COPA AMÉRICA
ETER ES UNA PATRIA GRANDE Y FUTBOLERA

En la previa del certamen continental que se desarrollará en Brasil, estudiantes sudamericanos de las distintas carreras de nuestra escuela contaron cómo viven su pasión por la pelota y por la bandera.
Producción: Gabriel Federico Martínez, Alan Pereyra, Tomás Pérez y Tomás Pernice
Tiene 27 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Santiago, pero hace 4 años que vive en Argentina y es hincha de la U de Chile y de Racing.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Cuartos de Final.
-¿Candidato a campeón?
-Uruguay y Brasil.
-¿Qué chileno puede ser revelación?
-No muchos nuevos, quizás alguno de la defensa… Guillermo Maripán.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Con grupos de amigos. Siempre.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Vivimos la Copa del 2016 con un grupo de amigos chilenos en pleno Palermo. La final fue contra Argentina. Se sufrió, pero festejamos el doble, jaja.
MARCELA MERCADO ARGAEZ (COLOMBIA)
Tiene 18 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Medellín, hace 5 años que vive en Argentina y es hincha de Atlético Nacional y River.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Semifinal o Final.
-¿Candidato a campeón?
-Brasil y Colombia.
-¿Qué colombiano puede ser revelación?
-Luis Fernando Díaz, jugador del Junior de Barranquilla.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Hay más euforia por un partido de la Selección que por cualquier encuentro de clubes. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos llevamos puesta la camiseta de la Tricolor. Pasan los partidos por todas partes: en tiendas, bares, centro comerciales en pantallas gigantes… Y si la Selección gana, la celebración es mucho mayor. Todos se juntan en las calles, saltan, cantan, hay espuma, globos, harina… Demasiado exagerados, a veces.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Cuando Colombia perdió por los cuartos de final del Mundial 2014 contra Brasil, fue uno de los días más tristes. Ver cómo tantas personas lloraban por la Selección me hizo comprender que el fútbol trasciende más allá de un simple encuentro entre dos equipos rivales. El fútbol mueve cada fibra de los corazones, y ese día, rodeada de todos mis familiares quebrados en llanto, me di cuenta que para nosotros los colombianos el amor por la Selección va más allá que el amor por cualquier otro club.
DIEGO EDSON RUIZ ROBLES (BOLIVIA)
Tiene 24 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Santa Cruz, hace 10 meses que vive en Argentina y es hincha de Bolívar e Independiente.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Creo que no logrará pasar de la fase de grupos. Espero estar equivocado y que sea la gran sorpresa del certamen.
-¿Candidato a campeón?
-Brasil, por ser anfitrión, además de ser un equipo con muy buenos jugadores. Pero no dejaría de lado jamás a selecciones como Argentina o Uruguay.
-¿Qué boliviano puede ser revelación?
-Leonardo Vaca, extremo derecho con gran velocidad, podría ser una buena revelación.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Son sensaciones muy contrarias, existe una parte muy optimista que espera que la Selección pueda lograr resultados positivos, y la otra parte que tal vez ya perdió esa esperanza.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Con mi selección en este último tiempo he vivido más decepciones que alegrías. Aun así, tengo recuerdos inolvidables de partidos específicos. Por ejemplo, el sorprendente 6 a 1 contra la Selección Argentina, en ese entonces dirigida por Diego Maradona. También de niño teníamos la costumbre de pintarnos las mejillas con los colores de nuestra bandera, lo hacíamos para cada partido en los que jugaba nuestra selección.
Tiene 35 años y estudia Periodismo. Nació en Rio de Janeiro, pero hace 16 años que vive en Argentina y es hincha de Botafogo y de Racing.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-¡A la final!
-¿Candidato a campeón?
-Argentina.
-¿Qué brasileño puede ser revelación?
-No sé si va a tener revelación. Ojalá Neymar sea figura.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Casi no sigo los torneos salvo el Mundial, pero la comunidad brasileña se junta siempre para ver los partidos.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Fuimos con otro compatriota y amigos extranjeros a mirar el partido de Brasil contra Alemania en Plaza San Martín en el que los alemanes nos dieron un baile. Recuerdo que estaba chocha pese al frío, pero a la medida que nos goleaban me quería ir a la mier… y pensaba “¡Tragame tierra!”, jaja. Nunca me gastaron tanto como ese día. Al día siguiente, en la oficina, mi jefe me dio el libre. “Ni vengas”, me dijo.
