no veremos otro latino”, dice ella.

Unos pasos adentro del templo, un perro callejero duerme justo debajo de la cartelera que anuncia las misas y ceremonias especiales a la ocasión. No estorba el paso. La gente lo rodea, lo mira e incluso le toman fotos como si también él formara parte de esta escena serena y devota.
Adentro, el ambiente se vuelve más íntimo. Los pisos de mármol y las paredes macizas contienen la emoción de quienes ingresan. Aquí ya no hay medios de comunicación ni vendedores ni ruidos molestos. Solo pasos lentos y un murmullo que acoge.
Al final del pasillo de la nave principal, a pocos metros del altar donde Bergogliocelebraba misas, un escritorio exhibe un libro abierto. La gente se acerca a firmarlo, a dejar un mensaje, una oración. Al lado hay un cartel escrito con letras simples: “Francisco. Recibir la vida como viene”. Detrás, custodiado por cadetes de la Policía Federal vestidas de gala, un cuadro del Papa con su tradicional túnica blanca y su cruz plateada. Al costado, la mitra y el báculo que él utilizó cuando era cardenal primado de Buenos Aires. Todorodeado de coronas de flores blancas sobreel piso.
Frente a ese altar se detiene Daniel, un joven brasileño que también reflexionó con ETER Digital sobre los desafíos del porvenir: “Francisco fue un hombre del futuro que luchó por los que no tienen voz. No creo que haya otro como él. Quien lo suceda tiene una tarea inmensa: sostener un legado difícil de olvidar”.
Sentada sobre los viejos bancos de madera, una mujer llora hasta con el cuerpo. Se tapa la cara mientras a su lado un hombre la abraza y un niño mira sin entender demasiado. La imagen se repite varias vecesen otros bancos: la del duelo compartido en familia y entre generaciones.
A pocos metros, tres hombres se detienen frente al mausoleo de José de San Martín, que esta vez tiene menos protagonismo que de costumbre. Hoy todos los ojos y gestos parecen estar dirigidos a Francisco.
El reloj se acerca a las 20 cuando los policías que rondaban por los pasillos anuncian el cierre de la Catedral. Pero afuera el recuerdo sigue. Una señora mayor, de pelo corto rojizo y mirada vivaz, camina con paso seguro hacia un móvil de televisión: es conocida como “La Señora de los Velorios”. Pero esta vez no vino exclusivamente por eso. “Yo vine hoy por él. Era una persona muy humilde. En las misas de San Cayetano saludaba uno por uno sin importar la cantidad” de gente que hubiera, recuerda. Orgullosa de que haya sido argentino, Mari reivindica la relación del Papa con su Patria: “No me molestó que no volviera a Argentina. Su misión acá ya estaba cumplida”.

La Catedral Metropolitana, la Catedral del Papa, no parece estar triste sino más bien emocionada, como si supiera que Francisco no se irá del todo. Que lo que deja no cabe en una tumba sino en los gestos, palabras, luchas y convicciones que muchos fielestomarán como bandera.
Desde la vereda hasta el altar, este lugar que alguna vez fue la casa de Bergoglio hoy vuelve a serlo. Por una noche al menos. O al menos por esta despedida, por la historia que empezó en estas baldosas donde ahora se vuelve a rezar por él.
SOCIEDAD
Sabe la Tierra: comunidad, sostenibilidad y compromiso
La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.

La feria que tiene como objetivo cuidar la tierra y generar un vínculo entre los pequeños productores y los consumidores “rescatando la relación humana más allá de la compra-venta” está por cumplir 15 años. Conocé cómo se originó el proyecto que tiene en la actualidad mercados semanales en la Ciudad, Vicente López y Necochea.
Va cayendo el sol en el Parque Las Heras y la primavera se hace notar con su típica brisa de la última hora de la tarde. La esquina de French y Coronel Díaz es una postal de domingo: en el frente se alzan los puestos de la feria de consumo consciente más famosa de Buenos Aires, con sus toldos blancos y sus características mesas forradas de arpillera en las que se lee su emblema: “Sabe la Tierra”.
