Inicio » Padre Juan Isasmendi: “El acompañamiento es vital para dar un proceso natural de integración”

Padre Juan Isasmendi: “El acompañamiento es vital para dar un proceso natural de integración”


Compartir

El párroco de la iglesia y el club Madre del Pueblo, ubicado en el Bajo Flores, nos relata sobre cómo se manejan en el barrio en medio de la pandemia.

Por Jordi Galvis y Franco Pampena

El Club Atlético Madre del Pueblo está ubicado en el Barrio Padre Rodolfo Ricciardelli (conocido anteriormente como Villa 1-11-14), en uno de los barrios más carenciados y con pocos recursos de CABA. Allí viven más de 50000 personas, con un aproximado del 60% de ellas siendo chicos menores de 21 años. En este contexto, los niños y adolescentes suelen ser marginados e, inclusive, caen en la delincuencia y drogas, antes de poder tener buena salud y educación.

Se fundó el 8 de mayo de 2012, el Día de la Virgen de Luján, mediante el proyecto de la iglesia Santa María Madre del Pueblo. Es el primer club legalmente constituido dentro de una villa en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tienen como responsabilidad y desafío reconstruir un círculo virtuoso que gire en torno a la familia, la escuela, la parroquia y el club. Deben hacerlo sin dejar de atender a las consecuencias provocadas por el preexistente círculo vicioso del consumo, la violencia y el delito. Una tríada en constante retroalimentación.

Para ello, apuestan a un amplio marco preventivo, a la creación de espacios sanos, confiando en liderazgos positivos. Estar cerca, acompañar el crecimiento del barrio, de los niños y jóvenes, y de la familia. Otorgarles identidad, sentido de pertenencia y promover la integración de la población.

Entre los deportes que realizaban destacan el fútbol, hockey, natación, handball, básquet, ajedrez, taekwondo, boxeo y patín. Muchas de estas actividades son organizadas por profesores de educación física, con algunos asesoramientos de expertos en la materia ocasionalmente.

En el particular contexto de la pandemia por el coronavirus, este tipo de instituciones son más importantes que nunca, ya que brindan ayuda social a muchas personas que la necesitan. Por eso, dialogamos con el padre Juan Isasmendi, párroco de Madre del Pueblo, quien nos relata sobre cómo se maneja el club y la iglesia en esta situación.

Afirmó que tanto la parroquia como el club tenían 3 lineamientos de trabajo sobre el barrio. El primer lineamiento es gestionando comedores de emergencia y con asistencia alimentaria. Algo que la gran mayoría de este estilo de clubes realizó, al estar en barrios carenciados. El segundo, referido a la salud y ancianos, ya que los niños y los adultos de más de 60 años están dentro de los grupos de mayor riesgo por Covid-19. Y el tercero es el aislamiento de calles, para aquellos chicos que estén en situación de calle. En este último, expande un poco más diciendo que hicieron un lugar de aislamiento para que los chicos en situación de calle tengan un lugar para pasar la cuarentena y el acompañamiento de las personas de la iglesia.

Con respecto a las actividades deportivas, detalló que el club está cumpliendo con el protocolo de la cuarentena, por lo que no realizan ninguna actividad dentro del club. Aunque no fue el cese completo de las actividades, ya que de manera virtual pudieron seguir realizándolas, a la vez que el club maneja merenderos. De manera virtual, destaca que se hizo hincapié en los juegos recreativos, y también en la comunicación, ya que estimulaban a los chicos a realizar programas de radio.

Afirmó que recibieron ayuda del estado como del sector privado, a la que describió como “gente buena que quiere ayudar y acompañar el trabajo de la iglesia en los barrios”. Además, también reciben donaciones de distintas asociaciones y fundaciones, que buscan ayudar y solventan todo el trabajo realizado por Madre del Pueblo.

También se refirió a la problemática de las adicciones. Detalló que para evitar que los más jóvenes caigan en las adicciones o la delincuencia, el acompañamiento y la integración juegan un papel fundamental. El alcoholismo y la drogadicción siempre suelen venir acompañados de otros problemas. Por eso, tanto el Club como la Iglesia, siempre tratan de mantenerse cercanos con la gente que acude a ellos para que realicen actividades recreativas. Inclusive, brindan capacitación laboral y educación accesibles, para que las personas puedan tener formación académica.

Cerró la entrevista diciendo que estaban más comprometidos que nunca a la hora de ayudar a los necesitados y desea que todo el barrio sepa que el Club y la Iglesia de Madre del Pueblo siempre va a tener sus puertas abiertas a las personas.


Compartir