JOSÉ LUIS MONTERO PIÑEROS (COLOMBIA)
Tiene 21 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Bogotá, pero vive en Argentina desde 2017 y es hincha de Millonarios.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
– Obviamente espero que podamos llegar a la final, pero también es cierto que hay selecciones muy fuertes y todos los partidos son muy parejos. Pero al menos sería bueno llegar a las semifinales.
-¿Candidato a campeón?
-Creo que Uruguay y Brasil se ven muy fuertes. Brasil un poco más porque tiene grandes jugadores y además juega de local, aunque históricamente no tiene buenos antecedentes en su casa, pero siempre es una ventaja tener a tu público al lado.
-¿Qué colombiano puede ser revelación?
-Luis Díaz, que juega en Junior de Barranquilla. Podría tener una buena Copa América. Ya en el último mercado de pases lo pretendía River y ahora se habla de una oferta del Cardiff City de Inglaterra.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Cuando Colombia gana partidos importantes nos juntamos en la calle a celebrar con todos. Prácticamente no hay desconocidos si tiene la camisa de la tricolor. Lo vivimos de una manera muy emocionante. El equipo une mucho a la gente.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-En Brasil 2014 creo que lloré en todos los partidos porque volvíamos al mundial después de 16 años y encima con ese gran mundial: puntaje perfecto en fase de grupos, gol del mundial, goleador del mundial y me quedé con la sensación de que fuimos eliminados injustamente por Brasil. Nos ponía a todos con las emociones a tope.
STEPHANO TOUSSAINT (VENEZUELA)
Tiene 24 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Táriba, Estado Táchira, pero hace un año y medio que vive en Buenos Aires. Es hincha de Deportivo Táchira y de Racing.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Espero que llegue a las semifinales.
-¿Candidato a campeón?
-Veo candidata a Brasil.
-¿Qué venezolano puede ser revelación?
-El delantero Josef Martínez, del Atlanta United, es el jugador llamado a sorprender con la Vinotinto en la Copa América, así como también nuestro guardameta Wuilker Fariñez, quien con 20 años se perfila como uno de los grandes porteros de Sudamérica.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Siempre con mucha emotividad y alegría, sin importar los resultados que hemos obtenido en nuestro pasado. Cada vez que juega la Vinotinto se paraliza todo para mí, y cada victoria la recordaremos para siempre.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Hay tres momentos que definen mi historia como hincha de la Vinotinto. El primero, un zurdazo inolvidable de Juan Arango contra Colombia por las eliminatorias a Alemania 2006. Ese gol lo convirtió en mi ídolo. El segundo, asistir a la inauguración de la Copa América 2007, que se realizó por primera vez en mi país. Fue en el templo de nuestro fútbol, ubicado en Pueblo Nuevo, el Estado Táchira. Fue lindo ver, por primera vez, a la selección nacional en la cancha. Grité goles y bajo un diluvio celebramos el empate contra Bolivia por 2 a 2. También vi al Diego en el saque inicial de la Copa, algo que jamás olvidaré. El tercero, el gol de Grendy Perozo tras el cabezazo de nuestro portero Renny Vega para empatar en el minuto 94 contra Paraguay y clasificarnos invictos en la fase de grupos, en Argentina 2011. Ese gol nos fundió a mí y a mi papá en un abrazo interminable, con lágrimas en los ojos y contentos por esa hazaña en nuestra humilde historia futbolística.
Tiene 28 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Bogotá, pero desde 2014 que vive en Buenos Aires. Es hincha de Independiente Santa Fe y acá de Platense porque cuando vine a Argentina llegué a Saavedra. Tengo muchos amigos ahí y además fue la primera cancha que conocí.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Mi expectativa sentimental es alta, espero que llegue a semifinales o a la final, pero en rendimiento no sé porque hay mucha incertidumbre por el nuevo técnico. Los jugadores top que tiene Colombia no están en su mejor nivel. Siendo realista, no creo que haga una buena Copa.
-¿Candidato a campeón?
– Brasil, sin dudas.
-¿Qué colombiano puede ser revelación?
-En la portería, me gusta mucho lo que hace Alvaro Montero, arquero de Deportes Tolima. Y alguien que va a ratificar su momento como Duvan Zapata, que viene haciéndolo muy bien en Italia.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Generalmente voy a bares colombianos. Me reúno con compatriotas o si no en la casa de algún amigo, hacemos algo de comer y lo vemos.
¿Tenés alguna anécdota significativa como hincha de tu selección?
