El brazo artístico de las Abuelas de Plaza de Mayo se presentó con el ciclo Idénticos en el Teatro Multitabaris. Con el espíritu de Teatro Abierto de 1981, y bajo la consigna “Quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser”, el movimiento teatral defiende las entidades por la memoria y alza la bandera ante el ajuste cultural.
¿Ya están las entradas para la función de Teatro Abierto?”, pregunta una señora en la boletería del Teatro Multitabaris (Av. Corrientes 831, CABA) dos horas antes del comienzo de la función. El hombre detrás del vidrio niega con la cabeza: “Todavía no vino nadie y hay que esperar a ´los de la comisión´. Póngase a un costado, por favor”. Dos horas después, la cola para ver Teatroxlaidentidad da vueltas a la esquina y las entradas se agotan en veinte minutos.
Hay un clima casi litúrgico que flota sobre la calle Corrientes. “Vengo todos los años y lo que se vive es un ritual único”, dice Nelly, directora de escuela jubilada que se encuentra entre los primeros de la fila a la espera de su par de entradas. Como ella, vienen a buscar entradas y, sobre todo, lugar. “El año pasado las entradas las daban dos horas antes, por eso será que la gente está acostumbrada y viene con mucha anticipación”, agrega mientras apunta bajito con el dedo a alguien que intenta poner orden: “Esa señora que está ahí está siempre acomodando la fila”.
“Idénticos es una marca registrada y siempre tiene muchísima convocatoria. La sala está siempre repleta, el ida y vuelta con el espectáculo es inmejorable, hoy es la última función y vamos a tener que dejar lamentablemente mucha gente afuera”, comentó el director teatral Luis Rivera López, integrante de la Comisión de Dirección de TeatroxlaIdentidad, minutos antes de la función. El brazo artístico de Abuelas de Plaza de Mayo tiene la tarea de alentar la búsqueda de hijos y nietos de desaparecidos en la última dictadura militar, y difundir el mensaje a través de las obras.
Acerca del fallido y confusión con Teatro Abierto, Rivera López no se sorprende: “Absolutamente lógico que suceda”. La asociación de ambos movimientos artísticos no es libre, y el acto fallido de una señora espectadora y un señor que vende entradas en la puerta del teatro, sin necesidad de explicaciones de por medio, es un código interno que responde a lo que está en el inconsciente colectivo de los argentinos. Teatroxlaidentidad le sostuvo la mano a aquel movimiento surgido en 1981 en plena dictadura militar y continuó con la tarea que vino después. Pero este año, la causa original se robustece con la lucha por los recortes a la cultura argentina y a los espacios de la memoria.
“TeatroxlaIdentidad abreva en esa gesta creíble, heroica, que fue Teatro Abierto en contextos realmente hostiles”, explica Rivera López. Obvio que si pensamos en lo que fue aquel ciclo, Rivera López dice que “esto es un juego de niños”: “En medio de la dictadura, salir a la palestra casi por primera vez, antes de que nadie hubiera alzado un dedo, fue un momento de gloria para el teatro nacional, sin dudas”. Teatroxlaidentidad se inscribe dentro del marco de teatro político y, en ese contexto, es heredero de lo que fue Teatro Abierto, que nació con el objetivo de ser un foco de resistencia cultural, defender la libertad de expresión y la vitalidad del teatro argentino.
La identidad en crisis
“Es increíble la cantidad de gente que vino a ver la obra hoy, que es la última función. Hace muchos años que está la movida y se fue modificando para que pueda venir cada vez más gente”, expresó el actor Pablo Rago, que dirigió la obra “Emme” con la ilusión de su primera vez como director del ciclo Idénticos de Teatroxlaidentidad. Sin poder desligar la causa de las abuelas con la crisis que atraviesa el ambiente cultural en general, manifestó su interés por participar del movimiento: “Hoy estamos todos muy comprometidos con la defensa de la cultura argentina”.
