En un Monumental colmado, empató con el Brasil de Pelé y celebró el título.
Argentina venía de ganarle 4-1 a Uruguay, con tantos convertidos por Raúl Belén y Héctor Sosa (goleador argentino del sudamericano). Por el otro lado la Verdeamarela había derrotado 4-2 a Paraguay, la sorpresa del torneo al quedar en el tercer puesto.
La Albiceleste defendió el título Sudamericano en el Monumental ante el Brasil de Pelé. El conjunto argentino el sábado 4 de abril de 1959 se consagraba bicampeón, en el estadio de River ante la selección brasileña campeona del mundo que estaba ilusionada porque tenía un equipazo. Jugadores como: Garrincha, Didi, Nilton Santos, Zagallo, Djalma Santos y Pelé (máximo goleador del torneo) formaban el elenco casi invencible. No obstante, con goles de Pizzuti y Pelé empataron 1-1 y el local gritó “¡campeón!”.

En el inicio el partido fue brusco, fuerte e intenso. Con su vigoroso físico, los brasileños dominaron cierta parte del primer tiempo. A los 25′, en la mejor jugada, Pelé recibió un centro con el pecho y sin dejarla caer se la llevó en el aire y dejó pagando a quien tenía a su lado. Fue una jugada magistral. El Rey parecía tener pies en el torso. A los 40′, Callá tiró el centro, sobrepasó a Sosa y Bellini, llegó Pizzutti de palomita y entre las piernas de Gilmar anotó el gol de Argentina.
A los 13′ del segundo tiempo llegó la respuesta. Pelé, con un zurdazo frente al arquero, convirtió el empate. Luego de un gol argentino anulado por una mano, Brasil buscó la victoria, pero no pudo conseguirla. El empate consagró a la Argentina, que cosechó un punto más que su rival gracias a los 5 triunfos y a la igualdad en el último encuentro.
Al finalizar el partido, el estadio se vio envuelto en antorchas de diario que iluminaban todo, en un espectáculo tan increíble como peligroso. Fue el bicampeonato para nuestra Selección, que ya se había consagrado en 1957, en Lima.
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