DEPORTES
El Al-Ain y los argentinos
Conocido en nuestro país por ser el equipo que en el Mundial de Clubes 2018 eliminó a River, aquel equipo de Marcelo Gallardo que venía de ganar la final de la Copa Libertadores ante Boca Juniors. Los emiratíes enfrentarán al City, la Juve y Wydad Casablanca en el Grupo G.

El Al-Ain Football Club, fundado el 1° de agosto de 1968, es uno de los equipos más importantes del fútbol emiratí. Volvió a clasificar al Mundial de Clubes tras conquistar la Liga de Campeones de la AFC 2023-24, su segundo título continental después del logrado en la temporada 2002-03.
El equipo árabe tiene una amplia historia con jugadores argentinos. El primer jugador en ponerse la camiseta del “Jefe” -así se lo conoce- fue Javier Claut en el año 2000, el ex River, Ferro, Quilmes, entre otros, llegó desde Tigre a principios de los 2000. Estuvo solo seis meses para luego pasar al FC Locarno de Suiza.
Otro de los jugadores que pasó por el equipo es José “Pepe” Sand. En 2009, luego de ser goleador y campeón con Lanús, emigró al equipo árabe por una suma récord para el momento de 7 millones de dólares: marcó 44 goles en 49 partidos y ganó la Supercopa de los Emiratos en 2010.
También Ignacio Scocco tuvo su paso por “El Jefe”, a mediados de la temporada 2011. Llegó proveniente desde el AEK Atenas por una suma de 3 millones de dólares. Disputó 26 partidos, convirtió 11 goles y fue campeón de la liga. En 2012 regresó (a préstamo) a Newell’s a pedido del “Tata” Martino; finalizada la cesión volvió y fue transferido a Inter de Porto Alegre por una suma de 5 millones de dólares.

Hoy el equipo cuenta con 5 argentinos en su plantel actual. El primero en llegar fue Matías Palacios. El surgido en San Lorenzo se marchó muy joven del fútbol argentino con apenas 6 partidos disputados con la casaca del Ciclón, para luego irse en 2021 al Basel de Suiza por una suma de 8 millones de dólares. Sin embargo, en julio de 2022 firmó con el equipo árabe donde ya ha disputado más de 100 partidos.
Felipe Salomoni, lateral izquierdo que se formó en River, donde debutó (y se despidió) profesionalmente en 2021 en la victoria 2-1 ante Sarmiento de Junín. En 2023 paso a guaraní de Paraguay, desde donde luego de 40 partidos llegó a Al Ain por pedido del entrenador del equipo, Hernán Crespo. A final de junio vencerá su préstamo y tendría que volver a Guarini.
Gino Infantino, otra de las promesas argentinas, surgida de Rosario Central, está en el plantel. El mediocampista se destacó en el Canalla y las selecciones juveniles, lo que hizo que la Fiorentina se lo llevara por 3 millones de dólares. En el conjunto italiano disputó solo 7 partidos y, para sumar minutos, la Fiore lo mando a préstamo al conjunto árabe, aunque el objetivo no fue logrado. Su futuro es una incógnita.
Mateo Sanabria, jugador que debutó en 2022 en Lanús, no tuvo mucho rodeje en el Grana y se fue a prestamo a Central Córdoba de Santiago del Estero. A fines de 2024 fue traspasado al conjunto árabe por unos 4 millones de dólares en lo que es la prepación del club en el Mundial de Clubes.
El último argentino de la lista es Alejandro Romero Gamarra. El nacido en Ciudadela se formó en Huracán. Fue parte del asceso en 2013 y se consagró campeón de la Copa Argentina 2014. Además, fue pieza clave en el mediocampo que llegó a jugar la final de la Copa Sudamericana 2015, en la que el Globo fue derrotado por penales. En 2017 fue traspasado al New York Red Bull de la MLS por 6.250.000 dolares, una de las ventas más caras de la historia de Huracán. Representó a la Selección Argentina Sub 20 en la Copa del Mundo que se disputó en Nueva Zelanda. En 2018 obtuvo la nacionalidad paraguaya y desde allí representa al seleccionado guaraní. Tras 3 temporadas en la MLS en 2020 fue traspasado a Arabia Saudita al Al-Taawoun: en 58 partidos convirtio 21 goles y dio 23 asistencias. Desde 2023 defiende la camiseta del Al Ain de los Emiriatos Arabes Unidos.
El Al-Ain estará en el grupo G del Mundial de Clubes junto a Manchester City, Juventus y Wydad AC. Clasificarse a los octavos de final en este grupo parece una utopía, pero…