“TeatroxlaIdentidad tiene un objetivo muy específico que tiene que ver con la lucha de las abuelas y comunicarlo a las nuevas generaciones. En este momento en que está tan amenazado todo lo que tiene que ver con esa lucha y con la memoria, más que nunca para mí es imprescindible estar, me emociona y me parece un honor estar presente”, comentó la actriz Ingrid Pellicori, protagonista del micromonólogo “Había una vez, Victoria”, escrito por Lucía Peirone y con dirección de Leonor Manso.
Teatroxlaidentidad siempre apela, a través del teatro, a la toma de conciencia en materia de derechos humanos. La actriz Ingrid Pellicori se refiere a la batalla que da Teatroxlaidentidad contra el olvido y la restitución de identidades, pero también a la falta de apoyo estatal para con las entidades culturales como formas de expresión, que se lleva por delante la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo.
Solo por nombrar algunos casos, al desfinanciamiento que sufre el sector teatral, se suman los 265 despidos del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el cierre de programas federales de cultura inclusiva o de fortalecimiento del cine comunitario, o el reciente recorte del financiamiento estatal al Festival Internacional de Cine de Mar del Plata.
Por otra parte, se agrega la preocupación por la eliminación de una unidad fundamental para la restitución de los 300 hijos y nietos que faltan encontrar. Esta amenaza se añade a los 82 despidos contabilizados en la Secretaría de Derechos Humanos, donde los sectores más afectados son espacios de memoria pertenecientes a áreas como el Archivo Nacional de la Memoria –donde está el fondo documental de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep)-.
“No solo hoy está en riesgo la cultura, sino la misma búsqueda de nietos, porque las entidades estatales que se ocupan de eso están en la mira de ser parte del recorte. Entonces, así como se recortó en la gente que se ocupaba de las víctimas de trata, hay un riesgo cierto y, aunque está a salvo el banco de datos genéticos, en ese contexto, Teatroxlaidentidad inevitablemente es un evento de resistencia a ese tipo de políticas”, explicó Luis Rivera López desde la comisión directiva de Teatroxlaidentidad.
“Es la primera vez en la que hay un contexto directamente hostil. Simplemente lo que hacemos es expresarlo libremente, decir lo que queremos para nuestro país y para la cultura”, comentó Rivera López. Y agregó: “En este caso, los nietos siguen ahí, siguen faltando. Por lo menos en buena cantidad, aunque algunos van apareciendo. Entonces, el trabajo continúa”.
Restituir la identidad: una tarea colectiva
“Soy Dalia Gutman, y lo puedo decir porque sé quién soy”, expresó la actriz al concluir su micromonólogo denominado “Jojojo”. La frase devuelve la identidad al intérprete y se repite cada vez que termina su representación. Luego, cuando termina la función, es habitual que un nieto recuperado tome la palabra.
Este año le tocó dar testimonio a Guillermo Amarilla Molfino, el caso N° 98 de los 137 nietos recuperados por las Abuelas. “Mis tíos no sabían que tenían un sobrino y mis hermanos no sabían que tenían un hermano”, contó frente a un Teatro Multitabaris colmado de gente sentada y de pie. El caso de Guillermo fue muy particular ya que su familia biológica no sabía que su madre estaba embarazada al momento de la detención. En su partida de nacimiento, figuraba como nacido en Campo de Mayo, y estaba firmada por un médico que había sido partícipe de estas apropiaciones.
“Ellos tuvieron la posibilidad de participar de un plan sistemático de falsificar documentos, de dar todos los pasos necesarios para que parezca un crimen perfecto”, expresó. Pero gracias a la acción articulada de la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (Co.Na.DI) y Abuelas de Plaza de Mayo, su caso dio un giro y se resolvió en 2009. “Una sobreviviente de Campo de Mayo contó sobre el embarazo de mi mamá, y cerraba, porque había un joven que se había presentado, dudando de su partida de nacimiento”, explicó acerca de su propia historia.
