SOCIEDAD
“Este incendio lo apagó el neuquino”: sobre el arduo trabajo de los brigadistas en el Parque Nacional Lanín
Entrevista a Luciana Ortíz Luna, creadora del Sistema Integrado de Emergencia de Neuquén, al respecto del incendio que ocurrió en el verano.

El 30 de enero recibió el llamado del jefe de Operaciones de Incendios, Adrián Barrera con la peor de las noticias: un incendio incontrolado en el Parque Nacional Lanín en Neuquén. Un fuego que duró más de un mes y arrasó más de 20.000 hectáreas. “Doctora: ¡estamos frente a lo que no queríamos estar! Estamos frente a un incendio que posiblemente va a ser el peor de la historia de la provincia”, le decía del otro lado del teléfono a Luciana Ortíz Luna.
Ella es médica emergentóloga, secretaria de Emergencias y Gestión de Riesgos en Neuquén, creadora del Sistema Integrado de Emergencia de Neuquén (SIEN); y estuvo a cargo del operativo y la logística para los brigadistas que fueron a combatir el incendio en la zona del Valle Magdalena.
-¿Cuáles fueron las primeras medidas adoptadas?
-Creamos el Sistema de Comando de Incidentes. Lo primero fue evaluar la magnitud del incendio, revisar los accesos al lugar y determinar cuántos brigadistas íbamos a necesitar y cuantos medios aéreos. Además, coordinamos la logística en cuanto a alojamiento, comida, movilidad, indumentaria, herramientas; todo lo que el brigadista fuera a necesitar para combatir el incendio.
-¿Dónde estaba la base de operaciones?
-Inicialmente armamos un primer campamento, pero debimos levantarlo por el comportamiento del incendio. De hecho, esa zona quedó totalmente quemada. Entonces nos instalamos en un área mucho más alejada, ese fue el campamento de Mamuil Malal.
Créditos: Diario 7 Lagos
-¿Qué función cumplió ese campamento?
-Era nuestra base, allí estaba todo lo que tenía que ver con la logística, información, técnica, abastecimiento, aeronaves, puestos médicos, ambulancias.
-¿Cuántos medios aéreos operaron en el lugar?
-Teníamos 17 medios trabajando, cuatro aviones y 13 helicópteros. Algunos trasladaban gente y otros disparaban agua. El avión que cambió la historia del incendio fue un Boing 737, que podía tirar 15.000 litros por tiro. Es un avión público de Santiago del Estero.
-¿Qué prestaciones dispusieron para atender a los brigadistas?
-Las mujeres estaban alojadas en un hotel y los hombres en el ejército. Mi orden fue muy clara: los brigadistas debían tener un lugar cómodo para dormir, donde bañarse, comida espectacular y así fue en todo momento.
-Dentro del equipo médico había psicólogos, ¿cuál fue su rol?
–El trabajo del brigadista es muy físico y de mucha exposición a la muerte. Volvían al campamento cansados, agotados física y mentalmente; habían intentado detener el fuego y el viento les había arrasado. Llegaban llorando. La intervención de los equipos de salud mental que los escuchaban, les daba otro punto de vista y otras herramientas. Al otro día se volvían a levantar con ánimo de combate. Fue muy importante su presencia.
Créditos: Neuquén informa
-¿Hubo evacuados?
-Sí, la Comunidad Chiquiliwin. Se trabajó mucho con el cacique Lonco. Se pudo evacuar a la gran mayoría, los más añosos y los niños. El momento de tomar la decisión de evacuar es horrible, obviamente la tomé yo para evitar riesgos de vidas humanas.
-¿Cómo fue la convocatoria de bomberos del resto del país?
-Hubo provincias que se ofrecieron de forma voluntaria como Santa Fe. Nosotros convocamos a la Federación Neuquina de Bomberos y ellos convocaron a Nación. Desde la Federación Nacional iban convocando a las diferentes provincias. Vinieron personas de Santa Cruz, La Pampa, chicos de Entre Ríos y de otros puntos del país.