-Fui a la Copa América de 2001 y al Mundial Sub-20 de 2011, que se hicieron en mí país. De niño recuerdo el Mundial de Francia 1998. Yo coleccionaba, de una empresa de cerveza de Colombia, imprimía unas pancartas grandes con el calendario del Mundial y lo llenaba haciendo pronósticos. Y una anécdota personal, que no la vi, pero me la cuenta mi mamá, que en el Mundial de Italia 1990, ella estaba embarazada de mí y justo cuando fue el gol de Rincón a Alemania. Mi mamá me cuenta que ese día fue una locura y que ella sintió como yo pateaba en la barriga de ella. Lo cuento como anécdota, pero fue más la emoción de ella que realmente lo que pasó porque fue significativo en el país.
ALEJANDRO OLAECHEA (VENEZUELA)
Tiene 25 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Barquisimeto, Lara, pero hace dos años que vive en Buenos Aires. “La verdad no tengo algún club del que sea hincha apasionado. Soy un gran admirador del fútbol, el único equipo que puede hacerme llorar es la Selección de mi país”, asegura.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
-Según lo visto en los últimos amistosos, me parece que Venezuela tiene recursos como para al menos pasar de fase, en un grupo complicado enfrentando al anfitrión, a Perú que me parece va a ser el partido clave, y a Bolivia, que en los papeles debería ganarle. Sin embargo, me parece que la Vinotinto tiene posibilidades de llegar a Cuartos de Final, luego de ahí todo es ganancia para la Selección.
-¿Candidato a campeón?
-Siento que es una Copa muy pareja. No veo a un gran candidato. Selecciones como Brasil, Uruguay, Perú y Colombia vienen de buenos procesos. Venezuela también tiene una muy buena camada de jugadores a los que parece Dudamel ya encontró la manera y estilo de juego. Pero me inclino por Brasil o Uruguay. Incluso, podría hasta pensar en alguna sorpresa.
-¿Qué venezolano puede ser revelación?
-Creo que puede ser la Copa América que termine de catapultar a Wuilker Fariñez a un buen equipo europeo. Para mí, el mejor portero de Sudamérica.
-¿Cómo vivís los partidos de tu selección?
-Cualquier partido de la Selección se vive al máximo. Siempre es una fiesta o motivo de reunirse en familia cada partido de la Vinotinto.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-La única Copa América que he tenido la oportunidad de vivir fue la que se jugó en Venezuela y llegamos a Cuartos de Final. También tuve el privilegio de ver a otras selecciones como Uruguay, Perú, Paraguay, Bolivia y Estados Unidos. La anécdota más linda que puedo recordar es de la Copa América Argentina 2011. Partido de fase de grupos, Venezuela terminó empatando un partido que iba perdiendo 3-1 frente a Paraguay al minuto 89. Con el gol de Grenddy Perozo, el 3 a 3, la fiesta y la emoción en todo el país fueron gigantes, recuerdo que llorábamos de la emoción.
ALEJANDRO CÁRDENAS (VENEZUELA)
Tiene 21 años y estudia Periodismo Deportivo. Nació en Caracas, hace un año que vive en Buenos Aires y es hincha de Caracas Fútbol Club, San Lorenzo y Chelsea.
-¿A qué instancia esperás que llegue tu selección?
– Y… no sé, a Cuartos, como mucho a Semifinales. Se va con incertidumbre, van todos jóvenes.
-¿Candidato a campeón?
-Brasil.
-¿Qué venezolano puede ser revelación?
-Jan Hurtado, Yefferson Soteldo o Yanguel Herrera. Es que, al ser jóvenes, la mayoría de la gente espera ver cómo se desarrolla el proyecto.
-¿Cómo vivís los partidos de su selección?
-Cómo lo viven los argentinos, lo vivo por completo. Igual fue mucho tiempo de decepcionarse. El venezolano nunca llega siquiera al Mundial, pero ahora hay ilusión, creemos que estos chavos pueden llegar lejos, que pueden hacer más. En Venezuela siempre nos juntábamos, ahora no sé bien cómo voy a hacer.
-¿Tuviste alguna experiencia en Copa América?
-Nunca he ido. Si pudiera iría a Brasil.
-¿Alguna anécdota como hincha de tu selección?
-Allá en Venezuela, muchas veces me he ido de clases para ver los partidos. Que no lo lean mis profesores, jaja.
COPA AMÉRICA
GABRIEL JESÚS, CON LUCES Y SOMBRAS

La figura del partido fue el joven delantero del Manchester City, quien con una asistencia y un gol, ayudó a su equipo a volver festejar una Copa América después de 12 años. Pero no pudo terminar en cancha ya que fue expulsado en una medida polémica.
Por Franco Rossi
Usar la camiseta número 9 de Brasil conlleva una gran responsabilidad. Jugadores como Ronaldo Nazario, Adriano y Romario han dejado la vara demasiado alta y en la última década la lista de jugadores que la han usado y no han cumplido está integrada por Fred, Diego Tardelli y Jonas entre otros.