El derecho a la verdad, en riesgo
Al terminar su relato, Amarilla Molfino aprovechó su espacio desde el centro del escenario para manifestar la preocupación de las abuelas por un decreto mediante el cual el Gobierno Nacional pretende eliminar la “Unidad Especial de Investigación de la desaparición de niños como consecuencia del accionar del terrorismo de Estado” (UEI), perteneciente a la Co.Na.DI. Luego, hizo una lectura completa del comunicado emitido en la página de las abuelas: “La Unidad fue creada con el objetivo de investigar los casos de nuestras nietas y nietos desaparecidos en una instancia prejudicial que busca garantizar el derecho a la identidad y a la verdad”.
Días después, las mismas abuelas salieron a rondar la plaza de los jueves para expresar su protesta por el desmantelamiento de la UEI, que se suma a los despidos de los Espacios de la Memoria en todo el país. Si esto sucede, se “ralentizará la búsqueda de nuestros nietos y nietas y resultará un perjuicio para la ciudadanía, un obstáculo para la justicia y un gasto para el Estado”, aseguraron.
“Ya nos quedan pocas abuelas. Antes, cuando terminaban las funciones de Teatroxlaidentidad, el escenario se llenaba de abuelas. Ahora no hay abuelas pero estamos todos nosotros, y el compromiso de lograr que las más de 300 personas se puedan dar ese abrazo”, manifestó Amarilla Molfino.
Teatroxlaidentidad ha tomado la bandera de la resistencia cultural y esa es la misión. Por eso, para todo el conjunto de actores, actrices, dramaturgos y directores, participar este año de este ciclo tiene eso de “imprescindible” que decía Ingrid Pellicori.
El humor como vehículo de la duda
De “A propósito de la duda” a “Idénticos” y “!Urgente”: las temáticas de Teatroxlaidentidad
En el año 2000 la dramaturga Patricia Zangaro se acercó a Abuelas de Plaza de Mayo y leyó los testimonios de hijos de desaparecidos que las mismas abuelas habían empezado a recolectar en 1998. De esas lecturas surgió “A propósito de la duda”, obra que dio inicio a Teatroxlaidentidad.
El movimiento ha ido actualizándose y absorbiendo nuevas propuestas. “Busquemos desde el escenario y a través del juego quiénes fuimos, quiénes somos y quiénes queremos ser”, lleva por consigna este año el ciclo “Idénticos”. Los once micromonólogos que se presentaron en esta ocasión fueron seleccionados por el dramaturgo Mauricio Kartún y el director Daniel Veronese, quienes vienen cumpliendo esa labor desde 2010, cuando se le dio vida a “Idénticos” en el décimo aniversario de Teatroxlaidentidad.
“Es un espectáculo que tiene muchísima llegada, muchísimo humor, aunque trate de temas complejos”, explica Luis Rivera López. El micromonólogo “Había una vez Victoria”, representado con una interpretación desgarradora por Ingrid Pelicori, es tal vez el único que se refiera a la apropiación de bebés durante la última dictadura. Las otras diez obras abordan la temática de identidad desde diferentes focos tratados casi siempre bajo el recurso del humor. Entre ellas: el machismo que intenta deconstruirse en “Campeón del mundo”, con Osqui Guzmán como protagonista; el deseo de ser otro en “Stunt”, la obra interpretada por Gonzalo Urtizberea; el empoderamiento femenino en “Emme”, interpretado majestuosamente por María Carámbula y dirigida por Pablo Rago; y también el rol de la mujer en “Jojojo”, donde Dalia Gutman enfrenta a un marido que decide dejarla en Navidad.
Casi todas las obras elegidas deciden abordar la búsqueda atravesando el desierto de la duda desde el humor lúdico, como puerta de entrada a escenarios más difíciles, pero reales. La doble mirada del humor: lo que se muestra da luz a lo que se esconde. Teatroxlaidentidad tiene el objetivo de “dar batalla a esas oscuridades que a nada temen más que a la reflexión y a la memoria. Y esto es el teatro: duda, acción, emoción y convivencia”.
Este año, el movimiento sigue itinerando en salas independientes de CABA. Al cierre de “Idénticos”, de forma inmediata se puso en marcha “!Urgente” bajo la consigna “La búsqueda de nietos es urgente, el hambre es urgente”.
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