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Mía Martínez: “Es muy frustrante dedicarle tanto a algo que no te da ninguna felicidad en el fondo”


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La joven influencer comparte su visión sobre el mundo de las redes sociales, el detrás de las historias de Instagram y cómo enfrentar las críticas. 


Mía Martínez dio sus primeros pasos a los 16 años en el mundo del modelaje, y fue el empujón necesario para comenzar su camino en las redes sociales. Luego de ocho años tiene más de 220 mil seguidores en Instagram y crea todo tipo de contenido. Desde recetas caseras y sanas hasta viajes extravagantes por el mundo. 

-¿Cómo es ser influencer en esta época de tanta competencia?

– La realidad es que yo no me considero influencer, pero hoy nuevos grupos nacieron con ese concepto. El rubro está muy saboteado, porque todos quieren ser famosos y tienen la posibilidad. Jamás tiraría a nadie abajo, pero ser influencer tiene toda una connotación negativa atrás, de que se vive de arriba y del canje. La realidad es que yo siento que todo lo que luché y trabajé en mi vida para llegar al lugar donde estoy hoy, es en vano.

¿Por qué? ¿Sentís que debés mostrarte siempre emocionalmente “bien”?

-Si, la realidad es que es muy difícil poder aceptarlo y llevarlo adelante. No es que hay que mostrar una mentira ni una careta porque, todo lo contrario, yo siempre trato de mostrarme lo más transparente posible. Pero siento que desde mi lugar y lo que toda la vida transmití es levantarle el ánimo a las personas, aliviarlos con una palabra, con un seguir adelante. 

-¿Cómo te afecta la mirada del otro tanto cuando es negativa como positiva?

No te voy a mentir, es un laburo donde hay que remarla mucho todos los días y levantarte con ganas. Los comentarios positivos o que del otro lado te digan: “Gracias, te juro que tu palabra me ayudó a seguir, a salir adelante o necesitaba leer esto para poder avanzar”, eso a mí me llena. Pero a veces leer un simple comentario negativo, me abruma y me tapa el bosque de todo lo positivo. Eso es lo que debería cambiar, hacer un poco más de ojos ciegos, porque cuanto más crecés en el trabajo, más detractores vas a tener.

-¿Tuviste que borrar alguna publicación por comentarios de hate?

-No, nunca. Jamás oculté, ni borré una publicación.

-¿Pensaste en cerrar tu cuenta en algún momento y dedicarte a otra cosa?

-Sí, muchas veces. En Instagram es cada vez más difícil crecer, uno se esfuerza un montón y cada vez te pone más trabas. Es muy frustrante dedicarle tanto a algo que no te da ninguna felicidad en el fondo. Mi única felicidad son mis seguidores fieles, nada más.

-¿Sentís un cambio en cómo se aborda en las redes sociales el tema de los estereotipos físicos de cuando comenzaste hasta la actualidad?

-Bastantes. Fue justo la gran revolución de los cuerpos y de los estereotipos. Yo estudio nutrición y me interesan mucho estos temas. La realidad es que a pesar de que se luche en la sociedad y sean o quieran ser aceptados otro tipo de cuerpos o de belleza, nunca va a dejar de existir una connotación detrás. Por ejemplo, “el cuerpo más rellenito” se relaciona a que es una marca inclusiva. Entonces hay una connotación detrás de ese estereotipo.

-¿Vos trabajando en marcas, aunque sean inclusivas, ese  trasfondo sigue presente?

-Sí, lo está. Siempre van a elegir lo que más le convenga a la marca, no eligen simplemente por la simpatía de la persona, se elige mucho por la connotación física. Yo sufrí muchísimo desde ese lado, porque antes era muy flaquita y chiquita y tampoco me querían por eso. Como otras personas pueden sufrir por ser más rellenitas, altas, bajas, todo depende de lo que busque la marca, eso nunca va a dejar de estar presente. Va a seguir pasando, no es por desmotivar, pero no va a desaperecer.

-¿Hay algún tipo de contenido o temática que te gustaría desarrollar y todavía no hiciste?

-Uf, un montón. La realidad es que a los perfiles que mejor les va en redes son los que tienen un nicho muy específico y que saben crecer desde ahí. Yo soy bastante ambigua en que abarcó y me dedico a muchas cosas, entonces como que siempre intento de reinventarme y encontrar ese nicho. Pero de todos modos, cuando me reciba de nutricionista, me gustaría poder participar más en campañas de concientización sobre la salud pública.


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