De fondo, el atardecer. La calesita que completa el cuadro da sus vueltas finales despidiendo a los niños que ríen y juegan hasta el último minuto antes del cierre. Los feriantes siguen vendiendo. El ambiente huele a fruta, a inciensos, a la vainilla de los postres caseros que ofrece uno de los puestos. Cada sección tiene sus olores, sus colores y sus sabores, según los productos que ofrecen, y son tan intensos que parecen elaborados para que los consumidores puedan llevarse un pedacito de naturaleza a sus hogares citadinos.
Seguramente cuando Angie Ferrazzini pensó este espacio que uniría a pequeños productores, emprendedores y artesanos para conectarlos con el público, no se imaginó que terminaría gestando toda una propuesta cultural que ofrecería desde mercados itinerantes que recorren la ciudad hasta talleres de cocina y horticultura.
Hoy, quince años después, la creadora de esta organización cuenta que Sabe la Tierra recibe cada mes alrededor de cincuenta mil personas en los más de cincuenta mercados y festivales que se presentan en diferentes barrios y ciudades. “Somos un equipo de 30 personas que creemos en otra forma de producir y de consumir”, contaba en la Charla TED que presentó en Necochea en 2023.
Y agregó en esa presentación: “Se me ocurrió crear un mercado de productores donde se pudieran encontrar los productores con los consumidores, promover el bien común y generar lazos de confianza. Esta fue la idea inicial para el proyecto hace 20 años”.
Como suele suceder con los grandes soñadores que cambian realidades, Angie comenzó a vivir su sueño en su propio jardín: no contaba con el capital necesario para sostener una gran exposición en un centro de convenciones como habría querido por ese entonces, pero eso no la detuvo. Con el propósito firme y la visión clara, esta exponente de la cultura naturista convirtió su casa en el espacio que sostendría el puente entre las dos puntas del mercado sustentable: productores y consumidores. Hoy, ese mismo puente se extiende a lo largo de trece locaciones distribuidas por todo el país.
“Venimos porque nos gusta comprar productos orgánicos y porque nos encanta el ambiente de la feria”, dice Candela, una joven que pasea con su familia y se detiene en cada stand observando con atención los productos exhibidos. Como ella, muchos de los clientes que visitan el lugar son fieles a la filosofía de la organización, que tiene seguidores desde sus inicios, cuando solo podía encontrarse en su primera locación formal: la estación San Fernando del Tren de La Costa. Desde allí fue expandiéndose como lo hacen los fenómenos culturales cuando saben atender necesidades sociales.
Más de mil puestos de trabajo generados demuestran que Sabe la Tierra no es solo un modelo de consumo responsable, sino también de economía sustentable. Este mercado consciente abre sus puertas para que cualquier emprendedor pueda desarrollarse y ofrecer productos de calidad. Tal es el caso de Luisa, el talento detrás de los mejores tequeños de la zona, que cautivan paladares de todas las edades en la carpa de comida venezolana.
Luisa recibe a las personas que se detienen en su mesa con una amabilidad especial, invitándolos a degustar un bocadito de empanadas típicas de su país. Con una sonrisa amplia acompaña el son caribeño que lleva en el habla. Cuenta que vive en Argentina hace cinco años y que forma parte de la feria hace tres; y que gracias a este espacio es capaz de mantener a su familia y que incluso pudo pagar un viaje de visita a su entrañable Caracas.
“La feria nos cambió la vida. Estamos agradecidos por esta fuente de trabajo que nos permitió lograr la anhelada estabilidad económica”, afirma emocionada. Esta emprendedora, que supo sobreponerse a los embates de la expatriación e insertarse en el mercado laboral de nuestro país a través de su vocación en la cocina, es un ejemplo del impacto que tiene en los trabajadores este espacio de comercio justo y consciencia. Para esta comunidad, los valores agroecológicos y el compromiso fueron la clave del crecimiento.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL:
Consumo de alimentos procesados: el tabaquismo del siglo XXI
SOCIEDAD
Cómo fue la toma de estudiantes en defensa de la UNTREF
En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.