Gabriel Jesús fue el encargado de portar la tan preciada y pesada 9 y en la previa del torneo el delantero de Manchester City llegaba con muy buenas estadísticas: había disputado 47 partidos, en los que convirtió 21 goles y logró seis asistencias. Por suerte demostró que, en esta Copa América, estuvo a la altura de dicho dorsal, siendo el jugador más destacado del partido pese a haberse ido expulsado faltando 20 minutos para el cierre del encuentro.
Con su inteligencia y gracias a sus cualidades técnicas, el delantero de 22 años habilitó, luego de haber amagado a los defensores peruanos, con un gran centro a su compañero Everton, que anotó el primer gol del partido. Su habilidad y velocidad con la pelota en los pies le permitieron dejar jugadores peruanos en el camino a lo largo de la primera parte y ayudaron a la Canarinha en más de una ocasión a conseguir tiros libres cercanos al área de Pedro Gallese. Minutos antes de que terminara la primera parte, y luego de una gran jugada de Arthur, el número 9 definió con mucha tranquilidad ante la mala salida del arquero peruano y amplió la ventaja en el marcador.
En la segunda parte tuvo alguna chance para ampliar aún más la ventaja, pero los buenos marcajes, la fatiga y las malas decisiones no lo ayudaron. A los 25 minutos del complemento, cometió una falta innecesaria sobre Carlos Zambrano y vio la segunda amarilla lo que le significó una expulsión. Con bronca, lágrimas en los ojos, pateando y golpeando todo lo que se encontró en su camino -incluido el monitor del VAR-, el joven delantero se retiró de una final de Copa que difícilmente pueda olvidar.
COPA AMÉRICA
SIGUE HACIENDO HISTORIA EN CASA

El conjunto de Tité ganó su novena Copa América. La Verdeamarela mantiene el paso perfecto como local, ya que se quedó con las cinco competencias continentales que organizó desde 1919.
Por Dana Gómez
La primera fue en 1919, a tres años de la primera edición. A diferencia de la cantidad de equipos que participan actualmente, en ese año, apenas fueron cuatro: Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. Por ende, se jugó con la modalidad de todos contra todos en el Estadio das Laranjeiras de Río de Janeiro, el mismo que es utilizado por el Fluminense. En este torneo, el local le ganó por goleada a Chile 6 a 0. Una semana después lograría vencer a Argentina por dos goles de diferencia y por último se enfrentaría a Uruguay. Este último encuentro terminó con un empate que generó que ambos tengan la misma cantidad de puntos en la tabla y tuvieran que disputar otro partido para desempatar. Fue así que el 29 de mayo de 1919 se recuerda como el partido más largo de la historia de la Copa América, en el que las dos selecciones jugaron 150 minutos. Tras igualar en los 90 minutos, Brasil y Uruguay debieron jugar dos tiempos de 15 minutos en los persistió el empate. Por esto mismo, jugaron otros dos lapsos más en el cual, Arthur Friedenreich anotó el único gol del encuentro que le daría el título a Brasil.
En 1922 llegó la segunda copa ganada por los cariocas en su tierra. En un principio la sede iba a ser en Chile pero le fue asignada a Brasil para conmemorar su independencia. Para entonces, Paraguay se sumó y se afilió a la Confederación Sudamericana de Fútbol, por lo que pudo participar de la sexta edición. Tanto Brasil, Paraguay y Uruguay llegaron a la final tras empatar en la tabla con cinco puntos. Sin embargo, la selección charrúa abandonó la competición como protesta ante el arbitraje del brasileño Pedro Santos en el partido contra Paraguay. Por lo tanto, quedaron estos dos seleccionados, en el cual ganó Brasil por un 3 a 0 ante el equipo paraguayo.
En 1949, por la vigésima primera edición, Brasil cortó la racha de 27 años sin obtener un título oficial. La selección argentina, ya con nueve trofeos, decidió no participar dada las diferencias con la dirigencia brasileña. Aún así, la sorpresa del campeonato por su rendimiento fue Paraguay que, de no haber sido derrotado por el conjunto uruguayo en el último partido, habría salido campeón. Dicha derrota significó un desempate con Brasil. El encuentro final terminó 7-0 a favor del local, el cual se consagró por tercera vez en su historia.
