En los últimos seis años, a las copas se convocaron únicamente a ocho futbolistas de la liga argentina y Franco fue el único regular durante este periodo.
Lionel Scaloni eligió y dio a conocer la lista de 29 convocados para los amistosos frente a Ecuador y Guatemala, para preparar al seleccionado de cara a la Copa América y elegir a los 26 que representaran la albiceleste en el certamen. Entre los convocados, Franco Armani es el único representante del fútbol local. Esta situación ya es una normalidad en las últimas nóminas y no aparenta revertirse en el corto plazo, pero, ¿Cuándo empezó?
Si se nombra a al exfutbolista belga Jean-Marc Bosman, realmente se habla de un profesional del montón, de los que no dejaron huella futbolísticamente hablando, pero sí fuera de las canchas. Su contrato con el RFC Liège ya había terminado, pero su pase seguía siendo del club de Bélgica. Ante la imposibilidad de irse y la dificultad de que su pase sea comprado por el alto precio de indemnización, recurrió a los tribunales alegando que su libertad de circulación para el trabajar se veía vulnerada. Su victoria trajo consigo cambios colaterales que revolucionaron el fútbol.
Su caso cambió completamente la forma en que los equipos de la UE, y consecuentemente los demás, armaban sus planteles y sobre cómo estos encaraban los periodos de transferencias. Hasta 1995, las plantillas solo podían contar con hasta con tres o cuatro extranjeros con respecto al país del equipo. Tras el falló a favor de Bosman del tribunal de Luxemburgo, los profesionales de la comunidad europea pasaron a ser comunitarios. Y con esto, los equipos de la élite pasaron a comprar a las principales figuras de las ligas de las otras federaciones, principalmente la sudamericana.
La “Ley Bosman” influyó de forma directa e inmediata en la brecha de nivel entre los conjuntos de Europa y Sudamérica. Desde 1960 hasta 1995, los ganadores de la Copas Intercontinental estaban repartidos más equitativamente, siendo superiores los de América del Sur con 20 ganados a 14 de los de la UEFA. Después del susodicho suceso, solamente ganaron seis de 28 disputados, entre aquel certamen y el Mundi
Al quedarse con los mejores deportistas, los europeos se fortalecieron y los sudamericanos se quedaron atrás, y las diferencias económicas acentuaron más esa realidad. Esto desemboco en el cambio de la procedencia en las citaciones para representar al país.
Si bien se convocaban jugadores que jugaban en otras ligas, había una lógica explicación para esto. Detrás de la liga argentina, las más regulares en aparecer eran la española y la italiana, dos países de los cuales los argentinos cuentan con la posibilidad de conseguir la nacionalidad por los familiares que migraron de allí. Por ejemplo, en la convocatoria del Mundial de Italia ’90 hubo nueve convocados del fútbol local y siete que jugaban en la liga del anfitrión del torneo.
Tras la resolución de Bosman, las convocatorias empezaron a variar entre las que tenían mayoría del país y de las competencias del viejo continente, hasta que se terminó de decantar para un lado. La última vez que hubo mayor presencia de campeonato argentino fue la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010 con seis, y en una Copa América fue en la edición del 2007 en Venezuela, que fueron siete.
Otra explicación complementaria viene de la mano de que los jóvenes se van para el hemisferio norte ni bien debutan profesionalmente o incluso antes, como es el caso de Valentín Carboni. Hizo inferiores en Lanús y se fue a la cantera del Catania de Italia. Incluso hay, como el caso de Alejandro Garnacho, aquellos que nacieron afuera, pero eligieron representar a la celeste y blanca. Las promesas más interesantes se van a temprana edad debido a que las instituciones de los principales torneos del globo prefieren terminar ellos con su formación profesional.
Con todo esto se puede afirmar que, por lo menos en el futuro próximo, no se verán convocatorias donde la mayoría sea de la liga nacional y predominen de la Premier League, La Liga o la Serie A.
Agregar comentario