La madre de Marita Verón compartió detalles sobre la continua búsqueda de su hija a 16 años de su secuestro por una red de trata. Además brindó su punto de vista sobre la Justicia en la actualidad.
Por Valeria Silva
Susana Trimarco busca continuamente a su hija, Marita Verón, desaparecida y secuestrada por una red de trata de blancas en el año 2002. Durante su investigación, pidió participar en los allanamientos de los prostíbulos de los cuales logró rescatar a miles de víctimas explotadas sexualmente. Es por ello que en Argentina es una referente de la lucha contra la trata de personas.
-¿Sentiste apoyo de la justicia cuando desapareció Marita?
-No, no sentí apoyo de nadie, eran todos cómplices de esta mafia, andaba sola, me trataban de mentirosa y prostituta, que estaba inventando todo. Pero yo no escuchaba lo que me decían, a mí solo me importaba encontrar a mi hija, entonces me plantaba en tribunales y pedía las órdenes de allanamiento en las que yo quería participar por la desconfianza que les tenía.
-¿En qué momento llegaste a ir a prostíbulos disfrazada de proxeneta?
-Encontré una agenda de un policía detenido involucrado en la trata de personas, llamé a varios contactos, me hice pasar por uno de ellos y preguntaba cuántas chicas manejaban, hasta que un día me citó una proxeneta a su prostíbulo, entonces ahí decidí disfrazarme con una pollera de cuero, unas botas y una peluca rubia para no ser reconocida. Así conseguí contactos para aportar a la justicia, se intervinieron teléfonos y se realizaron allanamientos.
-¿Alguna vez te persiguieron por esas investigaciones?
-Los Gómez y la policía me buscaban porque estaba descubriendo sus negocios. Las chicas trans me alojaban en sus casas para esconderme y una vez, una de ellas se enfrentó con Gonzalo Gómez, uno de los detenidos por la causa de Marita, que me seguía y amenazaba con matarme. Pero nunca tuve miedo, mientras más cosas me hacían, más me fortalecían y era consciente que mi hija estaba en manos de esa gente y yo debía sacarla de ahí.
-A partir de las luchas feministas, ¿notas cambios en la justicia? No, hay que ir a tribunales y presionar a la fiscalía e insistir para que se tomen medidas. Además, continúa el maltrato a las chicas, a los jueces no le vas a poder sacar el machismo de un día para el otro, ellos ya tienen incorporada la idea de que todas las mujeres son unas putas y que se prostituyen por que quieren. Falta que sigamos en la lucha para que los señores como estos se vayan y que den lugar a funcionarios más actualizados con una nueva mentalidad.
-A lo largo de estos años, ¿qué diferencias encontraste respecto al apoyo que te brindaron los diferentes gobiernos?
-Los que estuvieron anteriormente eran gobiernos más solidarios y populares, me ha costado mucho llegar a la ex presidenta Cristina Kirchner, no así con Néstor Kirchner a quién luego de una misa celebrada en La Rioja le entregué una que hice para explicarle todo lo que había pasado con mi hija. Allí le pedí ayuda para buscarla, luego me abrazó y dio aviso a su asistente para que pronto se ponga en contacto conmigo. Pasó una semana cuando me llamaron de la presidencia y luego de una reunión pusieron a mi disposición todas las fuerzas para la búsqueda de mi hija.
-¿Actualmente qué pista de Marita están siguiendo?
-El año pasado viajamos con mi abogada a España, se inició una causa allí y hay testimonios que dicen que no la busque a mi hija muerta porque a ella se la llevaron a España. Por una denuncia realizada desde la Fundación, hace un mes que se están realizando escuchas a narcotraficantes investigados y en las conversaciones mencionaron que a Marita la vendieron bien y que aún no está muerta.
SUSANA TRIMARCO PROTEGÍA EN SU CASA A LAS VÍCTIMAS
Susana Trimarco alojó en su casa a más de 300 chicas que rescató de la red de trata, pero no pudo continuar con esa asistencia y es por ello que ideó un proyecto de crear una fundación que se encargue del cuidado y protección de las víctimas.
Con la colaboración del embajador de Estados Unidos y el ex presidente Néstor Kirchner, Trimarco logró crear la fundación en el año 2007 que lleva el nombre de su hija, María de los Ángeles Verón, cuyo objetivo es la lucha contra la trata de personas y actualmente cuenta con un equipo de profesionales que brindan asistencia psicológica, social y legal a las víctimas.
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