Finalmente, 40 años después llegó la anteúltima copa que ganarían hasta hoy, en su territorio. En esta competencia fueron diez las naciones miembros de la CONMEBOL que participaron, por lo que, el torneo se dividió en dos grupos de cinco selecciones cada uno. Los dos primeros de cada tabla, es decir, Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay llegaron a la recta final en el que jugaron entre sí. En el último partido, la Verdeamarela se enfrentó a La Celeste, y tras ganarle por 1-0 ganó su cuarto título. Por consiguiente, Brasil se clasificó a la Copa Artemio Franchi en donde disputó una única final contra Holanda (el campeón de la Eurocopa) y le ganó 1-0. No obstante, esta edición fue considerada como “no oficial”, aunque sí se sostiene en el recuerdo.
Esta Copa América no fue muy distinta a las demás que fueron organizadas en su país. Las diferencias con el arbitraje (e inclusive ahora con el VAR) y el distanciamiento entre las selecciones son motivos que aún se mantienen en la actualidad.
COPA AMÉRICA
UN CAMPEÓN CON RESACA DE VAR

Brasil dejó en claro que fue el mejor equipo de la Copa América, tras vencer en la final a Perú por 3-1 en el Maracaná. Pero al igual que en la semifinal ante Argentina, contó con una evidente ayuda arbitral.
Por Julián Clingo
Everton, el wing brasilero ingresa al área trastabillando luego de gambetear a dos peruanos y propinar un caño en modo Neymar. Carlos Zambrano, defensor peruano lo cuerpea y el jugador del Gremio cae al piso. El arquero Pedro Gallese agarra la pelota y el referí cobra un penal inexistente. Aún con la advertencia del VAR, el árbitro chileno no cambió de idea. Como no podía ser de otra manera, la Copa América que será recordada por el polémico no uso en la semifinal Argentina-Brasil, nos dio otro episodio para por lo menos repensar la manera de utilizarlo, en este caso en la final.
Richarlyson, jugador del Everton de Inglaterra patea el penal con calidad y la pone en el palo derecho del arquero peruano. Brasil se pone 3 a 1 en el minuto 90 y, de esta manera, gesta el resultado definitivo de un partido que le dio el noveno título si hablamos de la Copa América. Ese momento fue uno de los primeros donde la hinchada brasilera, caracterizada por el color y la alegría, esbozó una sonrisa.
El conjunto peruano dirigido por Ricardo Gareca (quinto técnico argentino en las últimas tres finales de Copa América) tuvo un comienzo de partido feroz, con recuperación en campo brasilero, sumándole su pulida técnica característica en el país andino. Pero la lucidez del viejo pero fresco Dani Alves cambió el sendero del partido. Pase al pecho a Gabriel Jesús, quien con una gambeta con su pierna menos hábil (izquierda) deja pagando al lateral izquierdo peruano Miguel Trauco, e impulsa un centro con su pierna derecha, para dejar solo a Everton, que tras una diagonal de izquierda a derecha definió y puso el primero del partido, ante un pésimo cierre de Luís Advíncula. Más allá del arranque eléctrico del equipo que llegó a la final tras eliminar en semifinal a Chile (3-0), después del gol que se dio en el minuto 15 no entró más en partido. Brasil se agrandaba con la exquisitez de Dani Alves, lo picante de Gabriel Jesús y el manejo de pelota de Arthur.
A los 40 minutos Paolo Guerrero (Goleador de la copa con 3 goles junto a Everton) alcanza el empate con un penal fortuito donde Thiago Silva, dueño de una marcada mala suerte, toca pelota con la mano accidentalmente tras tirarse en el piso. Y cuando parecía que Perú podía dar el golpe se auto boicoteó. Uno de los mediocampistas centrales, Yoshimar Yotún perdió la pelota inocentemente a partir de una presión de Roberto Firmino. Xavi Hernández, quien parecía estar atrapado en el cuerpo de Arthur, lleva la pelota hasta el área de Perú, mientras los rojiblancos se tropiezan un poco por los nervios y otro por la clase del número 8, quien deja solo a Gabriel Jesús y define a un palo casi sin una respuesta del arquero Gallese. Un error claro de los de Gareca, dado que el primer tiempo estaba por terminar, e irse con un empate hubiera sido distinto. Párrafo aparte para el número 9 de Brasil. Definitivo tanto en la semifinal como el día de hoy. Quizás, su actuación de la final quedó empañada por su tonta expulsión tras doble amarilla.
Con este partido Brasil logró vencer a los fantasmas del Maracanazo” del Mundial 1950 y el 7-1 del 2014 propinado por Alemania y consigue su quinta copa américa en su casa. En la premiación, Jair Bolsonaro, presidente brasilero, levantó la copa ante un Maracaná indiferente y semivacío. También había regalado un blooper tropezando en el festejo del primer gol.