-¿Recibieron aportes de Nación?
-Nación aportó. Puso bastante plata para reponer parte de los gastos que hizo Neuquén, sobre todo en los alquileres de medios aéreos. Pero yo creo que la provincia tiene que poder autosustentarse.
La verdad es que traté en todo momento de prescindir de cualquier cosa. Si venía su ayuda, buenísimo. Incluso cuando vino la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lo que le dije es que le agradecía que viniera y que viera lo que la provincia era y que estaba a disposición del país. Quería que viera por su propios ojos que este incendio lo apagó el neuquino. Con mucha ayuda pero fundamentalmente de otras provincias, no de Nación.
-¿Recibieron ayuda de Chile?
-No, no tuvimos. Chile tiene en la misma época que nosotros la misma alerta y la misma cantidad de incendios, entonces están todos sus recursos abocados a eso. Todos los medios aéreos que se consiguieron de Chile los pagamos, no es que Chile nos los cedió y se pagaron en dólares.
-¿Qué pasaba con las comunidades mapuches?
-Dentro de un incendio forestal se juegan otros intereses, más allá de apagar el fuego. Hay cuestiones políticas, de comunidades, de gobierno. Y a esto se suma que la comunidad de Linares de Atreuco generaba cierto malestar en la población, aun cuando el fuego estaba lejos de sus tierras.
Nuestros brigadistas fueron amenazados con armas blancas y llegó un momento que se negaban a ir al lugar. La situación se fue tornando más delicada entonces decidí convocarlos, nos reunimos con el comité y con los Loncos. Sobrevolamos la zona afectada, les dimos charlas técnicas. Llegamos a la conclusión de que había gente infiltrada en la comunidad con otras intenciones, que generaba pánico entre los pobladores con noticias falsas.
-¿Pudieron identificar a esas personas?
-Si, claro… eran parte de algunos gobiernos anteriores, algunos ex trabajadores. Personas enojadas que se metieron en la comunidad a generar todo este enfrentamiento y malestar. Desde el momento que se pudo sacar a estas personas, comenzamos a trabajar muy bien con esa comunidad.
-Transcurrido el incendio presentaron un proyecto de Ley de manejo del fuego en la Legislatura de la Provincia. ¿Qué trae de novedoso?
-Es una ley muy interesante, tiene cosas que no le caen bien a muchos, por ejemplo, la mayoría de los lugares que se quemaron más allá de parques nacionales son campos privados. Y esos campos los estaba apagando el Estado. O sea, nosotros. Son campos de caza, de gente que hace turismo, que hace pesca, de gente de muchísimo poder adquisitivo y no tenían el mantenimiento adecuado de los bosques con los cortafuegos, con los caminos desarrollados y esta ley les va a implicar una obligación y un fondo como un consorcio para que de alguna manera si el Estado va a abordar el apagado del fuego, esos gastos sean retribuidos.
Y, con esta ley, a mí me gustaría mucho poder mejorar la calidad laboral del brigadista. Que puedan acceder a un convenio colectivo de trabajo que prevea la actividad extraordinaria, el arraigo, la criticidad. Básicamente, jerarquizarlos como trabajadores.
-¿Falta concientización en cuanto al cuidado del bosque?
-Hay mucha gente a la cual todavía debemos llegar con el mensaje preventivo y con el mensaje del cuidado. De alguna manera tomar conciencia del cuidado del bosque, cada uno ser responsable con la protección del medio ambiente. Ver cómo terminó desapareciendo lo que fue el Valle Magdalena… Desde verlo en los primeros días de incendiado, a después recorrerlo el último día cuando lo declaramos contenido y, después, controlado. Allí había árboles, y no quedó nada. Si es un mensaje que hay que dar.
*Estudiante de la carrera de Periodismo y Producción de contenidos a distancia.
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