En octubre del año pasado, luego de una resolución del Centro de Estudiantes de la universidad pública, se decidió hacer un plan de lucha en contra del hostigamiento a la comunidad universitaria y las políticas de desfinanciamiento del actual Gobierno.
“Universidad tomada” advierte una bandera en la puerta de la Sede Lynch de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Son las ocho de la noche de un miércoles de octubre en el barrio de Sáenz Peña y la vereda de la sede abunda de información.
Una clase abierta donde los alumnos sentados en ronda en pupitres azules escuchan atentamente al docente. A metros, estudiantes se reúnen distendidamente algunos de ellos con sus mochilas, mientras otros cargan bolsas con acolchados y sábanas para pasar la noche en su casa de estudios.
La UNTREF se encuentra tomada con vigilia hace exactamente siete días luego de la Resolución Interclaustro -realizada el 10 de octubre de 2024- donde participaron docentes, no docentes, estudiantes y graduados.
La decisión fue una toma organizada que garantice la continuidad de las clases y que incluya un plan de lucha para visibilizar el reclamo presupuestario por las universidades nacionales. “Estuvimos todo el fin de semana organizando el cronograma, nos acostamos a las 4 de la madrugada para levantarnos a las 7”, comenta Lucho Borzatto, estudiante de la Licenciatura en Logística e integrante del centro de estudiantes.
A lo lejos se escuchan los murmullos de otra clase abierta que sucede en el sum del edificio, donde se encuentran el buffet y la fotocopiadora. Las luces son tenues porque el docente proyecta diapositivas para el desarrollo de la clase. En simultáneo, alumnos salen de sus aulas, algunos vuelven a sus hogares, otros se reúnen en allí o en la vereda para pasar parte a sus compañeros sobre su desempeño en los parciales. Las paredes del establecimiento aún conservan afiches pegados de otras cátedras y no faltan los carteles con consignas como “No caímos en la universidad pública, la elegimos”.
“La gente camina como un caballo por acá, no habitamos la universidad, muchos venimos a cumplir, siento que eso está cambiando”, comenta Lena Blanco, estudiante de la Licenciatura en Gestión del Arte y la Cultura mientras toma el último sorbo de mate. Está sentada delante de la bandera de su carrera que pintaron para la Marcha Federal Universitaria de abril. Además, expresa su sorpresa al ver la cantidad de carteles pegados en las paredes: “Antes no se podía poner nada, no encontrabas ninguna expresión más que las típicas que hay en los baños”.
Alrededor de 200 alumnos de la UNTREF se organizaron y formaron comandos divididos en distintas áreas. “Tomar la universidad no es joda”, indica Lucho y agrega: “Requiere de mucho trabajo y sacrificio”. Y así es, los comandos se dividen por área: prevención y logística, agenda cultural, documentación audiovisual, comidas y alimentos, higiene, prensa y comunicación, entre muchas más. De esta forma, se suman a los cientos de miles de estudiantes involucrados en el plan de lucha a lo largo y ancho de todo el país.
A partir del veto del Presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Universitario, las tomas en las facultades brotaron como pasto después de la lluvia. Un relevamiento de la FUA (Federación Universitaria Argentina) indicaba en ese entonces que ya eran más de 30 edificios tomados, mientras que asociaciones civiles como Argentinos por la Educación afirmaban más de 80.
Incluso fue un momento donde algunas universidades fueron tomadas por primera vez, como fue el caso de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). La amenaza por el desmantelamiento de las universidades nacionales puso en alerta a todos los estudiantes en cada rincón del país y los convocó a organizarse para defender su futuro.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
Además en ETER DIGITAL: