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Cornuda Posting: “Soy un meme en vivo”


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Victoria Kunica cuenta cómo desarrolló la cuenta en Instagram que la convirtió en referente de la cultura shitposting. Además, habla de su transición, el doxeo en tiempos de trans-odio y de su álbum debut como música de electro pop.


“Soy un meme en vivo”. Así se describe Victoria Kunica. Chica trans de 25 años, nacida en San Isidro, católica, autodidacta y dueña de la cuenta @cornudaposting en Instagram que comenzó en noviembre de 2021 compartiendo memes del estilo shitposting y hoy es referente de esa cultura.

Ese espacio virtual también funcionaba como su blog -anónimo hasta ese momento-. “Era un lugar en el que podía contar cosas ya siendo mujer sin que nadie me lo cuestionara”, recuerda. Hoy, luego de que revelaran su identidad sin su consentimiento, comparte fotos suyas, con sus amigos, en fiestas LGBT y clubes culturales. Hoy ya piensa más allá de las redes sociales. Hoy está enfocada en promocionar su álbum debut de música electro pop, “Alucinaciones De Una Princesa Virtual”. Disco que grabó, produjo, y pensó sola.

-¿Cuando arrancaste con la música?

-Empecé a escribir canciones a los 11 años y era muy fan de YouTube, veía gente que hacía su propia versión de una canción y dije, yo lo puedo hacer. A los 14 o 15 empecé a auto enseñarme a cantar con videos y clases en Youtube, a tocar la guitarra, el piano. Hacía unos remix y los grababa en CD virgen, le hacía una tapa, lo imprimía, lo ponía una cajita. 

-¿Te inspira algún artista nacional?

-Sí, Juana Molina. Su notoriedad empezó en el humor y es difícil traducir eso a un público para la música. Hacés comedia y tu rol es burlarte de una personalidad, de un personaje. Pero en la música es todo lo contrario. Es tu propia identidad, tu propia personalidad, es ponerla en el frente de todo, y es el otro quien se puede reír y opinar. 

-¿Cuánto tardaste en sacar el disco desde el momento que tomaste la decisión?

-Mi disco debut “Alucinaciones De Una Princesa Virtual” lo hice en dos meses, la mayoría de las canciones ya las tenía, fueron regrabaciones de la música que hacía antes de transicionar. Me pareció que tenían que ver con lo que me estaba pasando, con el personaje de cornuda. Haciéndolo me di cuenta que el tipo de música que me gusta es hacer un collage, un conjunto de cosas.

-¿Cómo fue el proceso de ese collage?

-Lo hice sin un peso. Fue justo un momento que estaba medio perdida y  dije: “Listo lo saco, ya está”. Si no hago las cosas en su jugo, después me olvido o me da paja y me aburre. Prefiero eso y recordar las cosas como que las hice, salieron, y que la gente las pudo presenciar. Después puedo  volver a construir sobre eso. Lo prefiero antes que estar seis años haciendo un disco, que suene perfecto y al sacarlo que no me guste o no lo puedo escuchar porque lo vengo escuchando hace 6 años.

-¿Por qué llamaste Cornuda Posting a tu cuenta en Instagram?

-Cornuda significa que tiene cuernos y me hizo sentir la oposición. Siempre me pasaba de sentir que era lo opuesto a gente de mi edad y a la gente cool. 

¿Cómo nace Cornuda Posting?

-Percibía muy negativamente mis gustos, como que eran de cornuda o básica. Me hice un grupo de WhatsApp llamado cornuda y me mandaba las referencias de cosas que me hacían sentir o acordar a eso: entrevistas viejas de Susana Giménez, un vestido que vi en Pinterest y lo empecé a asociar con algo más estético que tenía que ver conmigo. Era un capullo que me permitió también transicionar dentro de eso sin mostrarme.

¿De dónde salían las ideas para los memes?

-Fue una manera de comunicar un lenguaje que ya tenía, en ese momento estaba flasheando con los memes y empecé a hacerlos como los que me gustaban a mí que eran todos en inglés. Siento que la cultura así de shitposting tiene memes que están insertados en lo que hago, soy un meme en vivo. Siempre que me gusta mucho algo,  trato de copiarlo. Lo hice toda mi vida con cosas artísticas. Cuando me empezó a gustar más la música, empecé a aprender a cantar, tocar instrumentos y producir.

Tu cuenta llegó a personas famosas como la comediante  Malena Pichot y la cantante Lali Espósito, ¿cómo te sentiste cuando compartieron tus memes?

-Lo de Lali todavía no sé quién se lo mandó, pero me cagué de risa. Justo ese día estaba triste y alguien me envió la historia. Lo de Male Pichot casi me muero, fue la primera persona que para mí era importante que me siguiera. Había publicado un meme de ella hablando de la serie Fleabag y que ella lo compartiera me direccionó de una forma linda porque estoy siempre pensando cómo voy a hacer para demostrar que lo que hago es serio y está bien hecho. Me dio mucha risa que ese sea el primer reconocimiento, y que llegara de una persona que admiro mucho. Fue como que me dijeran: “Seguí haciendo lo tuyo que te sale natural, es gracioso y las cosas van a ir apareciendo”.

En tus historias, antes de que se filtrara tu identidad, contabas tu día a día en inglés, ¿por qué en ese idioma?

-No era tan común el humor argentino pero escrito en inglés, el spanglish bien satirizado. Y me divertía mucho las reacciones. Mucha gente me decía: “Hablá en español, no entiendo lo que decís”. El chiste era que esté medio codificado para que lo entiendan las chicas y los gays.

-Luego de la pérdida del anonimato comenzaste a subir historias tapándote la cara y luego mostrándola. ¿Cómo te sentís ahora cuando te encontrás con gente que te reconoce en la calle?

-Me sigue sorprendiendo un montón, no dimensiono que hay alguien que lo está viendo. Lo sigo pensando desde un lugar artesanal en el que la mayoría de las cosas las hago yo con mis amigos o en colaboraciones. No dimensiono que del otro lado hay gente consumiendo o que le gusta lo que hago.

¿Crees que la filtración de tu identidad en redes sociales estuvo relacionada con trans-odio?

-Puede ser, no sé quién fue. Incluso pienso que podría haber sido alguna hermanita travesti que estaba pirando. No me preocupó mucho en su momento, lo resolví tipo: “¿Ah, me quieren doxear? Muestro la cara”.

¿Cómo convivís con los comentarios haters en redes sociales? 

-Cuando tuiteo algo y se empieza a mover mucho, lo silencio. Pero cuando me putean si está bien hecho, me río. Cuando me dijeron que me parecía al (el jugador de fútbol Ariel) Burrito Ortega me pareció lo más gracioso del mundo. 

-¿Recordás algún comentario que sí te doliera?

-Recién transicionando si hacía alguna referencia a ser trans o algún chaboncito me ponía: “no sabía que eras un trava”. Ahí sí me re jodía. Pero cuando estás seguro con lo que sos no te puede afectar mucho.

Alguna vez contaste que sos oriunda de zona norte del Conurbano bonaerense, que fuiste a un colegio católico y que practicás esa religión, ¿cómo te sentís dentro de esa fe siendo de la comunidad LGBT?

-La mentalidad occidental te obliga a que si vos naciste hombre, te tenés que hacer hombre. Tenés que demostrar que tenés los huevos bien puestos. Sin querer o queriendo las travestis la manera que tenemos de ser hombres es ser esto. Mi manera de tener los huevos puestos y enfrentar al mundo es esto. Siento que a Dios no le importaría que sea travesti y a Jesús tampoco, de hecho siento que Jesús le encantaría, tengo una cruz tatuada.

-Compartís casi toda tu vida en redes sociales, ¿tenés algún refugio para la intimidad?

-Sí, yo creo que sí. Las cosas que comparto es lo que me interesa y lo que me parece productivo compartir. En este momento me está interesando más poner toda esa libido creativa en otras cosas como en mi música. Me aburriría usar las redes solo para promocionarme y decir “hoy toco acá” o “estas fotos me las sacó tal”. Yo no conecto con artistas que sean así, me encanta cuando los artistas se dan el lujo de tener una relación estrecha con el público. Me gusta mucho Mariana Enríquez en el sentido que se muestra fan de todo.

Con la llegada del gobierno de Javier Milei y de dirigentes de La Libertad Avanza que tienen discursos abiertamente en contra de la diversidad sexual, ¿sentís que aumentó el trans-odio?

-Nosotros venimos de un montón de años de peronismo, de tener en agenda todo lo que es materia de derechos civiles, pero en realidad cuando se pone al poder gente tan agresiva genera de vuelta un despertar del otro lado. El hecho de que la agresión y la violencia esté desde el lugar del oficialismo es mucho más grave y de repente hace despertar a gente que es de derecha.

En un contexto con recortes en cultura, ¿sentís que hay un lugar para soñar siendo un artista trans en este momento?

-Sí, sí, para mí este es el momento de hacer cosas. Siento que es el mejor momento para dejar toda la plata que tengas en tus proyectos y en el arte, en apostar por algo. Me parece es la excusa perfecta para fantasear más y para hacer algo creativo que nos empuje un poco. 


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